El BCE ve a Europa más resistente ante una guerra comercial

Miguel Ángel Valero

“Estamos bien situados para navegar las incertidumbres”, proclama la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en la tradicional comparecencia tras la reunión del Consejo de Gobierno. Un mensaje que reforzó, subliminalmente, al recuperar un año después, el colgante con las palabras 'In charge' (Al mando) que llevó en la comparecencia tras el primer recorte de tipos en junio de 2024. Entonces los tipos estaban en el 4%. Y ahora, en el 2%. El BCE es el banco central que más ha bajado los tipos, el doble que la Fed o que el Banco de Inglaterra.

La única nota discordante fue que la decisión de bajada de tipos no fue por unanimidad: hubo un voto en contra, que se atribuye al austriaco Robert Holzmann, uno de los más aguerridos 'halcones'.

Trump fue el elefante en la habitación, aunque nadie le citara. El mensaje del BCE es que la guerra comercial iniciada por el presidente de EEUU ha hecho más fuerte a Europa, que ve además cómo  la inflación deja de ser la gran preocupación.

¿Continuará la bajada de tipos? Ni sí ni no, sino todo lo contrario. Partido a partido, viene a decir Lagarde, como si fuera el entrenador del Atlético de Madrid.

Como se esperaba, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha decidido bajar 25 puntos básicos (pb) los tres tipos de interés oficiales. En consecuencia, los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito, a las operaciones principales de financiación y a la facilidad marginal de crédito disminuirán hasta el 2%, el 2,15% y el 2,4%, respectivamente, con efectos a partir del 11 de junio. La decisión de reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito — mediante el que el BCE guía la orientación de la política monetaria— se basa en su evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria. 

La inflación se sitúa actualmente en torno al objetivo del 2% a medio plazo. Se estima que la inflación general se situará en promedio en el 2% en 2025, el 1,6% en 2026, para volver al 2% en 2027. Son tres décimas menos que en las estimaciones de marzo, por los menores costes energéticos y por la apreciación del euro.

La inflación subyacente (excluidos la energía y los alimentos) se situará en promedio en el 2,4% en 2025 y el 1,9% en 2026 y en 2027, prácticamente sin variación desde marzo. 

El crecimiento del PIB real será, en promedio, del 0,9 % en 2025, el 1,1 % en 2026 y el 1,3 % en 2027. El mantenimiento de la proyección de crecimiento para 2025 refleja un primer trimestre más vigoroso de lo esperado junto con unas perspectivas más débiles para el resto del año. Aunque se espera que la incertidumbre sobre las políticas comerciales afecte a la inversión empresarial y a las exportaciones, especialmente a corto plazo, el aumento de la inversión pública en defensa e infraestructuras respaldará progresivamente el crecimiento a medio plazo. Un aumento de las rentas reales y un mercado de trabajo sólido permitirán a los hogares gastar más, lo que, unido a unas condiciones de financiación más favorables, debería reforzar la capacidad de resistencia de la economía europea frente a las perturbaciones mundiales. 

El crecimiento de los salarios es aún elevado, aunque sigue moderándose notablemente, y los beneficios están amortiguando en parte su impacto sobre la inflación. 

La preocupación de que un aumento de la incertidumbre y una respuesta volátil de los mercados a las tensiones comerciales de abril tuvieran un efecto restrictivo en las condiciones de financiación ha disminuido. 

El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo. Especialmente en el contexto actual de excepcional incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. Las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos.

Por otra parte, el tamaño de las carteras del Programa de compras de activos (APP) y del Programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) está disminuyendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema ha dejado de reinvertir el principal de los valores que van venciendo. 

El BCE "está preparado para ajustar todos sus instrumentos en el marco de su mandato para asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria". Además, el Instrumento para la Protección de la Transmisión está disponible para contrarrestar dinámicas de mercado injustificadas y desordenadas que constituyan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en los países de la zona del euro, lo que permite al Consejo de Gobierno cumplir con mayor efectividad su mandato de estabilidad de precios.

El Banco de España publica en su página web un vídeo del gobernador, José Luis Escrivá, explicando la decisión de tipos de interés adoptada hoy por el Consejo de Gobierno del BCE.

Diaphanum: el BCE será más cauto

Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum, destaca que el BCE baja por cuarta vez este año los tipos, mejorando de paso sus previsiones de inflación y de crecimiento. "La decisión tiene mucho sentido, dada la evolución de la inflación, con la general al 1,9% y la subyacente al 2,3% -el objetivo del BCE es el 2%. A esta evolución de la inflación han contribuido los precios de la energía, el debilitamiento del dólar y la reducción de la actividad, con menores presiones salariales", explica. 

"La cuestión es si va a continuar con el proceso de reducción de tipos. Por el momento en el mercado se están descontando una o dos bajadas adicionales, lo que nos empieza a recordar la etapa de la pandemia y postpandemia, aunque ahora no hay que pensar en tipos a 0%, ya que la situación es muy diferente, no hay miedo a una crisis económica y todavía falta por ver cómo influirán en los precios los aranceles y el mayor gasto fiscal en Europa. Todo ello nos hace pensar que el BCE a partir de este momento será más cauto a la hora de reducir los tipos y que se va a dar un tiempo para ver cómo evoluciona el crecimiento y la inflación, con la entrada en vigor de los aranceles y los estímulos fiscales. Con todo, para final de año, no descartamos ver los tipos de intervención al 1,5%", señala.

UCI descarta una burbuja inmobiliaria

José Manuel Fernández, subdirector general de UCI, señala que el BCE baja los tipos al 2%, "ligeramente por debajo del Euribor diario", y "arranca un verano de competencia hipotecaria en un mercado tensionado por la falta de oferta". Se trata de la séptima bajada consecutiva y la cuarta en lo que va de año, que tendrá un efecto inmediato en el mercado hipotecario y reducirá las cuotas de muchos clientes en su próxima revisión.
“La bajada de tipos supone un claro impulso para la financiación de vivienda. Se abaratan los costes de financiación, se recupera la confianza y muchas familias volverán a plantearse la compra”, subraya.

Este movimiento coincide con el inicio del verano, un periodo que, aunque no presenta un patrón estacional claro en la demanda hipotecaria, sí ofrece un entorno propicio para tomar decisiones. En julio de 2024, la firma de hipotecas creció más de un 23,5% interanual coincidiendo con un descenso del Euribor y mejores condiciones crediticias.

“Si bien el verano no es una época en la que tradicionalmente se soliciten más hipotecas, sí es un momento clave para reorganizar proyectos de vida. Muchas personas aprovechan estos meses para reflexionar sobre su situación familiar, profesional y personal. Es una etapa del año en la que se reevalúan necesidades de espacio, ubicación o calidad de vida, y la mejora de las condiciones de financiación puede ser un catalizador para dar este paso”, afirma.

Pese al efecto positivo esperado sobre la demanda, UCI alerta de que esta nueva mejora en las condiciones del crédito choca con un problema estructural: la oferta de vivienda sigue siendo insuficiente, lo que limita la capacidad de absorción del mercado y mantiene la presión sobre los precios. La combinación de demanda embalsada, tipos de interés a la baja y escasa oferta sigue generando tensiones de precios en determinadas zonas del país, especialmente en mercados urbanos consolidados y enclaves turísticos. 

El portavoz de UCI descarta una burbuja inmobiliaria: “Los niveles de endeudamiento de los hogares están contenidos, el crédito se concede con mayor prudencia y los activos inmobiliarios no muestran los síntomas especulativos de otras etapas. No hay una burbuja en sentido estricto, pero sí un mercado que empieza a mostrar signos de recalentamiento local”.

El encarecimiento de la vivienda no se produce de forma generalizada ni con un apalancamiento descontrolado, pero sí hay una pérdida creciente de accesibilidad en las grandes ciudades y zonas costeras para buena parte de la población, en particular de los jóvenes. La falta de suelo, la lentitud administrativa en nuevas promociones y la presión demográfica generan desequilibrios difíciles de corregir en el corto plazo.

“Es fundamental no confundir una subida de precios localizada con una burbuja sistémica. Lo que estamos viendo es una disfunción entre oferta y demanda, que debería abordarse estableciendo los estímulos adecuados para el desarrollo de nuevas viviendas, y en cuantía suficiente para satisfacer la demanda. Liberar más suelo, agilizar los procesos administrativos para el desarrollo de estos y el otorgamiento de las licencias, facilitar el acceso a la financiación, tanto a promotores como a particulares, y apostar firmemente por la industrialización del proceso constructivo, podrían ser los ingredientes para resolver gran parte de los problemas del mercado”, concluye el subdirector general de UCI. 

Creand: el BCE no tiene intención de volver a bajar tipos

"El BCE ha bajado los tipos al 2 %, tal y como esperaba el mercado, pero Lagarde ha dado un mensaje claro: ahora se encuentran en un nivel razonable y que les resulta cómodo. Es decir, se entiende que no tienen intención de volver a bajarlos, salvo que deban intervenir por algún tipo de shock que actualmente no contemplan", opina Miguel Ángel Rico, director de inversiones de Creand Asset Management.

Además, el BCE parece declarar la victoria sobre la inflación. Según las declaraciones de Lagarde, quien hizo referencia a los factores que provocaron una inflación más alta de lo deseado en años anteriores, ahora ese problema ya no les preocupa. La apreciación del euro frente al dólar es el movimiento más destacable entre los activos financieros tras la reunión del BCE. Esta revalorización del euro evidencia que el discurso de la presidenta del BCE "ha tenido un tono de política monetaria más restrictiva de lo que quizá estimaba el consenso", resalta.

DWS: el ciclo de recortes no ha llegado a su fin

Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, también habla de pausa en la etapa de recortes, aunque cree que la decisión dependerá de los datos. La razón fundamental de la bajada de 2 puntos en 12 meses "ha sido la mejora de las perspectivas de inflación, como reflejan las previsiones de la tasa de inflación para 2025-2027. De media, se espera que la inflación se sitúe ligeramente por debajo del objetivo en los próximos años. Aunque las previsiones de crecimiento no han variado, las indicaciones sobre el aumento del gasto fiscal en defensa e infraestructuras en la exposición introductoria sugieren que las previsiones del PIB podrían revisarse al alza en los próximos meses".

"Según la presidenta Lagarde, el BCE se sitúa actualmente en una buena posición para sortear las circunstancias y la incertidumbre existentes. Esto sugiere una tregua en el ciclo de recortes de los tipos de interés. Sin embargo, ante una de las cuestiones que se plantearon, subrayó que el BCE sigue dependiendo en gran medida de los datos. Las decisiones seguirán tomándose reunión por reunión. En otras palabras, el resultado de la próxima sesión de julio sigue siendo incierto. No obstante, el margen para recortar los tipos de interés se está reduciendo considerablemente, a medida que la inflación se acerca al objetivo de inflación. En términos generales, consideramos que las incertidumbres en materia de política comercial y económica sugieren que el BCE aún no ha llegado al final de su ciclo de recortes de los tipos de interés.

Lombard Odier : recortes de 25 pb en septiembre y diciembre

La decisión del BCE estuvo en línea con las expectativas: otro recorte consecutivo de 25 puntos básicos, situando la tasa de depósito en el 2%. "Sin embargo, el tono ha empezado a cambiar. La presidenta Christine Lagarde destacó que la postura del BCE está bien posicionada y sugirió que el final del ciclo de recortes está cerca. Las proyecciones del personal mostraron una menor inflación solo a corto plazo, manteniendo sin cambios (o incluso al alza) las previsiones para 2026/2027, reforzando así el mensaje del banco central de que no hay prisa por realizar más recortes. Seguimos creyendo que el BCE llevará a cabo algunos recortes más antes de concluir: debido al muy débil crecimiento salarial, el impacto en el crecimiento económico que aún está por llegar, la baja inflación (y los riesgos a la baja derivados de la divergencia comercial china) y un euro más fuerte.Teniendo en cuenta el cambio de tono, ahora esperamos recortes de 25 puntos básicos en las reuniones de septiembre y diciembre, lo que situaría la tasa de política en un nivel terminal del 1,50 %, a un ritmo algo más lento de lo que pensábamos previamente", opina Bill Papadakis, Senior Macro Strategist de Bank Lombard Odier.

Deutsche Bank: la Eurozona es más resiliente de lo que se esperaba

Coincidiendo con la reunión del BCE, el Deutsche Bank publica su Focus Europe Forecast, en el que "la incertidumbre es la consigna. La geopolítica se ha vuelto más friccional e impredecible". La trayectoria de los aranceles es en sí misma incierta", pero "seguimos asumiendo un tipo arancelario promedio de alrededor del 10%". La guerra comercial y el gasto en defensa determinarán la trayectoria futura de la economía, actuando en gran medida en direcciones opuestas.

  • Eurozona: A pesar de los aranceles estadounidenses, la economía de la Eurozona se ha mostrado más resiliente de lo que se temía últimamente, por lo que hemos revisado al alza nuestra previsión del PIB para 2025 del 0,5% al 0,8%. Seguimos esperando que el crecimiento se enfrente a dificultades comerciales en 2025, que la inflación comience a situarse por debajo del objetivo del 2 % y que el BCE recorte aún más los tipos. Los argumentos se inclinan en contra de que el BCE recorte hasta nuestra previsión del tipo terminal del 1,5 %, pero mantenemos la previsión por ahora. A medida que transcurra la segunda mitad de 2025, prevemos que el debate macroeconómico se centre en los factores adversos de la guerra comercial y en los factores favorables del gasto en defensa, y en cómo éstos respaldan la autonomía estratégica y fundamentan el excepcionalismo de la UE. Es probable que el enfoque del mercado también se centre en cuándo y en qué medida el BCE subirá los tipos de interés en 2026 y en adelante.
  • Alemania: tras dos años de contracción económica, el PIB alemán se recuperará ligeramente un 0,3% en 2025. La incertidumbre comercial sigue siendo un riesgo clave a corto plazo, pero la economía ha cobrado un buen impulso recientemente. El estímulo fiscal a gran escala que entrará en vigor el próximo año debería permitir tasas de crecimiento del 1,5 % y el 2,0 % en 2026 y 2027, respectivamente.
  • Reino Unido: ha generado algunos factores favorables, a pesar de que los factores adversos geopolíticos se intensifican. Creemos que un T1-25 más sólido probablemente será seguido por un T2-25 más sólido. Posteriormente, prevemos que el crecimiento se desacelere en el S2-25, a medida que los factores geopolíticos adversos comiencen a frenar el impulso. Elevamos significativamente nuestras previsiones de PIB para 2025 debido a las recientes sorpresas al alza. Ahora prevemos una expansión del PIB del Reino Unido del 1,2 %. Prevemos un aumento del PIB del 1,4 % para 2026 y un aumento del 1,6 % para 2027.
  • España: se espera una moderación del crecimiento, pero España seguirá superando a la media de la zona euro. El PIB español se expandió un 0,6 % intertrimestral en el primer trimestre, por encima de la tasa media de la eurozona (0,4 % intertrimestral). El crecimiento siguió apoyado por la demanda interna. La balanza comercial neta también contribuyó positivamente, impulsada por un fuerte crecimiento de las exportaciones, especialmente de servicios (las exportaciones de bienes disminuyeron por segundo trimestre consecutivo). Los indicadores disponibles para el segundo trimestre sugieren que, si bien la economía se mantendrá dinámica, su impulso podría desacelerarse. El PMI español sigue siendo el más alto entre las cuatro grandes economías, pero cayó a 52,5 en abril desde un promedio de 55 en los dos trimestres anteriores. El reciente apagón eléctrico podría lastrar el PIB del segundo trimestre, aunque se estima que su impacto será menor. Proyectamos un crecimiento medio del 0,4 % intertrimestral durante los trimestres restantes de 2025. España está menos expuesta al mercado estadounidense que otras economías del bloque, por lo que estimamos que el impacto directo del shock comercial será relativamente limitado en ese país. No obstante, la incertidumbre podría lastrar la confianza empresarial y del consumidor. Prevemos que el PIB español crezca un 2,3 % en 2025 y un 1,9 % en 2026. Anticipamos que el consumo de los hogares seguirá siendo la principal fuente de fortaleza, beneficiándose del sólido crecimiento del empleo y la moderación de la inflación (prevemos que el IPCA bajará del 2,9 % en 2024 al 2,3 % en 2025 y al 1,9 % en 2026). Se espera que la inversión repunte este año, impulsada por una aceleración en la implementación de los fondos Next GenerationEU (España ha recibido el 30 % de los recursos asignados y se espera una aceleración de los desembolsos en los próximos trimestres; el desembolso del quinto tramo está en evaluación). Prevemos que el déficit presupuestario aumente del 3,2% del PIB en 2024 al 4% en 2025 y se mantenga ligeramente por encima de esa cifra el próximo año. Se espera que la ratio de deuda se mantenga prácticamente estable en los próximos años. El gasto excepcional asignado para apoyar la recuperación de Valencia tras las inundaciones por la DANA (que aumentó en enero hasta casi 19.000 millones€) mantendrá el gasto público elevado este año. La defensa podría ejercer una presión adicional. En abril, el gobierno anunció un plan para aumentar el gasto en defensa en 10 500 millones de euros, alcanzando el 2 % del PIB este año. Según el gobierno, el plan no afectaría significativamente al déficit, ya que se financiará con los fondos disponibles del NGEU y la reclasificación de otros gastos. Sin embargo, las necesidades de gasto en defensa seguirán creciendo ante la presión de la OTAN para aumentar aún más los objetivos de gasto anual hasta el 3,5 % del PIB. Las finanzas públicas españolas se encuentran en una mejor posición en comparación con otros Estados miembros, y podría ser capaz de sostener un aumento adicional del 1,5 % del gasto sin comprometer la sostenibilidad de la deuda9.Sin embargo, España no ha anunciado su intención de activar la Cláusula de Escape Nacional. Y su voluntad de hacerlo sigue siendo incierta, dado que el Gobierno carece de una mayoría parlamentaria y enfrenta una fuerte oposición de sus aliados más cercanos.

HelpMyCash: el Euribor bajará por debajo del 2%

El BCE baja tipos y el Euribor puede quedar por debajo de la barrera psicológica del 2%, por primera vez desde agosto de 2022, según los expertos del comparador financiero HelpMyCash.com. En julio, es probable una pausa en las bajadas.

En cualquier caso, la política monetaria se deja sentir ya en los bolsillos. Los hipotecados a tipo variable, que en los últimos años han soportado subidas dolorosas, empiezan a ver algo de alivio. "El Euribor cerró mayo en el 2,081%, la cifra más baja desde agosto de 2022, y podría cerrar el primer semestre por debajo del 2%", explican desde HelpMyCash. La rebaja no es menor. Una familia con una hipoteca de 150.000€ a 25 años con un diferencial del 1% sobre el Euribor pagará 131€ menos al mes si su revisión es anual, y 33 menos si es semestral, según los cálculos del comparador.

Pero mientras las hipotecas se abaratan, los productos de ahorro pierden atractivo. “No hace mucho que se podían encontrar depósitos al 4% TAE. Ahora, la mayoría no llega al 3%, salvo por ofertas puntuales para captar clientes”, alertan desde HelpMyCash. “Los ahorradores que contrataron un depósito al 4% hace un año se están encontrando ahora con rentabilidades que en muchos casos dan pena”, añaden.

La bajada de tipos también ha abaratado las nuevas hipotecas. En el primer trimestre del año, los bancos aflojaron sus condiciones. Así lo refleja la Encuesta de Préstamos Bancarios del Banco de España, que confirma una relajación tanto en créditos a empresas como en hipotecas. Sin embargo, ese impulso se ha moderado. “A pesar de las rebajas del primer trimestre, desde mediados de marzo los bancos han levantado el pie del acelerador y han dejado de reducir el precio de sus hipotecas, probablemente por la incertidumbre económica provocada por Trump”, explican desde HelpMyCash. Aun así, los préstamos siguen siendo competitivos: “Si el perfil del cliente es bueno, puede negociar intereses desde el 2,30% fijo o, incluso, conseguir alrededor de un 1,9%”, concluyen.