“Estamos bien situados para navegar las incertidumbres”, proclama la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. Los analistas intuyen una pausa en la bajada de tipos en la reunión de julio.
El ciclo de recortes está llegando a su fin por lo que el margen bajista del Euríbor es cada vez más reducido.
Las medidas adoptadas por el presidente de EEUU obligan a la UE a acelerar la Unión Bancaria y la de Mercados de Capitales, y a aplicar incentivos para que los ciudadanos europeos inviertan en la economía real, en las empresas, especialmente en las de defensa.
Los acuerdos comerciales bilaterales entre EEUU y sus socios deberían ayudar a reforzar la confianza del mercado. Así, los inversores a largo plazo podrían utilizar las posibles correcciones como un punto de entrada más barato.
"Independientemente de cómo evolucione la política arancelaria estadounidense, ya se ha destruido suficiente confianza como para que consumidores, inversores y empresas se muestren más cautos", avisan en DWS.
El presidente de EEUU quiere al siglo XIX, cuando los aranceles cuando eran la principal fuente de ingresos del Tesoro. Quiere recaudar cientos de miles de millones$ para poder cumplir con su gran promesa electoral: bajar los impuestos. Y de paso reducir todo lo que pueda un déficit comercial que al finalizar 2024 ascendía a 1,2 billones$.
DWS y Deutsche Bank anuncian una colaboración estratégica para desarrollar oportunidades de inversión en el segmento de crédito privado.
Levanta los aranceles a México y Canadá. mantiene los nuevos aplicados a China, y el miércoles está previsto que entren en vigor los aplicados al aluminio y al acero. Mientras, la economía de EEUU muestra datos de debilitación.
El Banco Central Europeo retrasa a 2027 una inflación por debajo del 2%, rebaja sus proyecciones de crecimiento económico, y propugna más gasto en defensa y en infraestructuras para estimular éste.
Parece cada vez más probable que se produzca algún tipo de reforma del freno de la deuda, o un nuevo instrumento extrapresupuestario para eludirlo, aunque los probables retrasos en su aplicación signifiquen que cualquier impacto no se dejará sentir hasta 2026.
La confianza en Estados Unidos como socio fiable junto a Europa parece haberse visto gravemente dañada.