Miguel Ángel Valero
Inicio de semana cargado de simbolismo y con las primeras decisiones de la nueva era de Trump como presidente de Estados Unidos. Comienza su nuevo mandato en la Casa Blanca, y toda la atención estará en sus primeras referencias: se especula que su equipo llega con más de 100 medidas preparadas, que se implementarían en su mayoría a través de órdenes ejecutivas. Algo que ya sucedió en 2017, en su primer mandato, cuando se conocieron sus decisiones iniciales y órdenes ejecutivas en la misma tarde de la investidura. Este inicio de mandato llega en un lunes que curiosamente coincide con la celebración de la festividad de Martin Luther King y por ello las Bolsas estadounidenses permanecerán cerradas.
"La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo. A partir de hoy, nuestro país florecerá y será respetado en todo el mundo", proclama Trump en su discurso de investidura. "No permitiremos que se aprovechen más de nosotros", añade. Anuncia que declarará inmediatamente la emergencia nacional en la frontera sur con México. "Se detendrán inmediatamente todas las entradas ilegales y comenzaremos las deportaciones", asegura
Trump afirma que cuenta con órdenes ejecutivas ya preparadas para su firma para restringir los cruces fronterizos, aumentar el desarrollo de combustibles fósiles, y poner fin a los programas de diversidad e inclusión en todo el Gobierno federal. Las órdenes ejecutivas son el primer paso en lo que Trump llama "la restauración completa de Estados Unidos y la revolución del sentido común".
Trump no ha perdido el tiempo y en las primeras horas de su mandato ha empezado establecer los primeros pilares de su programa político y desmantelar las políticas de su predecesor firmando 9 órdenes ejecutivas, encaminadas a neutralizar la migración irregular: declaración del estado de emergencia en la frontera sur con México, declarar a los carteles de la droga como organizaciones terroristas y la eliminación de la obtención automática de la nacionalidad por nacimiento. Otras se refieren a la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) y el retraso de 75 días sobre la prohibición federal de la red social TikTok.
Y en el discurso de investidura anunció más medidas, como la Oficina de Recaudación Exterior, especializada en la recaudación de aranceles. Los nuevos aranceles sobre México y Canadá serán del 25% y entrarán en vigor el 1 de febrero. Sobre China no hizo referencia directa alguna. Sí insistió en retomar el control del canal de Panamá y en la vuelta atrás en la política verde de Biden cambiándola por un apoyo decidido a la producción de petróleo y gas, eliminando las subvenciones sobre los coches eléctricos y abandonando los acuerdos de París.
Invesco no descarta una remontada de la inflación en EEUU
El responsable de Venta de Activos para Iberia de Invesco, Fernando Fernández-Bravo, cree que Trump perturbará el comercio mundial con los aranceles, lo que afectará especialmente a México y a China. Respecto a Canadá, consideran que sus políticas anteriores se debe a la beligerancia con el ya expresidente Justin Trudeau. Y pone el foco no solo en las consecuencias inflacionistas de las propuestas del nuevo presidente de EEUU, sino también en el coste económico y para el mercado laboral de las deportaciones de inmigrantes.
Respecto a la inflación en EEU, "está bajando, pero se descarta una remontada". Ya sucedió en el primer trimestre de 024. Ahora los salarios y los precios pagados por los servicios están subiendo, y el coste de los envíos de contenedores desde Shanghái (China) se han disparado. Pero "subidas de tipos de la Fed con Trump parecen complicadas, es más probable que haya solo una bajada o incluso que no haya ninguna", precisa.
La posible desrregulación que vaya a tener lugar en Estados Unidos no va a producir ganancias significativas de productividad que afecten a los beneficios de las empresas.
Lombard Odier: la volatilidad aumentará aún más
Michael Strobaek, director Global de Inversiones de Banco Lombard Odier, afirma: "Donald Trump asume hoy la presidencia de Estados Unidos por segunda vez. Sin embargo, la sensación es que lleva meses en el cargo. ¿Cuándo una nueva administración ha sido tan observada y, al mismo tiempo, tan impredecible? En los próximos días y semanas, podemos esperar una avalancha de órdenes ejecutivas y, sin duda, una mayor volatilidad en los mercados financieros a medida que los inversores intentan descifrar sus implicaciones. ¿Cumplirá Trump sus promesas? El impacto de sus políticas en los mercados bursátiles estadounidenses podría ser positivo, con sólidas ganancias corporativas, un crecimiento económico robusto y nuevas medidas que podrían impulsar aún más los índices de Wall Street. A corto plazo, la temporada de resultados del cuarto trimestre ofrecerá una radiografía empresarial clave, permitiendo a los inversores evaluar el comportamiento del gasto del consumidor, principal motor del extraordinario desempeño económico de EEUU".
"¿Han subido los rendimientos de los bonos por temor a un resurgimiento de la inflación? Creemos que la primera corrección del mercado en 2025 responde más bien a unas mejores perspectivas de crecimiento, lo que genera incertidumbre sobre el número de recortes que implementará la Reserva Federal este año. Además, el aumento en la prima de riesgo soberano refleja las crecientes preocupaciones en torno al déficit estadounidense. La economía del país combina fundamentos sólidos, precios estables y un mercado laboral robusto, sin señales de desaceleración a mitad del ciclo. Con el reciente aumento de los rendimientos, las expectativas sobre los mercados bursátiles han disminuido, lo que deja espacio para un eventual repunte. Esto podría explicar el rebote observado a finales de la semana pasada. Creemos que el alza en las tasas de interés ha ido demasiado lejos y que, pese a la incertidumbre en materia de comercio internacional, debería empezar a estabilizarse. Con la llegada de la segunda administración de Trump, es probable que la volatilidad en los mercados financieros aumente aún más. Los inversores deberán prepararse para tiempos turbulentos. Sin embargo, con las estrategias adecuadas, incluso un viaje lleno de sobresaltos puede resultar rentable.
UBP: precario equilibrio entre riesgo y rentabilidad
Michaël Lok, Group CIO and Co-CEO de UBP, cree que "las políticas de la administración estadounidense entrante están empezando a desafiar al mercado de renta fija. La agenda de Trump sobre mayores aranceles, recortes de impuestos y medidas de inmigración más estrictas podría espolear las presiones inflacionistas en caso de aplicarse. Estas incertidumbres aumentan la probabilidad de un solo recorte de tipos de la Reserva Federal - o de ninguno -, mientras que nuestro escenario prevé dos reducciones en 2025. En este entorno, los ajustados niveles actuales de los diferenciales ofrecen una protección insuficiente frente a la volatilidad de los tipos de interés, creando un precario equilibrio entre riesgo y rentabilidad, con la posibilidad de que los rendimientos se disparen al acercarse a niveles elevados.
"Teniendo esto en cuenta, nuestra visión táctica sobre la renta fija se ha vuelto bajista. Es probable que los riesgos al alza de la inflación estadounidense en una economía robusta limiten las plusvalías, mientras que los estrechos diferenciales ofrecen poca protección frente al aumento de los rendimientos. Para sortear estos retos, las estrategias de hedge funds pueden servir de refugio hasta que los riesgos de tipos de interés se normalicen a finales de año. A pesar de esta cautela a corto plazo, nuestra perspectiva a largo plazo sobre la renta fija no ha cambiado: el alto nivel sostenido de carry sigue siendo atractivo para aquellos inversores con un horizonte temporal amplio y que estén dispuestos a capear la volatilidad transitoria de los tipos de interés", añade.
"En cuanto a la renta variable, nuestras perspectivas para la renta variable estadounidense siguen siendo positivas, respaldadas por un sólido crecimiento de los beneficios. Aunque el aumento de los rendimientos puede plantear dificultades en un futuro próximo, la solidez de los fundamentales sigue respaldando las valoraciones tanto en los sectores tecnológicos como en los no tecnológicos. Este mercado destaca como una opción resistente, especialmente en un panorama económico mundial fragmentado", apunta.
Otras conclusiones de su análisis son:
Portocolom: implicaciones profundas para las inversiones sostenibles
El equipo de inversiones de Portocolom AV avisa que el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos marca un punto de inflexión en el panorama político y económico global, con implicaciones profundas para las inversiones sostenibles. Las políticas que su administración planea implementar reflejan un enfoque claramente orientado hacia el apoyo a las industrias tradicionales, particularmente los combustibles fósiles, y una disminución del respaldo institucional a las energías limpias y sostenibles. Este cambio de dirección plantea retos significativos para quienes defendemos un enfoque ético y sostenible en las inversiones.
Desde que comenzó su candidatura y ahora su mandato, Trump ha dejado claro su compromiso con la desregulación ambiental y el impulso a la extracción de petróleo y gas en terrenos federales, tanto en tierra como en agua. La reactivación de proyectos energéticos que habían sido limitados por la administración de Biden, como la exportación de gas natural licuado (LNG), beneficia directamente a las compañías petroleras, mientras que la eliminación de restricciones dificulta la competitividad de las energías renovables. Estas decisiones, combinadas con la eliminación de créditos fiscales para tecnologías limpias, incrementan las barreras para el desarrollo de proyectos sostenibles y reducen su atractivo para los inversores.El sector de la energía eólica, en particular, podría ser impactado negativamente. Los proyectos offshore (generación de electricidad a partir de turbinas eólicas situadas en plataformas sobre el mar), que habían mostrado un gran potencial en la costa este, enfrentan ahora una paralización debido a las críticas directas del presidente.
Mientras tanto, el apoyo a las plantas de carbón y el freno al cierre de instalaciones contaminantes representan un retorno a prácticas energéticas que aumentan las emisiones y contradicen los esfuerzos globales por mitigar el cambio climático.
En este contexto, las inversiones sostenibles enfrentan una serie de desafíos. La disminución en incentivos para energías limpias, unida al incremento de subsidios para los combustibles fósiles, cambia la dinámica de los mercados. Proyectos previamente rentables en términos de sostenibilidad ahora enfrentan mayores costos y una mayor incertidumbre regulatoria. Al mismo tiempo, la volatilidad generada por estas políticas climáticas ha empezado a alterar las preferencias de los inversores, quienes ahora demandan mayores garantías y transparencia en los proyectos sostenibles.
Más allá de las implicaciones económicas, el regreso de Trump también trae consigo un impacto social significativo. La amenaza de deportaciones masivas y las políticas migratorias restrictivas podrían afectar industrias que dependen de la mano de obra inmigrante, como la agricultura y la construcción, sectores que frecuentemente están vinculados a proyectos de sostenibilidad. Este deterioro social, junto con el aumento de la desigualdad, desincentiva las inversiones de impacto diseñadas para mejorar el bienestar de las comunidades más vulnerables.
A nivel global, la posible retirada de Estados Unidos de los acuerdos climáticos y de sostenibilidad representaría un obstáculo para la cooperación internacional en temas medioambientales. La falta de compromiso de una de las economías más grandes del mundo reduce la efectividad de los esfuerzos colectivos para enfrentar el cambio climático y limita el financiamiento de proyectos de impacto global.
Frente a este escenario, nuestra postura como asesores de inversiones de impacto sigue siendo clara: la rentabilidad no puede comprometer los principios. Aunque el entorno político pueda favorecer sectores menos sostenibles (como los combustibles fósiles, sector defensa, empresas tecnológicas e incluso las criptomonedas), creemos que la diversificación y un enfoque a largo plazo son fundamentales para enfrentar estos cambios. Continuaremos defendiendo inversiones que equilibren riesgo, retorno y sostenibilidad, mientras gestionamos las carteras para mitigar los riesgos asociados a este nuevo contexto. El regreso de Trump pone de manifiesto la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos para construir carteras resilientes que no solo resistan los cambios de políticas desfavorables, sino que también sigan contribuyendo a un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Este es el momento para reafirmar nuestro compromiso con una inversión que refleje nuestros valores y principios, incluso en un entorno menos favorable.
Eurizon: un estímulo fiscal excesivo sobrecalentará la economía
En 2025, el ciclo económico mundial debería continuar, con un crecimiento-inflación similar al de 2024, ahora estabilizado tras la turbulenta apertura del periodo post-Covid.El principal foco de atención serán las decisiones adoptadas por la nueva administración de EE.UU. en materia de política fiscal y comercial. Los inversores esperan que se apliquen medidas de apoyo a las empresas y a sus beneficios, aunque un estímulo fiscal excesivo podría sobrecalentar la economía y volver a impulsar la inflación.
Según el escenario de referencia, la Fed bajará los tipos a un ritmo mucho más lento que en el segundo semestre de 2024. El BCE, por su parte, dispone de un mayor margen de maniobra, y debería recortar los tipos hasta el 2% a finales del verano. En la Eurozona, la atención se centrará también en las elecciones de febrero en Alemania y en la estabilidad del nuevo gobierno en Francia. La fragilidad política de la Eurozona corre el riesgo de retrasar los movimientos de respuesta en caso de nuevos aranceles comerciales estadounidenses.
China también está en el escaparate, con un plan de apoyo al crecimiento listo para su lanzamiento una vez que se hayan evaluado los aranceles comerciales estadounidenses.
Los mercados de renta fija ofrecen una atractiva rentabilidad al vencimiento. Los títulos de crédito también son interesantes, a pesar de los estrechos diferenciales. Las valoraciones de los mercados bursátiles son menos atractivas que hace un año, aunque la tendencia alcista debería continuar, apoyada por el crecimiento de los beneficios.
Ebury
Pausa en la subida del dólar antes de la investidura de Trump, destaca el Análisis Semanal de los Mercados de Divisas de Ebury. Los mercados han respirado con alivio tras conocerse los datos de inflación de EE.UU. de la semana pasada, mejores de lo esperado. Los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron con fuerza en toda la curva, los activos de riesgo han repuntado y el dólar cayó frente a todos sus pares del G10 -incluidas la libra esterlina y el dólar canadiense, ambas monedas inmersas en dificultades a nivel local-. La mayoría de las divisas de los mercados emergentes también repuntaron gracias a las noticias sobre la inflación. Sin embargo, los movimientos fueron en su mayoría bastante superficiales, ya que los mercados están a la espera de conocer más detalles sobre las políticas arancelarias de la administración Trump, y los inversores no están dispuestos a apostar demasiado fuerte por ninguna tendencia hasta que haya más visibilidad en ese frente.
Todas las miradas estarán puestas en la toma de posesión de Trump, lo que muestra de su política económica, sobre todo en cuanto a sus planes arancelarios, lo que probablemente impulsarán los movimientos en los mercados. Trump ya ha planeado un aluvión de órdenes ejecutivas en su primer día en la Casa Blanca, por lo que los inversores esperan expectantes sus próximas comunicaciones.
Payden: el rendimiento de la deuda pública china a 30 años cae
En teoría, los rendimientos de los bonos reflejan cómo los mercados ven el presente y el futuro de un país. Recientemente, el rendimiento de la deuda pública china a 30 años cayó por debajo del de su homóloga japonesa. Es un acontecimiento digno de mencionar por dos razones: en primer lugar, Japón ha experimentado dos décadas de deflación, por lo que el aumento de los rendimientos refleja la posibilidad de una recuperación económica.
En segundo lugar, China corre el riesgo de entrar en deflación (con un IPC cercano al 0% desde hace 18 meses). La caída del mercado inmobiliario chino está ralentizando la economía y alimentando el pesimismo de los inversores, lo que sugiere que el Gran Dragón podría seguir el camino ya emprendido por Japón con el auge y la caída de los años ochenta. Una caída del crecimiento chino sería una mala noticia, ya que el PIB real per cápita de China es sólo la mitad del de Japón y sólo el 60% del de Japón en la década de 1990.
Sin embargo, hay algunas buenas noticias: la semana pasada Pekín informó de que el PIB del cuarto trimestre de 2024 aumentó un 5,4% interanual. Otra buena noticia que podemos observar en el gráfico siguiente es que, con rendimientos más bajos, China podría aprovechar el menor coste de la deuda y emitir más deuda pública a largo plazo.