Miguel Ángel Valero
Valtteri Ahti, Estratega Jefe de la gestora nórdica Evli, opina que las probabilidades de recesión en EEUU se han difuminado tras la guerra comercial. En todo caso, los aranceles históricamente altos afectarán al crecimiento de la economía, haciendo subir los precios, pero sin causar una recesión.
"Lo peor de la guerra comercial probablemente haya quedado atrás. El presidente estadounidense Donald Trump no es una caja negra, como se suele afirmar. Hay diferentes bloques dentro de la Administración, como en todas las coaliciones, y por ello, ésta tiene objetivos contrapuestos. Al final, los mercados obligaron a Trump a conformarse con unos aranceles a la importación más moderados, y la fase más intensa de la guerra comercial sólo duró 40 días. Con una duración más corta, aranceles más bajos y mercados más tranquilos, una recesión ya no es el escenario más probable, como lo fue durante los días más oscuros", argumenta.
Sin embargo, los aranceles aumentarán los precios y perjudicarán el crecimiento económico. "La política de seguridad ha pasado a formar parte de la política comercial. La razón es el fuerte ascenso de la economía china, que ha permitido a este país desafiar a EEUU", avisa.
"El principio básico del análisis económico es que los hechos revelan las preferencias. Significa que hablar es barato. Si quieres saber lo que le gusta a alguien, no se lo preguntes. Más bien observa lo que acaba eligiendo. Son las elecciones, no las palabras, las que revelan las preferencias. Trump reveló su preferencia cuando, después de toda una semana desde el Día de la Liberación, mantuvo que estaba dispuesto a soportar el dolor económico a corto plazo para obtener beneficios económicos a largo plazo", apunta.
"Tras una semana que comenzó con las acciones entrando en una fase bajista y culminó con el mercado de bonos USA comenzando a entrar en pánico, Trump levantó la bandera blanca, aplicando la pausa de 90 días en los aranceles. La pausa fue el primer indicio real de que no estaba dispuesto a soportar un dolor económico o financiero significativo. Un mes después, cerró un acuerdo comercial muy indulgente con China, lo que validó la hipótesis de que Trump estaba dejando atrás la guerra comercial", resalta el experto de Evli.
Los mercados esperan un daño menor por los aranceles
Los mercados bursátiles han vuelto a donde estaban antes de los aranceles. Trump cedió y llegó a un acuerdo con China, lo que significa que los escenarios en los que una guerra comercial extrema paraliza el comercio entre EEUU y China, y empuja a éste y a la economía mundial a la recesión, son ahora improbables.
"Resulta sorprendente que los mercados no valoren los daños causados por los aranceles, a pesar de que EEUUha cuadruplicado su tipo arancelario efectivo desde aproximadamente el 3%. Los aranceles se sitúan ahora en niveles nunca vistos antes de la Segunda Guerra Mundial. Una probable explicación es que, si los mercados perciben que el debilitamiento de la economía mundial será temporal, entonces pasarán por alto la ralentización, del mismo modo que pasarían por alto la caída de los beneficios de una empresa que sufre un gasto legal puntual", señala.
"Se necesita mucha humildad para evaluar los posibles daños de la guerra comercial, ya que no hemos visto este nivel de aranceles en la historia moderna", considera.
Los primeros daños provocados por los aranceles afectan a las cadenas de suministro. La cuota de China en la fabricación mundial es un tercio, y China es un productor crucial de componentes básicos. En caso de escalada de la guerra comercial, podría haber utilizado las restricciones a la exportación para perjudicar a la economía estadounidense. En particular, China podría haber restringido la exportación de elementos de tierras raras. China produce el 70%, y fabrica el 90% del suministro mundial de elementos de tierras raras. Con la desescalada de las tensiones, el daño a las cadenas de suministro ya no supone una gran preocupación.
El efecto de la incertidumbre en la inversión
Durante el periodo más intenso de la guerra comercial, el premio Nobel de Economía Paul Krugman aseguró que el efecto directo de los aranceles sobre los precios no causaría una recesión. Sin embargo, subrayó que el impacto de la incertidumbre sobre la inversión sí provocaría una recesión. Así pues, la mayor parte del dolor económico procede de la renuncia a invertir, y a consumir de forma duradera, debido a la incertidumbre, y no a las subidas de precios por los aranceles.
La fase intensa de la guerra comercial sólo duró 40 días. Durante esta fase, lo más probable es que las empresas congelaran sus planes de inversión. Sin embargo, es posible que este período fuera demasiado breve para que las empresas cancelaran pedidos importantes o desecharan planes de inversión. En cualquier caso, la cuantía de los daños será menor de lo que parecía probable durante los días más oscuros de la guerra comercial.
Un arancel superior al 10% aumentará los precios y reducirá directamente el crecimiento económico, ya que los consumidores y las empresas tendrán menos poder adquisitivo. En qué medida, depende de la flexibilidad de la economía. ¿Hasta qué punto podrán los consumidores y las empresas encontrar sustitutos a los productos afectados por los aranceles?
Los aranceles se traducen en una economía menos eficiente, en la cual, los consumidores y las empresas sustituirán los productos por otros de menor calidad. Esto significa menos bienestar para los consumidores, y menos eficiencia para las empresas, ya que reconfiguran su consumo. Sin embargo, el gobierno recibe ingresos arancelarios, y los proveedores locales una mayor demanda. En términos netos hay una pérdida, pero la pérdida es menor que la de un shock macroeconómico tradicional que provoca desempleo y, por lo tanto, demanda.
El aviso a la idea de que los aranceles causan un daño limitado es la magnitud del actual choque arancelario. Los anteriores conflictos arancelarios de la historia moderna, afectaron a un segmento de bienes, como las lavadoras, el acero y el aluminio, o se produjeron entre dos países, tal como sucedió con el conflicto comercial entre Estados Unidos y China de 2018-19.
Actualmente, EEUU está listo para establecer un arancel universal efectivo de más del 10%. Esto también depende de lo elevados que sean los aranceles de represalia. En la actualidad, parece que la mayoría de los países "se los comerán" en la jerga de Trump, e impondrán aranceles limitados.
Las otras políticas de Trump estimulan la economía y suavizan el impacto. La administración Trump ha impulsado en el Congreso un importante proyecto de ley que estimulará la economía, aumentará el déficit presupuestario, y está provocando una gran ansiedad en el mercado de bonos. Pero el proyecto de ley contrarrestará algunos de los daños causados por los aranceles. Sus otras políticas regulatorias tendrán probablemente un impacto menor en el corto plazo.
"Trump intentó imponer todos los aranceles que pudo. El mercado se resistió, y Trump retrocedió. Los aranceles seguirán siendo históricamente elevados, subirán los precios y afectarán a económico. Pero lo más probable es que no provoquen una recesión", concluye el Estratega Jefe de Evli.