Miguel Ángel Valero
Donald Trump vuelve de las vacaciones tratando de imponer su agenda, cueste lo que cueste, aunque sea bordeando la ilegalidad. Ha cesado a Lisa Cook, gobernadora de la Fed, tras la denuncia presentada por un alto cargo del Departamento de Vivienda y gran partidario de Trump, Bill Pulte, que aseguraba que había declarado como residencia principal dos viviendas en dos Estados distintos para solicitar hipotecas por ambas en términos favorables.
“Queda usted eliminada de su puesto en la junta de gobernadores de la Reserva Federal con efecto inmediato”, se lee en la carta, con el membrete de la Casa Blanca y la firma presidencial.
Trump argumenta que “el pueblo estadounidense debe poder tener confianza plena en la honestidad de los miembros encargados de supervisar y fijar la política de la Reserva Federal. A la luz de su conducta engañosa y potencialmente delictiva en una cuestión financiera, no pueden tenerla, y yo no tengo tampoco esa confianza en su integridad”.
La FHFA –el regulador de las hipotecas en Estados Unidos– ha solicitado al Departamento de Justicia investigar supuestas irregularidades en la solicitud de hipoteca de la gobernadora de la Fed alegando que habría falseado su residencia para mejorar las condiciones hipotecarias.
Lisa Cook fue nombrada por Joe Biden en 2022 (fue la primera mujer afroamericana gobernadora de la Fed), y su mandato finaliza en 2038 (Asumió el cargo de miembro de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal el 23 de mayo de 2022, para cubrir un mandato vacante que finaliza el 31 de enero de 2024. Fue reelegida el 8 de septiembre de 2023 para un mandato que finaliza el 31 de enero de 2038).
En un comunicado de su abogado publicado por The New York Times, la gobernadora de la Fed asegura que “no existe causa legal” para su despido. “No renunciaré. Seguiré cumpliendo con mis obligaciones para ayudar a la economía estadounidense, como lo he hecho desde 2022”.
El presidente de EEUU tiene competencias para cesar a un funcionario de la Reserva Federal siempre que haya “causa” que lo justifique. La gobernadora afectada puede recurrir judicialmente la decisión de Trump, y tendrá que ser un juez el que decida si la destitución está motivada o no.
La destitución de Lisa Cook es un nuevo paso de Trump para controlar la Fed y acelerar las bajadas de sus tipos de interés. El 1 de agosto, la economista Adriana Kugler renunciaba a seguir como miembro de la junta de gobernadores, y Trump la sustituyó por su asesor económico Stephen Miran.
En la línea gris que define la independencia de la Fed, la destitución de un miembro por parte del poder ejecutivo necesita un requisito más cualificado y tendría que venir por una investigación formal por parte del Departamento de Justicia o el Inspector General que confirme tales irregularidades. Por tanto, en caso de ejecutarse una expulsión, se iniciaría un conflicto legal por no darse las causas suficientes para su retirada.
La batalla judicial, salvo que Trump haga de nuevo un TACO (Trump Always Chickei Out, Trump siempre se acobarda), está servida, mientras los mercados, especialmente las acciones, los bonos a largo plazo, y el dólar, muestran su disgusto por el ataque a la independencia de la Fed.
El Gobierno entra en Intel
Por otro lado, el viernes 22 de agosto se anunció la entrada del Gobierno estadounidense en el capital de Intel. De acuerdo con el comunicado de prensa de la compañía, la Administración adquirirá el 9,9% del capital mediante un aporte de 8.900 millones$. La transacción se financiará con 5.700 millones provenientes de subvenciones otorgadas bajo la Chips Act, y el resto con pagos vinculados a los pedidos que realice el Departamento de Defensa. La inversión será pasiva, sin voto en la Junta General y no tendrá participación en el Consejo.
No obstante, la legalidad de esta acción estará bajo el escrutinio de los actuales inversores y del regulador –que no ha sido formalmente informado–, pues en primer lugar la Chips Act no permite inversiones en participaciones de compañías y, en segundo lugar, cualquier inversión directa en el capital de empresas privadas debe ser aprobada por el Congreso –como se realizó en la Gran Crisis Financiera con AIG, General Motors o Chrysler–.
El tercer anuncio de Trump es que EEUU podrá restringir la exportación de tecnología avanzada y semiconductores de última generación, así como aumentar los aranceles, en respuesta a los países que aplican impuestos digitales a empresas estadounidenses. Según Trump, estos impuestos afectan principalmente a empresas estadounidenses frente a las tecnológicas chinas.
Trump dibuja así su esquema para el último trimestre del año, buscando avanzar en la implementación de su agenda.
Fortuna SFP: Trump instaura un capitalismo de Estado
En ese sentido, para José Manuel Marín Cebrián, fundador de Fortuna SFP, Trump está instaurando un auténtico capitalismo de Estado en EEUU, con el foco contra la Fed. Trump ha renunciado a despedir a Jerome Powell como presidente antes de que termine su mandato, pero está preparando activamente su sustitución. Incluso tiene previsto anunciar quién será el futuro presidente de la Fed antes de que termine el mandato de Powell en mayo. Para "ganar tiempo".
"El ataque de Trump contra las instituciones del país, y en particular contra la Fed, continúa. ¿El objetivo? Tipos al 1%. El objetivo de Trump es claro. Tomar indirectamente el control de la Fed para favorecer el crecimiento mediante una drástica bajada de los tipos de interés", explica este experto.
"Trump está demostrando que gestionar un país como se gestiona una empresa, con objetivos claros, medidas firmes y decisiones a largo plazo, puede ser una fórmula disruptiva pero efectiva",añade. "En el contexto político actual, donde la mayoría de los líderes carecen de experiencia en el ámbito empresarial o incluso en la vida profesional fuera del engranaje estatal, Donald Trump representa una excepción rotunda. A diferencia del político tradicional, Trump llega al poder con un historial probado de éxito empresarial, lo que le ha permitido adoptar una visión más gerencial —e incluso agresiva— en la gestión del gobierno de los Estados Unidos”, apunta.
"Su visión de Make America Great Again no es sólo un eslogan, es una hoja de ruta económica que, guste o no, está basada en fundamentos de eficiencia, crecimiento y soberanía energética. Más allá de sus formas, de sus comentarios controvertidos o de su estilo personal, que sin duda puede no ser el más diplomático, hay un empresario que entiende el valor de los recursos, conoce la lógica del poder y ha asumido el reto de dirigir la mayor potencia del mundo como lo haría con una gran corporación: con determinación, estrategia y objetivos medibles”, subraya el fundador de Fortuna SFP.
Éste analiza el plan estratégico de Trump:
1. Un enfoque no convencional: el empresario al mando: Trump no actúa para agradar a las masas con promesas populistas. No busca perpetuarse en el poder a base de contentar a su base electoral. Su enfoque ha sido directo y pragmático: heredó un país con un nivel de endeudamiento que supera el 117% del PIB y con un déficit fiscal del 6%, cifras que en el mundo empresarial serían señal de una empresa en crisis. De hecho, cuando las cosas se pusieron realmente feas en Europa con la crisis del euro, y fue necesario rescatar a países como Grecia, la respuesta no fue poner más políticos al mando, sino tecnócratas y economistas con experiencia en gestión: perfiles alejados del politiqueo tradicional que entendían la urgencia de aplicar reformas estructurales profundas. Eso mismo ha hecho Trump en EEUU, trasladando su lógica empresarial a la primera potencia del mundo. Su respuesta fue clara y concisa: un plan 3-3-3, Crecimiento del PIB al 3%; Déficit reducido al 3%; Incremento en 3 millones de barriles diarios en producción petrolera. Todo ello bajo un horizonte de estabilización financiera.
2. Medidas impopulares con visión a largo plazo. Como ya lo hiciera Margaret Thatcher en su día, Trump entiende que las decisiones difíciles y en ocasiones impopulares son necesarias para reformar estructuras ineficientes. Su Gabinete de Eficiencia Gubernamental actúa como un equipo de reestructuración empresarial: tijera en mano, eliminando duplicidades, gastos superfluos y aplicando la lógica privada al aparato público. A su vez, ha incrementado los ingresos del Estado mediante una política arancelaria estratégica. Y más allá de la polémica, ha entendido cómo la inestabilidad geopolítica puede ser usada como herramienta: al generar incertidumbre, aumenta la demanda de bonos del Tesoro estadounidense, lo que hace caer su rentabilidad (TIR) y abarata el coste de financiación de una deuda de más de 36 billones$.
3. Recuperar el crecimiento económico con sello Made in USA. Para cumplir con su objetivo de crecimiento económico al 3%, Trump ha implementado una batería de medidas clásicamente promercado:
Con estas acciones busca cambiar el paradigma del consumo: que el ciudadano prefiera lo nacional frente a las importaciones, impulsando la industria local y fortaleciendo el tejido productivo estadounidense.
4. Energía: clave para la autosuficiencia y el liderazgo global. EEUU ya es el mayor productor de petróleo del mundo, superando el 20% de la producción global. Bajo el mandato de Trump, se han sentado las bases para aumentar en 3 millones de barriles diarios esta producción, reforzando la independencia energética y situando a EEUU como líder indiscutible frente a potencias como Rusia y Arabia Saudí. Además, potenciar la industria nacional dependiente de hidrocarburos no sólo genera empleo, sino que refuerza la competitividad global de EEUU en sectores clave como transporte, manufactura y petroquímica.
5. Guerra fría monetaria: China, Rusia y el nuevo orden desdolarizado. No se puede entender la estrategia de Trump sin ver el contexto internacional en el que actúa. Desde hace años, EEUU libra una auténtica guerra fría económica y monetaria con China, que junto a Rusia y otros aliados estratégicos, busca romper la hegemonía del dólar y establecer un nuevo orden financiero internacional. China ha sido el principal comprador de oro en los últimos años, acumulando reservas silenciosamente. Ese oro no es solo un activo de reserva: se está usando como divisa alternativa al dólar para comprar petróleo barato a Rusia, eludiendo sanciones y fortaleciendo un bloque económico paralelo.
Este intento de desdolarización es un desafío directo a la supremacía global de EEUU, y Trump ha sido uno de los pocos líderes que ha comprendido la profundidad de esta amenaza. Su política de “America First” no es solo económica o comercial, también es una reacción defensiva frente a un mundo que busca reemplazar el rol dominante de EEUU en el comercio, la energía y el sistema monetario global.
Mientras tanto, en EEUU las ventas de viviendas nuevas se frenan menos de lo esperado, pero siguen dando señales de desaceleración del sector. En julio se vendieron 652.000 unidades anualizadas (se esperaban 630.000), una caída del -0,6% mensual y un retroceso del 7,3% interanual. Con este ritmo de ventas, el inventario estimado de viviendas nuevas en venta se elevó hasta los 9,2 meses, niveles muy superiores a los 7,9 meses vistos hace ahora un año. Finalmente, en términos de precios, la mediana se situó en 403.800$ registrando un descenso del -5,8% interanual.
Ebury: El dólar estadounidense recupera sus pérdidas de Jackson Hole
El discurso moderado del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en el importante retiro de banqueros centrales en Jackson Hole, impulsó a las Bolsas y a la renta fija a nivel mundial, y provocó inicialmente una caída del dólar. Sin embargo, los inversores parecieron cambiar de opinión durante el fin de semana, y la divisa recuperó la mayor parte de las pérdidas del viernes en una sesión con escaso volumen, coincidiendo con la festividad bancaria en Londres del lunes 25 de agosto. Las Bolsas mantuvieron sus avances, mientras que los bonos a largo plazo centran ahora la atención en los datos de inflación de EEUU que se publican esta semana.
En términos generales, las preocupaciones sobre una posible pérdida de independencia de la Reserva Federal y un deterioro institucional más amplio se ven compensadas por la expectativa de un estímulo monetario más temprano y generoso de lo que se descontaba hace apenas una semana, señala el Análisis Semanal del Mercado de Divisas de Ebury.
Los datos económicos a nivel mundial vienen transmitiendo señales cada vez más estanflacionarias desde hace tiempo. La ralentización en la creación de empleo, un menor crecimiento y una inflación persistentemente elevadageneran dificultades para la Reserva Federal.
En paralelo, la presión política ejercida por Trump sobre la institución va en aumento. La semana pasada, dirigió sus ataques contra otra gobernadora de la Fed, Lisa Cook, acusándola de fraude hipotecario y amenazando con destituirla si no presentaba su renuncia. La evolución de este frente puede ser tan relevante como los principales datos de EEUU que se publican esta semana: la revisión del PIB del segundo trimestre (jueves 28) y la inflación PCE de julio (viernes 29).