En un entorno geopolítico volátil y con una economía global amenazada por disputas comerciales, el margen de error de la OPEP+ es cada vez más estrecho.
La geopolítica ya no se ve como algo episódico, sino estructural, lo que redefine el destino de los flujos de capital, su asignación y su gestión. Por eso, el friendvesting busca alinear el capital allí donde la geopolítica es menos intrusiva y evitar, o al menos protegerse, de cualquier riesgo creciente.
Las reacciones del mercado a confrontaciones recientes en Oriente Medio han sido breves, con índices bursátiles y precios del petróleo volviendo a sus tendencias predominantes en aproximadamente dos semanas.
La caída media del mercado provocada por acontecimientos geopolíticos es solo del 5,6% y dura solo 16 días, lo mismo que la guerra entre Israel e Irán. Y los mercados tienden a recuperarse rápidamente. En el 60% de los casos, el índice S&P 500 recuperó las pérdidas en el plazo de un mes desde el mínimo, y en el 80%, en dos meses.
Las valoraciones de la renta variable empiezan a tambalearse, mientras la montaña de deuda pública emitida en tiempos de tipos 0 ahora empieza a vencer. Y refinanciarla sale bastante más caro de lo previsto.
Los mercados se preparan para nuevos ataques de represalia y la posibilidad de un conflicto más amplio.
La producción de petróleo estadounidense. que cayó a un mínimo de poco menos de cinco millones de barriles diarios en 2007, se ha más que duplicado. situando a EEUU como el mayor productor del mundo.
"El marco geopolítico actual enfrenta a un eje liderado por Estados Unidos contra países que no aceptan el dominio estadounidense, liderados por China, y aquellos que no están alineados", según Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier, y Luca Bindelli, responsable de Estrategia de Inversión.
"El tono suave con el que están tomándose la noticia los medios oficiales iraníes está alejando el miedo a una escalada y los futuros del S&P 500 indican una recuperación tras el shock inicial", señala un análisis de Banca March.
La institución que preside Antonio Bonet recuerda que un conflicto diplomático puede derivar en crisis comercial, como ha ocurrido con Argelia desde que en 2022 España reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.