UBP avisa que los desafíos fiscales de EE.UU. se están pasando por alto en las campañas presidenciales estadounidenses de 2024 y limitarán al ganador.
"Creemos que es una corrección saludable, que nos permitirá entrar en el mercado a precios significativamente inferiores a los que estábamos acostumbrados hace apenas unos días.", subraya el analista Manuel Pinto.
Una Presidencia de Kamala Harris implicaría aranceles más bajos, menos endeudamiento público y continuaría con la agenda de Biden en materia de cambio climático con el aumento del gasto en infraestructuras y mayor regulación.
"Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata —y unir a nuestra nación—, así como para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema. Tenemos 107 días hasta la jornada electoral. Juntos lucharemos. Y juntos ganaremos”, proclama Kamala Harris.
Su vuelta a la Casa Blanca traería un recorte de impuestos, generando un mayor déficit, lo que mantendría los tipos largos estables, mientras que la política monetaria empujaría hacia abajo los tipos a corto plazo.
John Lorié, economista jefe de Atradius, explica que "un dólar más fuerte en relación con el euro podría hacer más competitivas las exportaciones de la Eurozona, y encarece las estadounidenses".
"Seguimos observando fortaleza en los bonos corporativos y, en particular, en los emisores con grado de inversión, hacia los que nos estamos posicionando de forma más agresiva que el año pasado", señala Natalie Trevithick (Payden & Rygel).
Hasta finales de 2026 la inflación no se situará en el 2%, el ansiado objetivo de la Reserva Federal.