Powell se despide de Jackson Hole

Miguel Ángel Valero

El último discurso de Jerome Powell en Jackson Hole como presidente de la Fed (su mandato vence en mayo de 2026) marca el cierre del verano para los mercados. Más allá de los aspectos técnicos, la atención se centra en analizar la orientación de la Fed para la última parte del año, considerando que los mercados ya descuentan dos recortes de los tipos de interés antes de diciembre. 

Tanto los discursos recientes como las actas del Comité reflejan una postura más cautelosa, lo que deja abierta la posibilidad de sorpresas. En este contexto, resulta relevante determinar si la prioridad de la Fed se inclina más hacia el control de la inflación o hacia la evolución del mercado laboral.

La reunión que organiza todos los años al final de agosto la Reserva Federal servirá para cambiar el marco de inflación establecido en 2020, cuyo objetivo era alcanzar un promedio del +2%. Este ajuste se implementó para aportar mayor flexibilidad a la Reserva Federal tras un periodo de inflación y tipos de interés bajos, con el fin de evitar una 'japonización' de la economía. 

Sin embargo, el repunte de la inflación en 2022 ha tenido un impacto significativo –el deflactor del consumo subyacente en lo que vamos de década promedia un +3,4%– y, por ello, en la revisión quinquenal actual del marco de actuación de la Fed, las autoridades consideran necesario regresar a un enfoque similar al utilizado antes de 2020, con un objetivo de inflación más estricto del +2%. 

Jackson Hole suele ser, además, un punto de inflexión para los bonos, pues en las pasadas cinco reuniones los tipos de interés presentaron amplios movimientos de cara a final de año ante cambios relevantes en la política monetaria.

También se analizarán los últimos datos macroeconómicos, como la mejora de la confianza de los empresarios en agosto, que se debe exclusivamente a las manufacturas. al elevarse hasta 53,3 desde el 49,8 previo. El PMI de los servicios estadounidense bajó tres décimas hasta el 55,4.

Hay señales de debilidad en el empleo frente a una mejora de la actividad inmobiliaria. Las peticiones de subsidio por paro aumentaron más de lo esperado en la última semana y se elevaron hasta niveles de 235.000 peticiones desde las 224.000 previas, siendo su mayor nivel desde junio. Un repunte que vaticina una menor creación de empleo durante el verano. 

Por otro lado, las ventas de viviendas de segunda mano crecieron un 2% mensual y lograron revertir parte del retroceso del mes anterior al situarse en julio en 4,01 millones de unidades anualizadas. Un nivel históricamente bajo.