La Fed busca un aterrizaje suave de los EEUU de Trump

Miguel Ángel Valero

José Manuel Marín Cebrián, fundador de Fortuna SFP, avisa del miedo del inversor a perder oportunidades, lo que en inglés se conoce como FOMO: Fear Of Missing Out. Y recomienda prudencia ante unos mercados en la cuerda floja inundados de liquidez.

Porque "vivimos un momento en el que la economía global parece moverse entre dos fuerzas contrapuestas. Por un lado, las incertidumbres se acumulan: guerras abiertas en Ucrania, Israel o Pakistán, tensiones crecientes en Asia y Europa, dudas sobre la política monetaria de la Reserva Federal, niveles de deuda soberana que desafían la sostenibilidad y tasas de inflación que repuntan cuando parecía que estaban controladas. Por otro lado, los mercados financieros, impulsados por una liquidez sin precedentes desde 2020, siguen encontrando motivos para el optimismo".

Los bancos centrales inundaron de liquidez el sistema durante la pandemia, y esa ola expansiva aún marca el pulso del mercado. En la Eurozona, la masa monetaria M2 alcanzó en mayo de 2025 un máximo histórico de 15,7 billones€, mientras que en EEUU superó los 22 billones$, cifras que hablan por sí solas. Ese exceso de liquidez busca destino: se dirige a activos tecnológicos, con un Nasdaq en máximos históricos, y a los metales preciosos, con el oro también en cotas récord.

La paradoja es evidente. A pesar de la inestabilidad geopolítica y de los riesgos financieros latentes, los inversores se comportan como si no hubiera alternativa a seguir participando en el mercado. En el corto plazo, el flujo de capital puede seguir sosteniendo estas valoraciones. Pero en el medio plazo, la tensión entre fundamentos (deuda, inflación, tipos de interés inciertos) y precios de activos (en máximos) obliga a la prudencia.

"El reto para el inversor no es sencillo: distinguir dónde hay valor real y dónde solo hay espuma. La disciplina, la diversificación y la gestión del riesgo se vuelven más necesarias que nunca. En tiempos de liquidez abundante, el mercado puede parecer un mar en calma, pero basta una sacudida —una decisión inesperada de la Fed, un conflicto que escale, un repunte inflacionario más persistente— para que la marea cambie de forma brusca", advierte este experto

"En definitiva, la historia reciente nos recuerda que la liquidez puede amortiguar los golpes, pero no los elimina. La resiliencia del mercado es real, pero también lo son sus vulnerabilidades. Y entre ambas fuerzas, el inversor debe navegar con la vista puesta en el horizonte y los pies bien anclados en la realidad", concluye el fundador de Fortuna SFP.

Columbia Threadneedle 

Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments, se pregunta hasta dónde puede llegar realmente la Fed, tras bajar los tipos de interés 25 puntos básicos (pb) la semana pasada. Se trata del primer recorte de 2025, que se suma a las bajadas acumuladas de 100 pb aprobadas en 2024. La Fed había mantenido los tipos en pausa durante un período prolongado, a la espera de evaluar el efecto sobre la inflación de los últimos aranceles anunciados.

Hasta el momento no se ha observado un impacto significativo, aunque la Fed muestra una creciente preocupación por la debilidad del mercado laboral estadounidense. Su presidente, Jay Powell, calificó la decisión de bajar los tipos como un “recorte de gestión de riesgos”, con el objetivo de propiciar un aterrizaje suave antes de que los datos de desempleo reflejen un deterioro más acusado. 

La inflación en EE. UU. ha repuntado ligeramente, el crecimiento se mantiene relativamente sólido y el desempleo ha aumentado de forma moderada. En términos generales, el contexto económico estadounidense se mantiene relativamente favorable, aunque conviene vigilar los próximos datos de empleo para detectar cualquier indicio de una mayor desaceleración en la economía. Se espera que el crecimiento del tercer trimestre supere el 3%, en línea con el trimestre anterior, y anticipamos que el promedio anual supere el 2%.

¿Y qué está haciendo ahora la Fed? Considera que existen motivos para seguir bajando los tipos y dispone de margen de maniobra. Tras el recorte de 25 pb de la semana pasada y a la luz de las proyecciones económicas, tanto las expectativas de la Fed como las del mercado apuntan a una nueva bajada de 25 pb en noviembre y otra adicional hacia finales de año. De cara al próximo año, el mercado anticipa más recortes, aunque todavía no hay un consenso definitivo. 

El propio Powell ha manifestado que la Fed toma sus decisiones reunión a reunión y parece interesado en gestionar las expectativas de que se produzcan bajadas de tipos de interés significativas en 2026.

Actualmente, el escenario base es de un aterrizaje suave, lo que a su vez generaría un entorno favorable para la renta variable estadounidense. "No prevemos un aumento significativo del desempleo y, si bien la inflación ha aumentado ligeramente, se mantiene dentro de un rango que permite a la Fed recortar los tipos cuando lo considere necesario", señala este experto.

Siguen las ventas en renta fija 

Mientras tanto, prosiguen las ventas en la renta fija a pesar de la reciente bajada de tipos de la Fed. En este sentido, los inversores continúan sopesando los riesgos de una inflación al alza y unas cuentas públicas menos equilibradas, ejerciendo presión sobre la parte más larga de la curva. En números, la Tir del 10 años norteamericano selló ayer su cuarta jornada consecutiva al alza al posicionarse en 4,14%.

Al mismo tiempo,  se evidencia la debilidad del indicador de actividad de la Fed de Chicago. Aunque repuntó en agosto, este indicador se mantuvo en terreno negativo, señalando que la actividad seguirá débil en los próximos meses. El índice se situó en -0,12 desde el -0,28 anterior y ligeramente por encima del -0,15.

La Reserva Federal vive un intenso debate interno sobre la dirección de la política monetaria: el recientemente nombrado gobernador de la Fed y simultáneo consejero de la Administración de Trump, Stephen Miran, defiende bajadas jumbo de 50 pb en las dos reuniones restantes del año, mientras que los otros tres gobernadores que se pronunciaron al respecto abogan por un enfoque más prudente. Miran advirtió que la política actual es demasiado restrictiva y pidió bajar los tipos de interés de forma más agresiva para evitar un aumento del desempleo, argumentando que el tipo neutral ha caído por factores como los aranceles y los cambios fiscales. Considerando que el nivel actual de tipos se encuentra en el 4 - 4,25%, el gobernador estima la tasa neutral en aproximadamente el 2,5%, inferior a la mediana del 3% de la Fed.  

Por el contrario, el presidente de la Fed de St. Louis apoyó el último recorte como medida preventiva, pero considera que hay poco margen para más bajadas debido a la persistencia de una inflación elevada, y solo respaldaría nuevas reducciones si el mercado laboral muestra mayor debilidad y la inflación se mantiene controlada. 

La presidenta de la Fed de Cleveland señaló que deberían ser más prudentes, considerando que aún hay señales de robustez en el empleo –despidos y tasa de desempleo bajos–, pero la inflación podría permanecer por encima del objetivo del +2% durante los dos próximos años. 

Por su parte, el presidente de la Fed de Atlanta solo prevé un recorte de tasas para este año, ya que persisten sus preocupaciones sobre la inflación. Según sus proyecciones, la inflación subyacente cerrará el año en +3,1% y el desempleo aumentará hasta el 4,5%, sin que la inflación regrese al objetivo de la Fed antes de 2028.

Nvidia amplía su influencia

En medio de estos debates sobre la política monetaria y sobre la independencia de la Fed, Nvidia, la mayor empresa de semiconductores, ha intensificado su actividad en el ámbito corporativo. Tras anunciar la semana pasada la inversión de 5.000 millones$ en acciones de Intel para formalizar una alianza entre ambas compañías, ahora anuncia un acuerdo con OpenAI, en el que invertirá 100.000 millones$ destinados al desarrollo de nuevos centros de datos para el entrenamiento y evolución de modelos de próxima generación. 

Se prevé que el despliegue de estos centros requerirá una potencia eléctrica de 10 GW, equivalente al consumo de una ciudad de ocho millones de habitantes. La primera fase empezará el año que viene y servirá de estreno para su nuevo chip Rubin, que vendrá acompañado por una nueva arquitectura de servidores llamada Vera Rubin. La inversión será paulatina –reservándose el derecho de continuar si OpenAI no crece al ritmo esperado– y el despliegue total del proyecto llevará varios años. Además, parte del acuerdo incluye que la compañía fundada por Sam Altman compre chips de centros de datos de Nvidia y que ésta obtenga una participación en OpenAI, aunque sin control mayoritario. 

Por otro lado, OpenAI podrá seguir ganando capacidad computacional ante un negocio cuyos ingresos se están incrementando, aunque todavía resultan insuficientes para las ambiciones de la organización. Este nuevo proyecto permitirá reducir sus costes de capital, complementando la iniciativa Stargate respaldada por Softbank y Oracle, además del apoyo estratégico de Microsoft.

Con este movimiento, Nvidia no solo aspira a mantenerse como el principal facilitador de la infraestructura de inteligencia artificial, sino que también busca involucrarse activamente en el despliegue tecnológico y en el desarrollo práctico de los modelos de IA. El CEO de Nvidia ha subrayado en varias ocasiones que la compañía pretende ser mucho más que un simple fabricante de semiconductores. 

Nvidia invertirá hasta 100.000 millones$ en OpenAI para ayudar a ampliar su capacidad de procesamiento de inteligencia artificial.

Pfizer compra Metsera

Hubo además movimientos en el sector de cuidados de la salud, con la entrada de Pfizer en el nicho de obesidad a través de la compra de Metsera, una startup centrada en productos para la obesidad por hasta 7.300 millones$, equivalente a un 5,5% del valor bursátil del comprador. Abonará 47,5$ por cada acción de Metsera, así como otros 22,5$ condicionados a tres hitos clínicos y regulatorios. La compra, que se espera cerrar en el cuarto trimestre de 2025, supone pagar una prima superior al 110%. Pfizer espera competir con los medicamentos de sus rivales Novo Nordisk y Eli Lilly.