Miguel Ángel Valero
Las caídas de Wall Street por el comportamiento errático de la administración Trump arrastran también a Europa, aunque con menor fuerza. Tampoco ayudó el anuncio inicial de Los Verdes de no apoyar el histórico plan de gasto en Alemania, aunque las conversaciones prosiguen en un clima constructivo.
Persiste la buena racha del euro, que se sitúan en niveles de 1,088 EUR/USD, no vistos desde noviembre de 2024.
En Alemania, el partido de Los Verdes juega sus cartas y, tras la negativa inicial, continúan las negociaciones de reforma fiscal. Los conservadores de CDU/CSU y los socialdemócratas de SPD presentaron la semana pasada un paquete de aumento en el gasto en defensa y la creación de un fondo de infraestructura de 500.000 millones€. Para ello, es necesario el respaldo de Los Verdes que les permita conseguir la mayoría parlamentaria de dos tercios antes del 25 de marzo, cuando tomará posesión el nuevo Parlamento. Sin embargo, el partido ecologista está aprovechando su posición privilegiada para obtener concesiones. El borrador rechazado ayer establece que solo el 1% sobre el PIB de gasto en defensa está sujeto al cumplimiento del freno de deuda, mientras que el exceso no se contabilizará en las limitaciones presupuestarias. Los Verdes han solicitado reglas más estrictas, de manera que se contabilice hasta un 1,5% sobre el PIB del gasto en defensa al calcular techo de deuda. A pesar de las diferencias, los representantes de los tres partidos políticos han confirmado que el diálogo sigue abierto y, en el caso de SPD, ha expresado optimismo, anticipando la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el transcurso de esta semana.
Además, en la Eurozona, la confianza de los inversores en marzo arroja una lectura más favorable respecto al dato previo y a las estimaciones. El índice Sentix, que refleja el sentimiento a seis meses, se mantiene en terreno negativo (-2,9), aunque por encima de las previsiones (-9,3) y de las cifras de febrero (-12,7).
Columbia Threadneedle: Alemania cambia de perspectiva
Steven Bell, economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, cita nada menos que a Lenin, y su frase de que "hay décadas en las que no pasa nada y semanas en las que pasan décadas·. "Es aplicable a Alemania. Durante décadas, el país alemán ha sido el más conservador del mundo en materia fiscal. Es el único que tiene un límite constitucional, el llamado freno a la deuda. Sin embargo, en los últimos días, el Canciller entrante ha aprovechado el Parlamento saliente para debilitar el freno de la deuda y proponer un impulso masivo al gasto en infraestructuras y defensa. No es un acuerdo cerrado; hay que superar varios obstáculos, pero es muy probable que se apruebe y las cifras son considerables", señala.
Mientras tanto, el Consejo Europeo ha propuesto un plan de préstamos de 150.000 millones, y la Comisión tiene previsto suavizar las normas sobre déficit excesivo. Esto es especialmente importante para Italia y Francia, ya que están limitadas por los mercados financieros, que están preocupados por sus déficits existentes, a la vez que por el endeudamiento adicional. Es en Alemania donde está la acción. Para un país de débil crecimiento y bajos tipos de interés, esta relajación fiscal podría suponer una gran diferencia.
Los detalles son importantes. Desde que Rusia se anexionó Crimea en 2014, Europa en general y Alemania en particular han incrementado el gasto en defensa, que ya se acerca al objetivo de la OTAN del 2 % del PIB para el conjunto de la Unión Europea. Pero una gran parte del presupuesto de aprovisionamiento se destina al extranjero, principalmente a Estados Unidos. Una vez que ha decidido que ya no puede contar con Estados Unidos como socio, Europa se propone actuar por su cuenta. Eso significa gastar en producción nacional, es una petición complicada. En la actualidad, el sector europeo de armamento está muy por debajo de sus posibilidades.
"Sea lo que sea el contrario de 'curtido en mil batallas', sin duda se aplica a Europa, que carece de capacidad para construir drones, un ingrediente crucial de la guerra moderna. Tampoco fabrica misiles para defenderse de ellos. Vienen de Estados Unidos. Sin embargo, Alemania, en particular, tiene grandes capacidades en ingeniería y tecnología de hardware. Podría convertirse en un actor importante de la industria mundial de defensa", argumenta este experto.
"Aumentar el gasto en infraestructuras y defensa lleva tiempo y es muy fácil llegar a la conclusión de que el PIB alemán se verá poco afectado a corto plazo. Eso es incorrecto. Alemania se enfrenta a graves problemas estructurales, desde el fin del gas ruso a bajo coste hasta el colapso de la industria automovilística y la falta de demanda de China, un mercado clave. Los consumidores alemanes han respondido fomentando el ahorro y reduciendo lo que gastan. La perspectiva de una inyección fiscal sostenida debería aumentar la confianza de los consumidores y animarlos a comprar", añade.
El paquete propuesto por el Canciller entrante incluye también un recorte de la factura energética y una importante mejora de la flexibilidad del mercado laboral. Así pues, las perspectivas de la economía alemana han pasado del estancamiento al crecimiento sostenido. Incluso existe la perspectiva de una caída mucho mayor de los precios de la energía a medio plazo para Alemania y el resto de Europa, a medida que cambien los equilibrios entre la oferta y la demanda de gas natural.
El mercado de renta fija ha tomado nota con un gran salto en los rendimientos del bono alemán. Pero siguen siendo bajos, muy inferiores a los del Reino Unido y EEUU. Y el mercado de valores está encantado.
Los aranceles son negativos, "pero habrá que ver hasta qué punto resultan ser un golpe severo", señala. Una economía más fuerte en la Eurozona beneficiaría a sus principales socios comerciales, incluido el Reino Unido. Pero el endeudamiento adicional se suma a los grandes déficits del mundo desarrollado. En general, esto favorecería a la renta variable frente a la renta fija.
"Intentaba recordar cuándo fue la última vez que me sentí tan optimista sobre el crecimiento alemán... Fue en 1990, cuando se reunificó el país. El colapso de la Unión Soviética nos dio entonces un 'dividendo de paz', pero la reaparición de Rusia como amenaza parece estar generando otro tipo de dividendo", concluye.
Lazard
Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard, considera que el plan ReArm Europe propuesto por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que apunta a un gasto adicional en defensa de 800.000 millones€, puede representar un momento decisivo para Europa. De momento, el próximo gobierno de Alemania anunció que adelantará esta misma semana una votación sobre los cambios constitucionales (el freno de la deuda, entre ellos) que se precisan para hacer lo que sea necesario en un contexto excepcional. “Existen diversas interacciones entre las normas alemanas y las de la UE que podrían limitar el uso de los fondos de cohesión no utilizados para la defensa, pero me parece que Europa y Alemania podrían estar en un momento crítico en el que los responsables políticos actúen por fin para mejorar la seguridad nacional y, al hacerlo, también eleven significativamente las tasas de crecimiento. De hecho, algunas estimaciones sugieren que las nuevas propuestas de Merz podrían ser tan sustanciales como el gasto en la reunificación con Alemania Oriental hace más de 30 años”, comenta Temple.
Este experto cree que los últimos anuncios de las autoridades europeas pueden ser el comienzo de una rotación más sostenida del capital de EEUU hacia acciones no estadounidenses. Anteriormente esperaba que el rendimiento superior de EEUU se prolongara más tiempo, pero la naturaleza impredecible de la política comercial estadounidense y el sorprendente cambio de dirección en Europa podrían acelerar la rotación, reconoce. Recomienda, sin embargo, “no entusiasmarse demasiado” con las acciones que probablemente se vean afectadas por los aranceles estadounidenses, que espera se amplíen y aumenten en los próximos meses. Sostiene que el mensaje del BCE y de su presidenta Christine Lagarde continúa siendo moderado y que “la dirección del viaje sigue siendo una mayor flexibilización”. Pero también remarca que los recientes acontecimientos en términos de cambios en las restricciones fiscales europeas pueden significar una mayor inversión gubernamental en infraestructura y un mayor gasto en defensa, lo que contribuiría eventualmente al impulso del crecimiento y reducir la necesidad de recortes de tipos del BCE. A eso hay que añadir que la inflación agregada de la zona euro fue ligeramente superior a la esperada.