El BCE bajará tipos para responder a los aranceles de Trump

Miguel Ángel Valero

"En medio del desconcierto en la política comercial estadounidense, tendremos la reunión del BCE. Esperamos una nueva bajada de tipos, llevando el tipo de depósito hasta el 2,25%. Será interesante conocer el diagnóstico que ofrecerá la institución sobre los aranceles, el impacto en el crecimiento europeo y la posibilidad de continuar la senda de bajadas una vez alcanzado el 2% en los tipos oficiales, el nivel en teoría neutral, en el mes de junio", señalan los analistas de Banca March.

La reunión del BCE continuará con la reducción de tipos oficiales y situará el tipo de depósito en el 2,25%. Afronta la decisión en un entorno de mayor incertidumbre económica, pero con varios factores que apuntan a una inflación moderándose en la Eurozona. Por un lado, los precios de la energía se han reducido drásticamente ante los temores de una recesión. Destaca especialmente el retroceso en el precio del gas europeo (-42% desde máximos de febrero). Por otro lado, los gigantescos aranceles que EEUU ha impuesto a China hacen pensar que una parte de esas importaciones económicamente inviables podrían llegar a Europa, presionando a la baja la inflación de bienes. Unido a esto, el impacto negativo en el crecimiento en la zona euro provocado por la guerra comercial, apunta a que el BCE tiene el camino fácil hasta alcanzar el 2% en junio. "No obstante, atravesar esa barrera en las posteriores reuniones requerirá de un debate más profundo, pues implicaría situar la política monetaria por debajo del nivel teórico neutral", matizan estos expertos.

Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, destaca que el mercado espera con gran interés la reunión del BCE de este próximo jueves: "El terremoto que ha supuesto el Día de la Liberación para los mercados financieros a nivel mundial ha llevado también a un cambio radical de escenario en cuanto a lo que podemos esperar en materia de política monetaria. El aplazamiento anunciado por Trump supone un alivio momentáneo, pero la incertidumbre se mantiene".

Si tras la reunión de marzo, el mercado daba por hecho que estábamos cada vez más cerca del nivel de llegada y se hablaba de una pausa en el proceso de bajadas, ahora esta probabilidad se aleja, y se da prácticamente por descontado un nuevo recorte en abril, que llevará la facilidad de depósito al 2.25%. A partir de aquí, parece que el proceso de bajadas continuará con al menos dos movimientos adicionales antes de fin de año.

El nivel de llegada esperado se sitúa ahora más cerca del 1,5%, y "parece lógico esperar que el BCE asuma que va a ser necesario situarnos por debajo del nivel de neutralidad en materia de tipos para tratar de frenar la desaceleración económica a la que la guerra arancelaria parece abocarnos", apunta esta experta.

Será especialmente interesante prestar atención a la rueda de prensa posterior de Lagarde, donde hará una valoración de la situación económica actual, y el impacto que sobre el crecimiento va a tener la guerra arancelaria  "Creemos que la bajada del precio del petróleo, la debilidad económica y la fortaleza del euro pueden mitigar los riesgos inflacionarios en Europa y dar argumentos al BCE para prolongar su proceso de bajada de tipos más allá de lo que se anticipaba a comienzos de año", señala.

Roman Ziruk y Matthew Ryan, de Ebury, señalan que "las idas y venidas arancelarias de Trump complican aún más la evaluación de las perspectivas económicas de la Eurozona. Sin embargo, la tarea del BCE debería ser mucho más fácil que la de la Fed, y la mayoría de los datos macroeconómicos sugieren que se avecinan más recortes".  "Incluso antes de que el presidente Trump abriera la caja de pandora el 2 de abril, nos inclinábamos, al igual que los mercados, por otro recorte de tipos en la próxima reunión del BCE. Los acontecimientos desde entonces no han hecho sino reforzar nuestro posicionamiento, y los mercados dan por prácticamente garantizado un séptimo recorte de tipos este jueves", explican. 

Una pregunta mucho más importante, y que determinará los movimientos del euro, es qué ocurrirá a continuación. ¿Está prevista otra bajada de tipos en junio? ¿Dónde podrían situarse los tipos a finales de año? El impacto arancelario de Trump abre las puertas a más recortes. La economía de la Eurozona apenas se mantiene a flote,  tal y como reflejan los últimos datos del PMI. La inflación, por su parte, se ha moderado. Tanto la inflación general como la subyacente han continuado una tendencia descendente, sorprendiendo a la baja en marzo. El descenso de la subyacente y el de la inflación de servicios son especialmente alentadores. La subyacente cayó al 2,4%, su nivel más bajo desde enero del 2022, desde antes  de la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania y la posterior crisis energética. 

Las nuevas proyecciones macroeconómicas no se publicarán hasta junio. No obstante, merece la pena abordar el tema, dados los cambios drásticos que ha sufrido el mercado. En sus últimas proyecciones de marzo, el BCE preveía una inflación IPCA del 2,3% en 2025, seguida del 1,9% en 2026 y del 2% en 2027. Estas previsiones parece que están muy desfasadas, así como muchas de las asunciones sobre las que descansan. El shock arancelario de Trump y la decisión de la OPEP+ de aumentar significativamente la producción de petróleo han presionado a la baja los precios del crudo, que ahora se sitúa en torno a un 15% por debajo del nivel previsto por el BCE para el 2025. Otras asunciones tampoco se ajustan a la realidad actual. El euro cotiza tras su vertiginosa subida a 1,14, lejos del 1,04 previsto por el BCE. 

Aunque los aranceles de la Unión Europea (actualmente suspendidos) provocarían, en teoría, un ligero aumento de los precios al consumo, la mayor preocupación gira en torno al impacto sobre el crecimiento de los gravámenes estadounidenses (parcialmente suspendidos). El impacto en el crecimiento es de esperar, sobre todo teniendo en cuenta que la economía de la UE depende en gran medida de las exportaciones. El efecto sobre la inflación no está tan claro porque no sabemos cómo se resolverán las tensiones arancelarias. "Aun así, en nuestra opinión, con unas materias primas más baratas y un euro más caro, es probable que continúe el proceso desinflacionario", precisan los expertos de Ebury. 

"Creemos que el tono del Consejo de Gobierno debería ser más optimista con respecto a la inflación, y es probable que se produzcan nuevos avances en este frente. Las comunicaciones del BCE sobre las perspectivas y los riesgos económicos serán objeto de escrutinio, teniendo en cuenta los movimientos bruscos que han sufrido los mercados y la gran incertidumbre que rodea a los aranceles y su impacto en las presiones inflacionarias. El tono que emplee el banco sobre los riesgos que acechan al crecimiento será analizado muy de cerca por los mercados, que tratarán de analizar el alcance de una posible ralentización inducida por los aranceles y el grado de preocupación del BCE al respecto", añaden. 

"Algunos comentarios recientes de dirigentes e insinuaciones de 'fuentes del BCE' apuntan a ciertos desacuerdos en el seno del Consejo de Gobierno. Será interesante ver si los 'halcones' oponen cierta resistencia y si esto se traduce en un tono más reservado en las comunicaciones. Creemos que los responsables políticos serán prudentes en sus comunicaciones y que la presidenta Lagarde no ofrecerá demasiados detalles sobre los debates internos mantenidos por el BCE", recalcan.

En relación con los tipos de interés, el énfasis en la incertidumbre, la dependencia de los datos y el enfoque de “reunión a reunión” probablemente seguirá siendo una parte clave de las comunicaciones. Aunque sin duda los periodistas interrogarán al BCE sobre los aranceles y la relación entre EEUU y la UE, "nos interesan, del mismo modo, las preguntas sobre el propio euro. ¿Cómo abordará el Consejo el reciente fortalecimiento de la moneda común, teniendo en cuenta el posible impacto negativo sobre el crecimiento? ¿Qué opinará el Consejo de que la zona euro pueda estar convirtiéndose en un refugio para el capital huido de Estados Unidos, y cuáles podrían ser las implicaciones de ello?", resaltan.

Una vez más, es probable que Lagarde actúe con cautela para no provocar más oscilaciones en los mercados, ya que se han vuelto muy sensibles a los titulares últimamente. Es posible que la presidenta intente calmar los nervios asegurando a los mercados que el BCE es capaz y está preparado para hacer frente a cualquier situación y para garantizar el buen funcionamiento de los mercados. 

"No nos cabe duda de que se avecinan más recortes por el BCE y que su rumbo es mucho más claro que el de la Reserva Federal. Aun así, dada la gran incertidumbre sobre los aranceles y el impacto duradero que tendrán las políticas de Trump en el mercado y la economía, resulta más difícil de lo habitual formar expectativas más allá del corto plazo. Por ahora, esperamos un recorte en abril, y creemos que otro recorte en junio es muy probable. Más allá de eso, está todo en el aire. El mercado apuesta por 3-4 recortes antes de final de año, y aunque no podemos descartar que los tipos aterricen en estos niveles más bajos, queremos ver más pruebas de que el BCE se está moviendo en esa dirección. Esos 3-4 recortes llevarían a los tipos de interés al límite inferior del «tipo neutral» estimado (1,75-2,25%), o incluso por debajo del mismo", concluyen.