La situación política condiciona profundamente la agenda económica. La compleja tarea de equilibrar las cuentas públicas mediante medidas impopulares paraliza a los Gobiernos.
Pese al quinto primer ministro desde 2024, cuenta con el respaldo de la UE, del BCE y del euro, su sistema financiero es sólido, y no habrá crisis de divisa ni de financiación.
Lo que está en juego con la moción de confianza planteada por Bayrou va mucho más allá de la supervivencia de un gobierno: se trata de la capacidad de Francia para controlar el mayor déficit presupuestario de la Eurozona y sostener su credibilidad financiera.
EEUU ganaría los sets de insolvencias empresariales, crecimiento económico, y mercado laboral. Australia vence claramente en estabilidad institucional y en política fiscal.