Miguel Ángel Valero
"A pesar de algunos nubarrones, seguimos siendo optimistas sobre las perspectivas económicas de España. La inversión en maquinaria y equipo ha sido especialmente alentadora en el primer trimestre de 2025", asegura un análisis de DWS. "Qué diferencia pueden hacer diez años. No hace tanto tiempo, España seguía sumida en una crisis económica y social. Muchos jóvenes protestaban en voz alta por su falta de perspectivas laborales, mientras que otros abandonaban silenciosamente el país en masa", subraya
"Parece que España se ha convertido, en cambio, en una tierra de oportunidades", recalcan los expertos de la gestora alemana. Desde 2019, el número de trabajadores nacidos en el extranjero ha aumentado en más de 1,2 millones, en su mayoría procedentes de América Latina.
La apertura a los inmigrantes y a las inversiones extranjeras explica en parte, pero no en su totalidad, los importantes resultados económicos de España en comparación con gran parte de la zona euro. España ha sido uno de los mayores beneficiarios de los fondos europeos NextGenerationEU, el programa de ayuda de la Unión Europea para hacer frente a la pandemia.
Gran parte del éxito reciente también refleja las reformas posteriores a la crisis financiera en los bancos y el mercado laboral. La renegociación de los contratos laborales se ha hecho más fácil y ha animado a los empresarios a contratar más personal fijo. Debido a los fuertes aumentos del salario mínimo, los ingresos de los españoles más pobres han aumentado más rápidamente que el salario medio.
Pero DWS alerta sobre "algunos de los posibles nubarrones que se ciernen sobre la modélica economía española". El gasto en construcción, tanto de viviendas como de otros edificios, cayó en picado en los años posteriores a la crisis, provocando una escasez de viviendas y un aumento de los alquileres, para regocijo de los inversores inmobiliarios.
El Gobierno español, en minoría, ha tenido que hacer malabarismos para contrarrestar las exigencias de varios partidos de izquierdas y nacionalistas, mientras aprobaba aumentos de impuestos para reducir gradualmente el déficit presupuestario, al mismo tiempo que aumentaba el escaso gasto en defensa.
"En general, seguimos viendo buenas razones para seguir siendo optimistas", afirma Ulrike Kastens, Economista Senior para Europa de DWS. "Especialmente alentador es que la inversión en maquinaria y equipos haya recuperado por fin sus niveles anteriores a la crisis del COVID. El turismo se mantiene bien y España también exporta cada vez con más éxito otros servicios, como consultoría tecnológica e ingeniería. Sin embargo, dado que otros países europeos también están superando por fin algunos de los obstáculos que han limitado su crecimiento, queda por ver cuánto pueden durar los resultados superiores de España."