El cobre está por las nubes

Miguel Ángel Valero

La gestora de activos francesa Ofi Invest AM cree que la creciente electrificación de la economía, la transición energetica y la revolución digital, impulsarán la demanda del cobre en todo el mundo. Benjamin Louvet, Director de Gestión de Materias Primas de la firma, explica que, como el mejor conductor de electricidad después de la plata, y mucho más barato, el cobre es muy utilizado, especialmente en los usos eléctricos: generación y transmisión de energía, cables, telecomunicaciones, bienes eléctricos y electrónicos. Usos que representan aproximadamente el 75% del consumo total de cobre. 

El cobre se utiliza también para fabricar equipos de transporte e infraestructuras y máquinas industriales, además de otras muchas aplicaciones que son menos conocidas. El cobre se utiliza sobre todo en la red eléctrica, en las redes y los cables que transmiten la electricidad de forma eficiente en largas distancias. Los cables de cobre también se usan en redes de telecomunicaciones (líneas telefónicas y dispositivos electrónicos), y en los núcleos de placas de circuitos impresos que se encuentran en una amplia gama de dispositivos, desde ordenadores hasta teléfonos móviles. El cobre también se utiliza en motores eléctricos, transformadores y generadores, por su alta conductividad y resistencia al calor 

Las propiedades del cobre lo convierten en uno de los materiales utilizados en la industria de la construcción, para instalaciones eléctricas y de fontanería. Su conductividad le permite transmitir electricidad de manera eficiente. Además, su resistencia a la corrosion es idónea para tuberías de fontanería, garantizando  una larga vida útil para los accesorios. 

Otro uso del cobre son los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, dada su capacidad de transferir calor de manera eficiente.

El cobre se utiliza mucho para los sistemas de los vehículos eléctricos, sobre todo cables y componentes electrónicos. Se usa también en los sistemas de navegación, comunicación y entretenimiento a bordo. Otro uso son los sistemas de frenado y refrigeración, dada su capacidad para disipar el calor, lo  que mejora la seguridad y fiabilidad de los vehículos. Por último, es utilizado para  las infraestructuras de transporte, tales como cables de señalización y sistemas de frenado y control.

El cobre se utiliza en toda clase de maquinaria y equipos industriales, por su durabilidad y capacidad para ser moldeado con precision.  Las aleaciones de cobre se usan para fabricar engranajes, rodamientos y palas de turbinas. La capacidad de transferir calor y su resistencia a entornos extremos hacen del cobre el material usado para equipamientos de intercambio de calor, tanques de almacenamiento y cubas. Y su resistencia a la corrosión hace que se utilice en entornos marinos y otros de exigencia similar. 

Otros usos menos conocidos del cobre son:

  • El cobre es antimicrobios, y algunos recubrimientos pueden matar más del 99.9% de las bacterias en menos de dos horas. Es una alternativa al plástico en las aplicaciones médicas. 
  • El cobre puede disipar la energía sísmica, porque los dispositivos basados en cobre pueden ayudar a mitigar los daños causados por terremotos absorbiendo energía y limitando los movimientos de los edificios.
  • Los nuevos componentes electrónicos de cobre que son superconductores, pueden aportar mejoras en la eficiencia del transporte y distribución de energía eléctrica.
  • Su estética y colores únicos, hacen  del cobre un material usado para construir fachadas, puertas, etc,  y ciertos adornos.

Reducción de combustibles fósiles

Para combatir el cambio climático y limitar el aumento de las temperaturas y sus consecuencias en los ecosistemas y las actividades humanas, se debe reducir la extracción y el uso de combustibles fósiles tanto como sea posible. 

Según BP Statistical Review, los combustibles fósiles aún representan el 82% del consumo de energía primaria y el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. No hay otra opción. Según el informe del Institute and Faculty of Actuaries, elaborado en enero de 2025, en caso de no hacer nada y permitir que el calentamiento global eleve la temperature media 5 ó 6 grados, ello podria costar el 50% del PIB global entre 2070 y 2090. Por tanto, es necesario actuar con rapidez. 

Para eliminar los combustibles fósiles, es necesario acelerar el despliegue de fuentes de energía bajas en carbono, sobre todo las energías renovables: energía eólica, fotovoltaica, hidroeléctrica y nuclear, algunas de las soluciones fáciles de implantar. Además de generar energía primaria, la electrificación de los transportes es una manera de eliminar la dependencia de los vehículos de los combustibles fósiles.

Todos estos sectores tienen algo en común: son más intensivos en metales que el uso y la producción de combustibles fósiles. El  cobre puede ser el metal más importante, porque al ser muy buen conductor de electricidad, se utiliza para capturar, transmitir y almacenar energía en casi todas las tecnologías bajas en carbono. 

  • Energia fotovoltaica: El cobre no sólo es un buen conductor de electricidad, también de calor. Su capacidad de transferir calor se usa para los paneles solares, y es esencial en sus intercambios de calor, ya que ayuda a capturar y transportar energía. Los cables eléctrico de cobre se usan para conducir la electricidad capturada por las células solares. Una planta de energía solar consume entre 2,5 y 7 toneladas de cobre por megavatio de capacidad instalada.
  • Energía eólica: El cobre es también esencial en la energía eólica. Una turbina típica de 660 kW contiene cerca de 350 kg. en el alternador.  El cobre convierte la energía mecánica capturada por el viento en energía eléctrica. Las bobinas de cobre están en los transformadores que cambian los voltajes. Los parques eólicos marinos usan incluso más cobre que los terrestres, porque necesitan más cableado para transportar la energía a la costa. Una turbina eólica puede contener entre 1 y 5 toneladas de cobre.
  • Vehículos eléctricos: El cobre está presente en grandes cantidades en las baterías de los vehículos híbridos y eléctricos. Los cables de cobre de alto rendimiento transmiten energía rápidamente desde la batería al motor. Las redes eléctricas de cobre se usan en las estaciones de carga, porque su excelente conductividad hace las cargas eficientes. Un vehículo eléctrico tiene cuatro veces más cobre que uno convencional: de 80 a 100 kilos, frente a 20. 

Redes eléctricas desfasadas: la de EEUU tiene 60 años

Para combatir el cambio climático y limitar el aumento de las temperaturas y sus consecuencias en los ecosistemas y las actividades humanas, se debe reducir la extracción y el uso de combustibles fósiles tanto como sea posible. 
Según BP Statistical Review, los combustibles fósiles aún representan el 82% del consumo de energía primaria y el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. No hay otra opción. Según el informe del Institute and Faculty of Actuaries, January 2025, en caso de no hacer nada y permitir que el calentamiento global eleve la temperature media 5 ó 6 grados, ello podria costar el 50% del PIB global entre 2070 y 2090. Por tanto, es necesario actuar con rapidez. 
Para eliminar los combustibles fósiles, es necesario acelerar el despliegue de fuentes de energía bajas en carbono, sobre todo las energías renovables: energía eólica, fotovoltaica, hidroeléctrica y nuclear, algunas de las soluciones fáciles de implantar. Además de generar energía primaria, la electrificación de los transportes es una manera de eliminar la dependencia de los vehículos de los combustibles fósiles.
Todos estos sectores tienen algo en común: son más intensivos en metales que el uso y la producción de combustibles fósiles. El  cobre puede ser el metal más importante, porque al ser muy buen conductor de electricidad, se utiliza para capturar, transmitir y almacenar energía en casi todas las tecnologías bajas en carbono.

  • Energía fotovoltaica: El cobre no sólo es un buen conductor de electricidad, también de calor. Su capacidad de transferir calor se usa para los paneles solares, y es esencial en sus intercambios de calor, ya que ayuda a capturar y transportar energía. Los cables eléctrico de cobre se usan para conducir la electricidad capturada por las células solares. Una planta de energía solar consume entre 2,5 y 7 toneladas de cobre por megavatio de capacidad instalada.
  • Energía eólica: El cobre es también esencial en la energía eólica. Una turbina típica de 660 kW contiene cerca de 350 kg. en el alternador.  El cobre convierte la energía mecánica capturada por el viento en energía eléctrica. Las bobinas de cobre están en los transformadores que cambian los voltajes. Los parques eólicos marinos usan incluso más cobre que los terrestres, porque necesitan más cableado para transportar la energía a la costa. Una turbina eólica puede contener entre 1 y 5 toneladas de cobre.
  • Vehículos eléctricos: El cobre está presente en grandes cantidades en las baterías de los vehículos híbridos y eléctricos. Los cables de cobre de alto rendimiento transmiten energía rápidamente desde la batería al motor. Las redes eléctricas de cobre se usan en las estaciones de carga, porque su excelente conductividad hace las cargas eficientes. Un vehículo eléctrico tiene cuatro veces más cobre que uno convencional: de 80 a 100 kilos, frente a 20. 

Redes eléctricas anticuadas: la de EEUU tuene 60 años

La red eléctrica es la columna vertebral de la transición energética, los actuales usos de la electricidad y la digitalización de las economías: Por sí sola, la red eléctrica genera un aumento masivo de la demanda de cobre. En los parques eólicos y en la energía solar, las redes de cables de cobre se utilizan para transmitir y distribuir energía a las redes locales. Las estaciones de carga para vehículos eléctricos, la electrificación de las instalaciones industriales…todo ello debe estar conectado a la red. Por tanto, la red tendrá que desplegarse de forma masiva para la descentralización de la producción.que está por llegar.

La red eléctrica requiere inversiones enormes no sólo para nuevos equipamientos. La red actual está desfasada y necesita mejorar y renovar la red actual. La red en EEUU tiene una edad promedio de 60 años, y en algunos estados más de un siglo. Esto le hace muy vulnerable a eventos climáticos extremos, como inviernos duros, o incendios. Además, la red convencional no está adaptada a la intermitencia que requieren las energías renovables, y tendrá que ser actualizada.

Las autoridades han realizado grande inversiones para actualizar la red eléctrica. En EEUU se estima una subida anual del 40%, desde 103.000 millones$ entre 2020 y 2023 a 145.000 millones entre 2024 y 2027. En China, se busca extender la red y convertirla en inteligente, para que sea capaz de gestionar la intermitencia y los cambios en la demanda de electricidad. El gobierno invirtió 80.000 millones en 2023, otros tantos en 2024, y destinará 89.000 millones en 2025.

La digitalización impulsa la demanda de cobre

Otra transformación profunda en la sociedad, la revolución digital, está impulsando la demanda de cobre.  El fuerte progreso de la inteligencia artificial (IA), el Internet de las cosas  y la computación en la nube, han generado una demanda para el almacenamiento y procesamiento de datos, y están generando una demanda sin precedentes de datacentres (centros de datos)  en todo el mundo. Los centros de datos soportan toda la economía digital. 

El cobre es necesario para el funcionamiento de los centros de datos porque se utiliza para el cableado eléctrico, los sistemas de enfriamiento y la infraestructura de red. La conductividad y fiabilidad del cobre lo hacen indispensable para mantener el rendimiento y el alto grado de disponibilidad que requieren estas instalaciones.

La empresa minera BHP estima que la demanda de cobre sólo para IA será de 3,4 millones de toneladas anuales para 2050, para satisfacer las necesidades de los centros de datos, de los chips de computadora y de los microprocesadores. Los complejos algoritmos que se usan en la IA requieren un elevado poder de procesamiento, chips de ordenadores de alto rendimiento y una gran cantidad de cobre tanto para conducir electricidad como para disipar el calor de forma eficiente en los centros de datos, donde se almacenan y procesan los datos. Según BHP, los centros de datos representarán el 7% de la demanda global de cobre en 2050. Este aumento es equivalente a la producción anual combinada de las cuatro minas de cobre más grandes del mundo.

La electrificación es cada vez más utilizada en cada vez más ámbitos, según Ofi Invest AM. Y según la Agencia Internacional de la Energia, la cuota de la electricidad en el consumo mundial de energía crecerá del 20% en 2023 al 50% en 2050. La demanda de cobre para la electrificación continuará aumentando.  En 2023 representaba el 40% del consumo anual, y para 2025 se espera que llegue al 44%.