Los datos de inflación de EE.UU. y Reino Unido de esta semana (ambos el miércoles 15 de enero) serán absolutamente clave para los mercados.
La Reserva Federal está pendiente de cómo Trump afectará a la economía y a que ritmo pondrá en práctica sus promesas electorales con respecto a los aranceles, la desregulación, la reducción de impuestos y migración.
Aplicará a partir de enero un ritmo de recortes más gradual, ya que las políticas de Trump son “proinflacionistas”.
Los analistas coinciden en esperar un descenso de 25 puntos básicos en la reunión del Banco Central Europeo, pero algunos admiten la posibilidad de un recorte de medio punto.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, recuerda que los Gobiernos de la UE deben centrarse en cumplir plenamente y sin retrasos sus compromisos de consolidación fiscal.
Una recesión, la inflación y la escasez de mano de obra y/o de talento, la pobreza y la desigualdad, principales preocupaciones de los empresarios del G20.
Suponen un riesgo para los sectores cuya cadena de valor es muy dependiente de una red mundial de proveedores y altamente vulnerable al impacto del proteccionismo.
Muchas de las propuestas fiscales y de gasto presentadas durante la campaña probablemente tendrán que reducirse para reflejar las realidades políticas, fiscales y económicas.
Los analistas coinciden en que, a partir de 2025, el ritmo de descenso de los tipos de interés será más lento.
"Somos muy escépticos. En estos casos el guion no se suele cumplir", advierte Ignacio Dolz de Espejo, director de Soluciones de Inversión de Mutuactivos.