La tecnología permite detectar robos de cable en tiempo real

Miguel Ángel Valero

Cableado sin ningún valor en el mercado, pero que ha paralizado los viajes de miles de personas. Es la consecuencia del robo de varios tramos de cobre de las vías de ADIF, dejando sin posibilidad de movilidad en la línea Sevilla – Madrid, entre otras. La investigación ya está en marcha, pero en el sector surge la duda de cómo reducir estas situaciones. Según los expertos, ya existen sistemas tecnológicos para minimizar el tiempo de reacción ante este tipo de escenarios. 

“La monitorización avanzada de infraestructuras permite detectar en tiempo real alteraciones físicas o digitales, como cortes de cable, accesos no autorizados o interrupciones en la señal eléctrica o de comunicaciones”, explica Sancho Lerena, CEO de la tecnológica española Pandora FMS, especializada en seguridad y gestión IT. 

“Estos sistemas funcionan a través de sensores conectados a una plataforma central, donde se analizan continuamente miles de datos. En cuanto se detecta una desviación respecto al comportamiento normal, se dispara una alerta automática. Esto no solo permite actuar antes de que el incidente cause daños mayores, sino también acortar significativamente los tiempos de detección y localizar con precisión el punto afectado”, subraya.

En el caso de este robo de cableado de cobre, los ladrones tuvieron que saltar varias barreras. La primera, una valla que acotaba el terreno de acceso a las vías. Y luego, evidentemente, la protección del cableado. En ambos casos la tecnología podría haber ayudado mucho mejor. 

“Tanto en el vallado como en el cableado hay sistemas que permiten detectar que ha habido algún incidente, lo que reduce el tiempo de reacción y, por lo tanto, las consecuencias negativas”, subraya Lerena. 

Este tipo de sistemas de monitorización ya se utiliza en muchos sectores. Según cuentan desde la compañía, desde el transporte hasta la gestión del agua cuenta con este tipo de ventajas por la velocidad que da a la hora de analizar en tiempo real el comportamiento de toda una estructura que, de forma manual, sería imposible de controlar adecuadamente. 

El ejemplo del agua es muy ilustrativo, explican. “En los sistemas de agua son muy habituales en dos escenarios: para detectar consumos excesivos que pueden indicar una rotura en uno de sus puntos o para prever posibles sequías en el futuro”. En el caso del transporte, la monitorización permite ver si toda la flota funciona correctamente o si hay algún vehículo que tenga complicaciones. Y, evidentemente, en la seguridad permite detectar cualquier posible infiltración en el sistema. “Incluso es muy habitual en grandes despliegues televisivos para eventos como la Champions, por ejemplo. Todo el cableado tiene un control, sobre todo para medir la temperatura y evitar sobrecalentamientos que puedan hacer estallar la retransmisión. La monitorización de todo el sistema ayuda a anticiparse a posibles riesgos y a actuar en caso de que ya haya habido un problema”, concluye Lerena. Por lo tanto, como indican los expertos, hay sistemas para reforzar la seguridad. Sobre todo en un momento donde los servicios esenciales corren gran riesgo tanto por ataques cibernéticos como por sabotajes físicos como el que se denuncia en este inicio de semana.