Guía para que las empresas sobrevivan a los aranceles de Trump

Miguel Ángel Valero

Con independencia de que los aranceles de Trump sean el 30% u otro porcentaje mayor o inferior, las exportaciones a EEUU supusieron en 2024 el 5% de las ventas internacionales de España. Y el 80% de las exportaciones españolas a EEUU se verán afectadas por las medidas proteccionistas. La maquinaria mecánica, la electrónica, los aceites vegetales y minerales, las grasas animales, los productos farmacéuticos están en esa lista.

El informe Zoom Aranceles de KPMG avisa del "impacto de segunda vuelta", el derivado de los efectos negativos de los aranceles en socios comerciales clave para España, como Alemania y el sector de la automoción.

Las medidas proteccionistas afectan a la rentabilidad de las empresas, tanto por la absorción de los aranceles a costa del margen en la exportadora, como por el encarecimiento de las materias primas. Esto obliga a "explorar vías de eficiencia y optimización" en los procesos. Porque el incremento de costes afecta a la propia empresa pero también a sus clientes, que pueden sufrir dificultades financieras o de solvencia.

"Las empresas deberán trabajar con diferentes escenarios a corto, medio y largo plazo", señala el informe de KPMG, que avisa: "las medidas que se adopten tienen que ser compatibles con la estrategia a largo plazo". Es recomendable que a corto plazo busquen alternativas en ventas como en suministro, ampliando la base de proveedores. Y las empresas que tienen la capacidad de reubicar volúmenes de fabricación internacionalmente deberían evaluar su coste, después de revisar sus planes de producción en cada país.

Pero "no se recomiendan medidas estructurales o acciones drásticas hasta que no se evidencien los impactos, además estos ajustes también pueden tardar tiempo en completarse", y sí "diferenciar lo táctico de lo estratégico". Además de no olvidar que EEUU sigue siendo el primer mercado de consumo del mundo.

Ventanas de oportunidad

En este contexto, algunos de los contratos y acuerdos con proveedores, clientes o distribuidores pueden dejar de ser rentables. Aquí es clave la valoración del perjuicio, el coste de mantener las condiciones contractuales previas a la guerra de los aranceles.

Un aspecto importante es de la subvenciones, ya que la escalada arancelaria desatada por Trump puede abocar a una empresa a incumplir los compromisos que adquirieron cuando recibieron financiación pública.

Además, muchos exportadores se ven obligados a revisar su estrategia de precios para no perder cuota de mercado en EEUU o en otros países. "Tendrán que estar muy atentos a los impactos en el consumidor estadounidense, en qué medida la demanda es sensible a variaciones de precio y cuál es el riesgo de que un incremento se pueda traducir en una caída de las ventas", según el informe de KPMG.

Pero esta situación también puede abrir ventanas de oportunidad: las empresas "si calibran bien su estrategia de precios podrían ganar terreno frente a otros competidores" en el principal mercado del mundo.

Caminos estructurales en la estrategia

A medio plazo, la escalada proteccionista, que no es exclusiva de EEUU, obliga a las empresas a cambios estructurales en sus estrategias. Las que cuenten con fábricas en varios países deberán valorar cómo reubican su producción, priorizando aquellos en los que los aranceles de Trump sean más reducidos. Otra opción es exportar desde un país con un régimen arancelario más benigno. O las alianzas con empresas norteamericanas o radicadas en esos países más laxos.

"Se abre una ventana para cometer fraudes", por lo que KMPG recomienda "la debida diligencia" a la hora de seleccionar nuevos proveedores o socios, para comprobar que cumplen con los requerimientos legales y de la compañía.

Las empresas españolas, sin olvidar que EEUU es el principal mercado del mundo, deben contemplar oportunidades de crecimiento en otros, con un enfoque estratégico y de medio y largo plazo, identificando qué países muestran más potencial y encaje con su estrategia, y mayor afinidad y capacidad de consumo  de su productos y servicios.

El Plan de Respuesta del Gobierno a los aranceles de Trump está dotado con más de 14.000 millones€. Las empresas deberán permanecer atentas a las convocatorias y seleccionar aquellas que mejor encajen con sus necesidades.

Hoja de ruta

El estudio de KPMG hace una quincena de recomendaciones:

  • Recalcula la deuda aduanera de tu compañía y evalúa mecanismos para optimizarla
  • Evalúa la conveniencia de introducir cambios en la cadena de valor (producción, aprovisionamiento y comercialización)
  • Replantea tu política de precios equilibrando su competitividad con el cumplimiento normativo, para evitar riesgos en prácticas de competencia desleal
  • Analiza los programas de financiación o ayudas que se pueden aprobar en este escenario
  • Verifica la rentabilidad de tus productos en la nueva coyuntura y, en el caso de que se reduzca de forma significativa, valora el posible impacto sobre la sostenibilidad del negocio
  • Revisa la política de precios de transferencia de tu empresa asegurando un enfoque integrado de la dimensión económico-operativa con la fiscal-tributaria
  • Examina las cláusulas contractuales vigentes y, si es posible, negocia con las contrapartes posibles modificaciones que reflejen el nuevo escenario comercial
  • Confirma la capacidad de tu organización para asumir los compromisos adquiridos en el marcio de subvenciones y otras ayudas públicas recibidas
  • Analiza la implantación de tu empresa en mercados internacionales para aumentar su presencia en los que tengan un régimen aduanero más favorable
  • Amplía y diversifica la base de proveedores, priorizando aquellos que ofrezcan mejores condiciones desde el punto de vista aduanero
  • Evalúa la posibilidad de establecer alianzas con empresas ubicadas en mercados con menores aranceles
  • En situaciones de incumplimiento contractual, prepárate para posibles litigios: cuantificar el impacto será clave
  • Haz del cumplimiento (compliance) una prioridad a la hora de establecer acuerdos y alianzas
  • Redefine las estrategias de externalización, subcontratación, outsourcing y offshoring
  • Replantea la cadena global de producción, almacenamiento, transporte y distribución en todo el mundo, adaptándola a un entorno cambiante y con tensiones comerciales.