Murali Yerram, Senior Vice President & Portfolio Manager Equities de Franklin Templeton India
Los fundamentos económicos de India siguen siendo sólidos, lo que la convierte en una de las historias de crecimiento más prometedoras dentro de los mercados emergentes. Los principales indicadores macroeconómicos —como el déficit fiscal, el déficit de cuenta corriente y la inflación—se mantienen dentro de límites manejables. El sector bancario permanece estable y el endeudamiento de los hogares está bajo control, lo que proporciona una base sólida para un incremento sostenible a futuro. Estos factores sitúan a India en una posición favorable para afrontar las complejidades de una economía global cambiante, ofreciendo un faro de estabilidad en tiempos inciertos.
Tras las elecciones de 2024, el país atravesó una desaceleración típica de mitad de ciclo. Esta fase estuvo marcada por una caída en el crecimiento debido a la reducción del gasto público y al endurecimiento del crédito al consumo, especialmente en las zonas urbanas, donde éste había sido uno de los principales motores de la expansión económica. Aunque esta desaceleración generó preocupación, fue una parte natural del ciclo económico, y la trayectoria al alza de India se mantuvo intacta. Para noviembre de 2024, el crecimiento había tocado fondo y, gracias a un repunte del gasto público y a la relajación de las restricciones crediticias, las perspectivas económicas del país comenzaron a mejorar, con un panorama de crecimiento más favorable.
La flexibilidad fiscal y monetaria de India proporciona una base sólida para acelerar el crecimiento cuando sea necesario, lo que la convierte en una economía resiliente y capaz de implementar intervenciones rápidas y estratégicas para impulsar la actividad económica. El Banco de la Reserva de la India (RBI, por sus siglas en inglés) ya ha iniciado su ciclo de recortes de tipos, y el gobierno ha tomado medidas significativas para estimular el consumo. Los recortes al impuesto sobre la renta delas personas físicas para el próximo año fiscal están ayudando a aumentar el ingreso disponible, impulsando el consumo y apoyando a la economía en general. Se espera que estas medidas catalicen una recuperación más fuerte, con un incremento del PIB proyectado entre el 6,5 % y el 7 % para el año fiscal 2026. Esta recuperación probablemente impulsará el aumento de las ganancias corporativas, que se prevé aceleren entre un moderado 7-8% en el año fiscal 2025 a un rango más sólido de entre el 10 y el 15% en los próximos años.
Las valoraciones recientes de las 100 principales empresas del país han caído por debajo de su promedio de los últimos 10 años, lo que representa una oportunidad de inversión atractiva. Con un punto de entrada más atractivo, los inversores tienen la posibilidad de capitalizar las perspectivas decrecimiento a largo plazo del país a medida que las ganancias corporativas se alinean con la recuperación. Sectores clave como tecnología, farmacéutico e infraestructura siguen bien posicionados para expandirse, impulsados tanto por la demanda interna como global.
La limitada exposición de India a los riesgos del comercio exterior es otro factor a su favor. Mientras muchas economías mayores lidian con las consecuencias de las tensiones geopolíticas y el aumento de los aranceles, la vulnerabilidad de India es relativamente baja. Su déficit comercial con EEUU, de 45.000 millones$, es considerablemente menor que el de muchas otras grandes economías, y una parte significativa de este déficit —alrededor del 25 %— proviene de exportaciones de medicamentos genéricos. Esta exposición limitada a posibles barreras comerciales proporciona a India una capa adicional de resiliencia ante las disrupciones globales.
De cara al futuro, India se prepara para un período de fuerte subida en las ganancias corporativas. Las proyecciones sugieren que, en los próximos 3 a 4 años, las ganancias empresariales se acelerarán hasta situarse en el rango de entre el 10-15%, impulsadas por un mayor gasto público, un entorno crediticio más favorable y un aumento del consumo interno. Las sólidas tendencias demográficas del país, junto con un entorno macroeconómico estable, seguirán proporcionando el respaldo y el impulso necesarios para el crecimiento.
En conjunto, las perspectivas económicas de India siguen siendo positivas. La flexibilidad fiscal del país, las políticas gubernamentales orientadas al crecimiento, las valoraciones atractivas y su limitada exposición a los riesgos del comercio global la convierten en un destino cada vez más interesante para los inversores. A medida que se recupera de su desaceleración de mitad de ciclo, India está bien posicionada para continuar con su trayectoria de incremento ascendente, ofreciendo oportunidades significativas en los próximos años.