Europa soportará el impacto de más malos datos

Miguel Ángel Valero

“Esperar lo inesperado demuestra un intelecto completamente moderno”, escribe Oscar Wilde en “Un marido ideal”. La cita es utilizada por un análisis de DWS que destaca que, dado que las expectativas de crecimiento europeo para 2025 ya son bajas, es difícil imaginar que los pronósticos se vean sorprendidos por nuevas malas noticias. "En esta época del año, merece la pena recordar hasta qué punto los resultados económicos reales pueden desafiar en ocasiones las expectativas consensuadas de los pronosticadores profesionales", señalan los analistas de DWS, que han elaborado un gráfico que examina las tasas de crecimiento de Estados Unidos y la zona euro que el consenso había previsto en distintos momentos de los dos últimos años, tanto para 2024 como para 2025.

"Tal vez recuerden que, durante gran parte de la mitad de 2023, la mayoría esperaba con confianza que Estados Unidos acabara entrando en recesión. En cambio, en 2024, los resultados reales de EE.UU. desafiaron a los detractores y las expectativas de crecimiento para 2025 recibieron otro impulso, tras las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre. Lo contrario ha ocurrido en la Eurozona, aunque los promedios ocultan tanto como revelan. Según muchas medidas, incluido el crecimiento, España ha sido uno de los países desarrollados con mejores resultados en 2024", subrayan.

Varias economías más pequeñas del Viejo Continente, tanto dentro de la Eurozona (como Grecia, Lituania e Irlanda) como fuera (Dinamarca y Noruega) también crecieron bien el año pasado, incluso para los estándares estadounidenses. 

Al menos hasta ahora, la sensación de malestar económico europeo parecía ser en gran medida un fenómeno germanoparlante en 2024, con Austria y Alemania especialmente afectadas. La turbulenta situación política en ambos países, así como en Francia, sin duda ha empañado el sentimiento. 

"La buena noticia, si se puede llamar así, es que cada vez sería más difícil sorprender negativamente a los pronosticadores. Dado que las expectativas de consenso para el crecimiento económico en la Eurozona son ya muy moderadas, el potencial de impacto de nuevas malas noticias parece limitado, al menos a este lado del charco", insisten estos expertos.

EEUU: solidez del mercado laboral en EEUU

Por su parte, Christian Scherrmann, Economista jefe para EE.UU. de DWS,. señala que el mercado laboral de EEUU volvió a mostrarse muy sólido, con 256.000 empleos añadidos en diciembre, mucho más de lo esperado. El repunte del comercio minorista impulsó la contratación, mientras que otros sectores mantuvieron un ritmo sólido. El sector de producción de bienes fue negativo, en línea con el sentimiento actual, que también puede verse afectado por el temor a la reanudación de las tensiones comerciales. Gracias a la fuerte contratación, con una tasa de participación que se mantuvo en el 62,5%, la tasa de paro volvió a bajar al 4,1%. 

A pesar de la fuerte demanda, los salarios no respondieron a la mayor actividad del mercado laboral, ya que aumentaron un 0,3% respecto al mes anterior, igual que en noviembre, y la medida interanual incluso bajó al 3,9% interanual, desde el 4,0% interanual. Esto concuerda con la valoración de los banqueros centrales de que, por el momento, no hay presiones inflacionistas adicionales procedentes de los mercados laborales y de que es poco probable que intensifiquen su reciente tono hawkish. 

El último informe sugiere que un recorte de tipos en enero está descartado y los mercados incluso han empezado a trasladar las expectativas de nuevos recortes a la segunda mitad del año. Queda por ver si la fortaleza de la contratación se debe o no a los resultados electorales. Pero si la fortaleza se mantiene, sin duda aboga por que la Fed mantenga los tipos más altos durante un poco más de lo que se esperaba hace tan sólo unos meses.