Miguel Ángel Valero
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, seguirá unos meses más aguantando los insultos de Donald Trump, que le tacha de 'Señor Demasiado Tarde' por no bajar los tipos a la velocidad que el presidente de EEUU exige. Y eso que fue él, en su primer mandato en la Casa Blanca, quien le puso al frente de la Fed.
Sigue, por tanto, el pulso, y el culebrón, porque la Fed mantuvo los tipos en el 4,25-4,5%. Pero Trump gana partidarios dentro de la Reserva Federal, quizás para colocarse en la 'pole' para suceder a Powell en mayo de 2026. Chris Waller, uno de los mejor colocados en las 'quinielas', y Michelle Bowman convirtieron la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC son sus siglas en inglés) en histórica, al ser la primera en 32 años en la que hay dos votos en contra de la tesis mayoritaria.
Los dos “prefirieron bajar un cuarto de punto los tipos de interés”, explica el comunicado de la Fed. “La mayoría del Comité opinaba que la inflación está un poco por encima del objetivo. Eso requiere, en mi opinión, una postura moderadamente restrictiva en este momento. Hubo dos disidentes, y valoramos que expresen su opinión. Fue una discusión interesante”, añade Powell en su comparecencia.
Pero el Señor Demasiado Tarde no cede: defiende la decisión de no tocar los tipos por quinta reunión consecutiva. Refuerza el mensaje de independencia respecto a la Casa Blanca: "La Fed no toma sus decisiones teniendo en cuenta las necesidades fiscales del Gobierno federal. Ningún banco central de una economía avanzada lo hace, y no sería bueno que lo hiciéramos, ya que no sería bueno ni para nuestra credibilidad ni para la credibilidad de la política fiscal de EEUU”.
Powell mantiene sus argumentos de siempre: frente a la resiliencia de la economía de EEUU (el PIB subió 7 décimas en el segundo trimestre), está la incertidumbre de los aranceles de Trump., por lo que conviene, una vez más, “esperar y ver” qué efectos acaban teniendo éstos en la inflación.
La Fed tiene dos misiones fundacionales: la estabilidad en los precios y el máximo empleo. En junio se superaron las expectativas con la creación de 147.000 puestos de trabajo, que dejaron la tasa de paro en el 4,1%. Pero la inflación subió tres décimas en términos interanuales, hasta el 2,7%, empujada, sobre todo, por los bienes sensibles a los aranceles como muebles y juguetes. “La inflación está empezando a dejarse sentir en los precios de los consumidores”, avisa Powell, aunque reconoce que se está produciendo a un ritmo “más lento de los que esperábamos al principio”.
Powell, además, no concedió pista alguna sobre lo que la Fed puede hacer en la próxima reunión: "No hemos decido nada sobre septiembre". Ahora mismo, las apuestas están por la primera bajada de tipos desde la vuelta de Trump a la Casa Blanca, con una probabilidad del 55%.