Miguel Ángel Valero
Tras aguantar el tipo la Fed, y su presidente, Jerome Powell, ante las presiones de Trump, el mercado sigue apostando que la Fed sí los bajará en septiembre, aunque los futuros se muestran ahora menos convincentes que antes de la reunión. Sobre todo, por las palabras de Powell: "No hemos decido nada sobre septiembre". Algunos analistas, como los de Banca March, apuestan por dos bajadas de tipos en lo que queda de año.
Tressis: el discurso de Powell en Jackson Hole será "clave"
Gabriel Justiniano, analista de Tressis, la sociedad de valores especializada en gestión de patrimonios y planificación financiera, reconoce su sorpresa sobre la votación: dos de los gobernadores –Michelle Bowman y Christopher Waller– no estuvieron de acuerdo con la mayoría y votaron por bajar los tipos de interés en lugar de dejarlos como están, dando como resultado un insólito 9 a 2. Es la primera vez desde 1993 que dos miembros del Consejo de Gobernadores votan contra la decisión unánime del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC).
Para no tocar los tipos, la Fed se basa en que el crecimiento económico se ha moderado en la primera mitad de 2025, aunque el empleo permanece fuerte y la tasa de paro sigue baja. En que la inflación general se mantiene algo por encima de la meta del 2%, y en que la incertidumbre sobre las perspectivas económicas sigue siendo “alta”. La postura del FOMC dependerá de cómo evolucionen los datos: evaluarán cuidadosamente la información entrante y los riesgos, ajustando la política monetaria sólo si fuera necesario para cumplir su doble mandato de mantener precios estables y pleno empleo.
Powell, en su comparecencia, califica la economía de EEUU como "sólida" y el mercado laboral de "equilibrado", pese a algunas señales de moderación en el consumo. Los tipos están “en el lugar adecuado” para abordar la incertidumbre por los aranceles y la inflación. Al insistir en que quedan dudas por resolver, Powell rebajó las expectativas de un recorte inminente en septiembre, señalando que no se han tomado decisiones sobre esa reunión futura. De hecho, los inversores ajustaron sus pronósticos: ahora solo ven un 45% de probabilidad de recorte para septiembre, frente al 55% anterior (según CME FedWatch).
Sobre el impacto de los aranceles comerciales, Powell reconoce que ha empezado a presionar al alza los precios de algunos productos, pero avisa que sus efectos completos pueden tardar meses en reflejarse en la economía. Hasta ahora, el efecto inflacionario ha sido más lento de lo esperado inicialmente. En cualquier caso, la decisión de "esperar y ver" les da un margen valioso para recopilar más datos antes de cualquier cambio de rumbo.
El próximo discurso de Powell en Jackson Hole, en agosto, será clave para esclarecer cómo encaran los responsables de política monetaria los riesgos al alza de la inflación frente a la fortaleza del empleo.
Creand: Trump amenaza la independencia de la Fed
"La atención estaba en si Powell dejaría entrever bajadas para la reunión de septiembre, cediendo a la agobiante presión de Trump. No fue el caso", señala David Macià Pérez, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra. "En la rueda de prensa dibujó una economía muy sólida aún, que no parece necesitar de estímulos del lado de la política monetaria. Y a pesar de que entiende razonable que el impacto de los aranceles sobre la inflación –que de momento no se advierte, contra toda lógica– pueda ser temporal, advirtió del riesgo de que termine siendo más persistente", añade.
"Nada de lo anterior debería sorprender a nadie. Lo más relevante de la reunión ayer hay que buscarlo en clave de la amenaza sobre la independencia del organismo. Powell termina mandato el próximo mayo, y Trump ha tenido ya un par de arrebatos de intentar cesarle –algo que, al margen de no ser a priori legal, sería muy mal recibido por los mercados. Una alternativa sería anunciar al sustituto de Powell antes de lo habitual, restando importancia a lo que haga Powell en adelante. Tal vez eso explique que dos de los gobernadores disintiesen de la decisión del Comité, algo que no sucedía desde 1993, postulándose como candidatos", apunta.
Franklin Templeton: la inflación subyacente impide la bajada de tipos
Josh Jamner, Senior Investment Strategy de Clearbridge, aporta otra visión: "el informe del PIB del segundo trimestre, bastante confuso, superó las expectativas, pero mostró una tendencia subyacente más lenta del impulso económico una vez que se tuvieron en cuenta las distorsiones relacionadas con el comercio. El 3 % del PIB se vio impulsado por una fuerte reducción de las importaciones, que elevó la cifra general en un 5,2 %, lo que supuso un cambio con respecto al descenso del 4,8 % del primer trimestre, ya que los importadores se apresuraron a traer mercancías a Estados Unidos antes de la entrada en vigor de los aranceles del Día de la Liberación. Una vez finalizada esa actividad, los consumidores y las empresas están recortando gastos y las ventas finales a compradores privados nacionales —un concepto 'básico' del PIB que excluye el comercio, las reservas y el gasto público— solo aumentaron un 1,2 %, la cifra más baja desde finales de 2022. Además, la publicación del PIB implica una lectura más sólida del PCE básico, así como revisiones al alza de los meses anteriores, lo que socava los argumentos a favor de una bajada de tipos por parte de la Fed a corto plazo y empuja al alza los rendimientos de los bonos del Tesoro en toda la curva".
Payden & Rygel: no habrá recesión pero sí bajada de tipos
Jeffrey Cleveland, jefe economista de Payden & Rygel, destaca que la primera mitad de 2025 se caracterizó por fuertes fluctuaciones en los mercados financieros, relacionadas principalmente con el clima de incertidumbre generado por la introducción de nuevos aranceles por parte de la administración Trump a principios de abril, cuando el S&P 500 sufrió una caída global del 19 % con respecto a su máximo, lo que alimentó los rumores de una inminente entrada de EEUU en recesión.
Sin embargo, una vez absorbido el impacto inicial, con el inicio de las negociaciones, la alarma se apagó y las Bolsas recuperaron por completo la caída posterior al Día de la Liberación, mientras que los diferenciales de los bonos corporativos de alto rendimiento se redujeron en las últimas semanas hasta alcanzar su nivel más bajo del último año. En cuanto a la inflación, en los últimos tres meses los índices básicos han registrado un marcado enfriamiento, con la lectura mensual del PCE básico alcanzando una media del 0,14 %, la cifra más baja del ciclo actual.
Las sorpresas en materia de política comercial y fiscal, junto con los temores de una escalada de despidos y recortes en el presupuesto federal, han provocado el debilitamiento del dólar y un rápido deterioro de las expectativas de crecimiento de la economía estadounidense, pero, al final, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) se concretó en solo 9.400 millones$ en recortes presentados al Congreso, lo que equivale al 0,14 % del gasto federal total de2024. El número de despidos de empleados públicos también ha disminuido desde marzo y el gasto federal para 2025 parece incluso estar a punto de superar en una cuarta parte al del año pasado.
Durante el primer trimestre, si bien el PIB nominal se contrajo debido a la caída de las importaciones, el PIB subyacente mantuvo un ritmo de crecimiento positivo, sin tener en cuenta los componentes más volátiles, como el comercio y el gasto público. Sin ignorar los riesgos que la introducción de nuevos aranceles supone para la economía, al gravar de facto a las familias y las empresas, "creemos que EEUU todavía es capaz de evitar una recesión, gracias sobre todo a un mercado laboral saludable, capaz de sostener el consumo".
De hecho, la tasa de paro se mantuvo estable en el 4,2 % durante los primeros meses del año, para luego descender al 4,1 % en junio, pero, al mismo tiempo, el crecimiento del empleo se ha estancado. Esto se debe a que la contracción de la población activa, debida en parte a las restricciones a la inmigración y a los decretos de expulsión, ha contribuido a la estabilidad de la tasa de desempleo, a pesar de la ligera desaceleración de la contratación. En realidad, estos periodos son poco frecuentes, ya que el desempleo tiende a disminuir lentamente o a aumentar vertiginosamente. "Creemos que los riesgos a la baja para el crecimiento del empleo superarán la presión al alza derivada de la contracción de la población activa, lo que provocará un aumento gradual de la tasa de desempleo en los próximos meses. Esto se debe, entre otras cosas, a que las revisiones a la baja de los datos anteriores sugieren una nueva desaceleración de la contratación en el futuro, mientras que el aumento de las solicitudes continuadas de prestaciones por desempleo indica que los trabajadores necesitan más tiempo para encontrar un nuevo empleo", apunta este experto.
En la primera mitad del año, la Reserva Federal mantuvo una política monetaria restrictiva, con los tipos de los fondos federales estables en el rango del 4,25-4,5%, debido a las amenazas arancelarias y a la solidez del mercado laboral estadounidense, aunque la caída de las expectativas de crecimiento provocó una reducción de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 2 y a 10 años.
"Con cuatro reuniones aún por celebrar, creemos probable que la Fed reduzca el tipo de referencia en 75 puntos básicos antes de diciembre, frente a los 100 pb de recortes previstos a principios de año", a pesar de que, según la última serie de proyecciones económicas de junio, la mediana de los responsables políticos solo contempla dos recortes de 25 pb antes de finales de diciembre. De hecho, si la inflación se mantiene contenida o la tasa de desempleo supera el 4,3%, la Fed podría volver a recortar los tipos de interés.
La demanda de los inversores por la prima a plazo para mantener títulos del Tesoro estadounidense ha aumentado debido a las preocupaciones fiscales y, dado que el déficit presupuestario federal de EEUU podría situarse aún en torno al 6-7% del PIB nominal para 2025 y 2026, la prima a plazo debería mantenerse elevada. Sin embargo, las expectativas de inflación y el tipo de interés de los fondos federales desempeñan un papel mucho más importante para los rendimientos que la prima a plazo. Por lo tanto, incluso si esta última se mantuviera elevada, este experto vaticina una caída del rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años, gracias a la moderación de los precios y a la bajada de los tipos de interés.
En general, una Fed acomodaticia debería provocar un debilitamiento del dólar, siempre que Estados Unidos consiga evitar una recesión, y, dado que otros bancos centrales, como el BCE y el Banco de Canadá, se están acercando al final del ciclo de flexibilización, "para la segunda mitad del año nos inclinamos a pensar que EEUU procederá a recortes más agresivos, lo que provocará un mayor debilitamiento del dólar, aunque no creemos que se esté produciendo una fuga de capitales y, por el momento, no hay alternativas válidas al mercado de bonos del Tesoro estadounidense".
En conclusión, la contención de la inflación subyacente hasta finales de año parece un objetivo aún alcanzable: aunque los precios de los bienes de consumo aumentaran durante el verano, como efecto retardado de los nuevos aranceles, la caída de los servicios —que tienen un mayor peso en el índice de precios al consumo— debería compensarlos. Mientras el crecimiento del empleo se mantenga positivo, "no parece plausible que EEUU entre en recesión". "Creemos que la tendencia registrada en el primer semestre, con un consumo en desaceleración pero aún sólido, continuará durante el resto del año. Por el momento, no parece probable una nueva aceleración: con un PIB real del 2,6 % en términos interanuales en el segundo trimestre, para superar el 2,5% en términos interanuales en 2025, el crecimiento debería aumentar a una tasa anual del 4 % en el tercer y cuarto trimestre, un ritmo que no se ha visto desde la recuperación post-COVID en 2021", argumenta.
Microsoft y Meta baten claramente al mercado
Por otra parte, están los resultados de las empresas. Microsoft y Meta baten de largo las previsiones de mercado. En el caso de Microsoft, la inteligencia artificial impulsaba el crecimiento trimestral del beneficio neto e ingresos del grupo en un 15%. Las cifras fueron incluso mejores en el caso de Meta, con avances del 36% en beneficio neto y 22% en ventas.
Jesse Cohen, analista senior en Investing.com, apunta: Los excelentes resultados financieros de Meta y el aumento de sus previsiones ponen de relieve cómo la IA se está convirtiendo en un verdadero motor de ingresos, y no solo en una moda pasajera. Desde la segmentación publicitaria hasta el descubrimiento de contenidos, Meta está demostrando cómo implementar la IA a gran escala, y Wall Street lo está recompensando. La continua inversión masiva de la empresa en infraestructura de IA indica que está apostando a largo plazo y por los modelos fundamentales y la potencia de cálculo.
Meta señaló que las herramientas impulsadas por la IA, como Advantage+, y los algoritmos mejorados de segmentación publicitaria han sido los principales impulsores del rendimiento publicitario este trimestre. Estos sistemas ayudan a los anunciantes a llegar al público adecuado de forma más eficiente, incluso cuando persiste la pérdida de señal debido a los cambios en la privacidad.
En cuanto al compromiso, las recomendaciones de contenido impulsadas por la IA, especialmente en Reels y en el Feed, han mantenido a los usuarios más comprometidos, lo que ha aumentado el tiempo de permanencia.
Aunque los obstáculos normativos siguen siendo un riesgo, el giro de Meta hacia el aprendizaje en el dispositivo y la IA que preserva la privacidad podría ayudar a mantener estas ganancias a largo plazo.
Thomas Monteiro, analista senior en Investing.com, señala: No es de extrañar que Microsoft, impulsada por otro trimestre de demanda masiva y generalizada de servicios en la nube, haya obtenido unos resultados sólidos. Y aunque el rendimiento superó las expectativas, especialmente gracias a la adopción de la IA corporativa, que sigue siendo resistente a nivel mundial a pesar de las dificultades macroeconómicas, lo realmente importante es cómo se está situando Microsoft para el año fiscal 2026.
Con unas perspectivas de gasto corporativo más estables y una mejora del entorno de tipos de interés, parece muy probable, si no seguro, que la empresa pueda mantener la tasa de crecimiento actual de Azure, situada en torno al 35 %. Esto daría lugar a una combinación de ingresos más saludable y con mayores márgenes en los próximos trimestres.
Si se mantiene este crecimiento, se reduciría significativamente el riesgo de que Microsoft tuviera que replantearse su enorme inversión en IA, incluso si aumentara la presión competitiva. La capacidad de la empresa para equilibrar la fuerte inversión en IA con la expansión de los márgenes demuestra que puede crecer de manera eficiente hasta el año fiscal 2026, independientemente de los retos externos.
Si se combina el liderazgo de Microsoft en el suministro de la infraestructura en la nube que impulsa la revolución de la IA con los fuertes indicios de expansión continua, es difícil imaginar un escenario en el que la empresa pierda su corona.
Además, en un momento en el que la demanda por las herramientas de codificación con IA no deja de crecer y cada vez hay más alternativas en el mercado, GitHub Copilot sigue consolidándose como la plataforma de referencia, tanto por usuarios individuales como por organizaciones:
GitHub Copilot ya supera los 20 millones de usuarios (frente a los más de 15 millones del tercer trimestre) y lo utilizan más del 90% de las empresas del Fortune 100. El número de clientes de GitHub Copilot Enterprise creció un 75 % con respecto al trimestre anterior. Los proyectos de IA en GitHub se han más que duplicado en el último año. El agente de revisión de código de GitHub se utiliza intensamente en la plataforma, realizando millones de revisiones cada mes.
Todo esto llega tras el lanzamiento de nuevas funcionalidades que ofrecen a los desarrolladores herramientas potentes para optimizar su flujo de trabajo, incluyendo un agente de codificación autónomo que les permite delegar tareas rutinarias para centrarse en probar, iterar y avanzar con mayor agilidad.
Thomas Dohmke, CEO de GitHub, añade: "todo se debe a la determinación. No es ningún secreto que el mercado introducido por Copilot se ha calentado. Durante el año pasado, increíbles startups y fundadores han creado y escalado grandes productos que encontraron una tracción real. La verdadera medida de una empresa nunca se extrae durante su ola de exageración, sino por su resistencia cuando se prueba la presión".
"Los Hubbers de GitHub agacharon la cabeza, trataron la presión como un privilegio e innovamos. El año pasado, enviamos más de 230 actualizaciones a GitHub Copilot, convirtiéndonos en la primera solución multimodelo en Microsoft, en asociación con Anthropic, Google y OpenAI. Habilitamos Copilot Free para millones e introdujimos el modo de agente sincrónico en VS Code, hasta Spark y el agente de codificación nativo de GitHub. No podría estar más orgulloso de mis colegas. Incluso con todas las limitaciones a las que nos hemos enfrentado, demostramos que un poco de agallas gana el juego", subraya.