24 Jul
24Jul

Miguel Ángel Valero

Los analistas de Banca March creen que, tras la reunión de hoy y la pausa en el proceso de bajada de tipos, el Banco Central Europeo gana tiempo para conocer como acaban las negociaciones arancelarias y qué efecto tendrá sobre la economía europea. Con el tipo en niveles de equilibrio, la reflexión vendrá en la siguiente reunión en la que una inesperada caída de la actividad acompañada con un retroceso en la inflación podría abrir la puerta a una nueva bajada. "Nuestro escenario base sigue siendo que los tipos oficiales se mantendrán en el 2% hasta finales de año", señalan.

En Ebury, explican que esta decisión del BCE se justifica tanto por la mayor incertidumbre, que la presidenta Lagarde ha destacado en repetidas ocasiones durante la rueda de prensa, como por la magnitud de las últimas bajadas, ya que el nivel actual de los tipos puede considerarse 'objetivo'. Los comunicados de la presidenta Lagarde, que "en nuestra opinión fueron moderadamente hawkish, provocaron que el mercado haya dejado de descontar plenamente una nueva bajada de tipos, no solo este año, sino también el siguiente". 

Lagarde, como ya nos tiene acostumbrados, habló mucho de la dependencia de los datos, evitando al mismo tiempo hacer declaraciones sobre los próximos movimientos del banco. Esquivó hábilmente la pregunta sobre la bajada de tipos en otoño, que se incluyó en el escenario base del BCE en junio. En repetidas ocasiones destacó los buenos datos de inflación, que se encuentra actualmente en el nivel objetivo y debería mantenerse en él a medio plazo, e hizo hincapié en cuestiones relacionadas con la economía, que, en la opinión del banco, sigue mostrando cierta resiliencia. 

Esto supuso una gran sorpresa a la luz de las declaraciones del vicepresidente del BCE Luis de Guindos durante el Foro de Sintra, en las que señaló que el crecimiento sigue siendo débil y que, en su opinión, el segundo y tercer trimestre traerán un crecimiento nulo. 

La principal diferencia con respecto al comunicado del BCE en junio fue la "incertidumbre", que en Ebury consideran "la palabra clave de esta reunión de julio". El BCE sigue atento a la evolución de las negociaciones sobre el acuerdo comercial entre la UE y EEUU. Parece más probable que se alcance un consenso entre las partes, por lo que el comunicado del banco en septiembre podría ser algo más tajante. 

Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, opina: "El BCE se mantiene a la espera. El conflicto comercial determina el rumbo de la política monetaria. Como se esperaba, la declaración de política monetaria y la conferencia de prensa del BCE contuvieron pocas sorpresas. Tras reducir el tipo de interés de depósito en 200 puntos básicos (pb), hasta el 2%, el BCE dejó sin cambios los tipos de interés clave en julio. Al ser preguntada, la presidenta del BCE, Lagarde, confirmó que el banco central se mantiene a la espera, adoptando una actitud expectante, pero bien posicionado en este entorno económico de alta incertidumbre. Por lo tanto, el BCE seguirá dependiendo de los datos y las decisiones se tomarán reunión por reunión, sin comprometerse previamente con una trayectoria específica de política monetaria".

"Basándose únicamente en la evolución económica y la inflación, hay poco margen para un nuevo recorte de los tipos de interés. La economía se está desempeñando mejor de lo esperado en algunas áreas y ha demostrado resiliencia a pesar de los importantes riesgos. La tasa de inflación se encuentra dentro del rango objetivo del banco central. Una posible infravaloración por debajo de este objetivo, como se muestra en las proyecciones para 2026, no debe sobreinterpretarse. En última instancia, lo que importa es la perspectiva a medio plazo del 2%. Sin embargo, si aún hay margen para nuevas bajadas de tipos de interés depende en última instancia de la política arancelaria: ¿Cuál será el nivel de los aranceles? ¿Se alcanzará rápidamente un acuerdo para reducir la incertidumbre económica? ¿Qué efecto tendrá esto en la economía? Todo sigue siendo incierto. Los datos de las próximas semanas indicarán si aún es probable una bajada de tipos de interés en septiembre" , explica.

Por su parte, Paul Saint-Pasteur, gestor del equipo de Global Fixed Income de Payden & Rygel considera que la presidenta Christine Lagarde ha anunciado que el BCE se encuentra actualmente en una fase de 'esperar y observar', tras mantener los tipos de interés sin cambios por primera vez en más de un año. La decisión refleja la persistente incertidumbre relacionada con las tensiones comerciales con EEUU, y el tipo de depósito se ha confirmado en el 2%, en línea con las previsiones de la mayoría de los analistas del mercado.

Con una inflación actual del 2%, Lagarde ha subrayado que el BCE dispone del margen necesario para seguir de cerca la evolución del contexto económico en los próximos meses. Por el momento, no se ha dado ninguna orientación sobre las medidas futuras, lo que deja abiertas las preguntas sobre posibles recortes adicionales de los tipos tras los ocho recortes ya aplicados desde junio de 2024.

Aunque la economía de la zona del euro ha demostrado cierta resistencia, el panorama general sigue caracterizado por una gran incertidumbre, alimentada no solo por las disputas comerciales internacionales, sino también por el fortalecimiento del euro y el aumento del gasto público en infraestructuras y defensa. Los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años mantuvieron su tendencia al alza, situándose en el 2,70 %, el nivel más alto de la última semana, tras los sólidos datos sobre el empleo en EEUU. En el frente monetario, el euro se ha fortalecido frente a la libra esterlina y el yen, manteniéndose prácticamente estable frente a un dólar en alza, en 1,177.


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