El pasado viernes, 20 de junio, se celebró la ceremonia de entrega de los Premios de Periodismo de la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), que pretende ser un reconocimiento al "trabajo riguroso y comprometido de quienes contribuyen a explicar la economía con claridad y responsabilidad", como destacaba una de las integrantes del jurado, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero.
Los premiados, que se conocen desde mayo, fueron Carlos Sánchez, de El Confidencial, y Alejandra Olcese, de El Mundo. Como era de esperar, sus intervenciones se basaron en que reconocer el periodismo económico de calidad es apostar por la transparencia y el debate informado. Me gustó especialmente tres mensajes de Carlos Sánchez: "es verdad que estamos cerca del poder, pero no lo somos, ni siquiera somos el cuarto"; "el mejor periodismo es el de toda la vida"; y la denuncia de los "intrusos".
Pero lo realmente llamativo del acto es que quedó deslucido por la ausencia de periodistas en el precioso auditorio de la CNMC, pese a ser un premio a colegas. Había el triple de directores de Comunicación y profesionales de este negociado de las empresas, sobre todo de las patrocinadoras, que periodistas económicos en activo. Incluso, más responsables de agencias de comunicación, y otros 'cazadores' de cuentas y de clientes, que 'plumillas'.
La verdad es que lo más interesante fue la bebé de la familia Olcese, que se esforzó para que no alteraran sus lloros y sus demandas el acto de entrega.
La Junta Directiva de la Apie debería reflexionar sobre la escasa participación de periodistas en activo en el acto. Y sobre su nula difusión: he tenido que buscarme la vida para conseguir una fotografía del jurado y de los premiados, que brilla por su ausencia en la web de la Apie, que tampoco ha publicado referencia alguna de la entrega de los Premios.
En los escasos corrillos posteriores, unanimidad en los comentarios: la caída en picado de la calidad y del interés informativo del curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, que con el patrocinio del BBVA comienzan mañana lunes, 23 de junio, hasta el viernes 30.
Al margen de la 'deserción' de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, más que esperada con lo que está pasando; y la hábil jugada del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que cambia su participación en el acto de inauguración por una intervención por videoconferencia el martes, una vez celebrado el Consejo de Ministros y se conozca su decisión sobre la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell, el curso no trata de ninguna de las cuestiones que preocupan ahora mismo a los periodistas: los aranceles; la defensa de Europa, el conflicto entre Irán y EEUU e Israel, la geopolítica; y el apagón.
El programa del curso, teóricamente sobre los 40 años de España en la Unión Europea, es un batiburrillo en el que sus directores se han limitado a un encaje de bolillos (tarea bien remunerada para tan escaso trabajo) para ubicar a los ponentes habituales, sin casi novedades.
Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Carlos Cuerpo; Carlos Torres, presidente del BBVA, en la apertura. Luego, Carlos San Basilio, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuando la tradición manda que los supervisores (espantada espectacular del gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, que ni siquiera envía a la subgobernadora, Soledad Núñez) cierren el curso. A ver cómo se las arregla para contestar a las preguntas sobre la OPA hostil y sobre si es pasividad o no la posible venta del TSB en medio de esta operación. Y una de las escasas novedades: José Juan Ruiz, presidente del Real Instituto Elcano, por lo que al menos se hablará de geopolítica, y que tiene su interés también porque fue miembro del equipo negociador para la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea.
El martes, un cóctel con las siempre interesantes presidentas de la Airef, Cristina Herrero, que además se despide como tal de este foro (su mandato vence en marzo de 2026, y la verdad es que se la echará de menos por su esfuerzo didáctico en algo tan arduo como las cifras macro y las previsiones) y de la CNMC, Cani Fernández; el presidente de Mapfre, Antonio Huertas; el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, otra máquina de fabricar titulares. Y por la tarde, a la hora de la siesta, Jordi Esteve, socio de PWC, y Pilar Galán, socia de KPMG, tendrán público gracias a que luego interviene por videoconferencia Carlos Cuerpo. El protagonista del día.
El miércoles, más batiburrillo: el inevitable representante del BBVA, Peio Belausteguigoitia, country mánager de España; Carlos Aso, consejero delegado de Andbank, que dará sin duda más de un titular sobre la situación de Banca Privada, además de sus siempre interesantes planteamientos; Antonio Romero, director general de Ceca (una de las pocas novedades, y desde luego un acierto) y el morbo que supone la presencia de César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell. Por la tarde, los sindicatos: Unai Sordo, recientemente reelegido secretario general de Comisiones Obreras, y Lola Navarro Giménez, vicesecretaria general de UGT, que cubre la ausencia del habitual en estas lides, el secretario general, Pepe Álvarez.
El jueves, más de lo mismo: Julián Núñez, presidente de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan); Marina Serrano, presidenta de Asociación Española de Energía Eléctrica (Aelec); Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), y Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Al menos, por la tarde, libre, seguramente para hacer la 'digestión' de la avalancha de titulares que se produzca por la mañana.
Y el viernes, las tradicionales intervenciones de los supervisores han sido sustituidas por Miguel Ángel Panduro, consejero delegado de Hispasat, por lo que al menos alguien hablará de defensa y del pujante sector espacial, y por el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, que clausurará, con su gracejo habitual, un curso de la Apie que pasará a la historia, desgraciadamente, por la mediocridad de su planteamiento y ejecución.
Otro acierto es el relevo de La Posada del Mar (¡quién te ha visto y quién te ve!) por De Luz. Ya que, al menos en el comedor de la UIMP, la calidad brilla por su ausencia, cenaremos bien el primer día. Ya veremos, los demás.
Me constan las quejas de muchos compañeros por el pésimo planteamiento del curso a la Junta Directiva de la Apie y, especialmente, a la presidenta, Macarena Muñoz, y también al pobre Vicente Fernández de Bobadilla, secretario y responsable de comunicación, que no tiene culpa alguna de este desaguisado. Una oportunidad más para reflexionar sobre este evento, y para tomar decisiones. Porque, si no, la cuestión irá más lejos: ¿para qué sirve la Apie?