Miguel Ángel Valero
"Desde las elecciones presidenciales de noviembre, hemos sido testigos de un giro bastante extraordinario en la percepción que tiene el mercado de los aranceles estadounidenses. Ante la expectativa de que Trump 2.0 traería consigo una mayor inflación y una Reserva Federal más hawkish, el índice del dólar estadounidense subió alrededor de un 8% en el último trimestre de 2024. Desde entonces la situación ha cambiado por completo y los inversores temen cada vez más que los aranceles y la gran incertidumbre que ha generado la política comercial de Trump puedan llevar a la economía estadounidense a una recesión este año", señala Matthew Ryan, director de Estrategia de Mercado de Ebury, en el informe Pronósticos FX del G10. La apuesta arancelaria de Trump desencadena una oleada de ventas de activosestadounidenses.
El mercado ha puesto en tela de juicio la posición de EEUU como referente en cuanto a solidez institucional, resiliencia económica y libre comercio, dada la manera caótica e impulsiva en la que se anunciaron y posteriormente se suspendieron los aranceles. Esto ha desencadenado una caída simultánea de los mercados bursátiles, los bonos del Tesoro y el dólar, una coincidencia bastante notable y sin precedentes, especialmente en periodos de gran tensión e incertidumbre en los mercados.
Los mercados financieros se vieron sacudidos tras el anuncio de los aranceles 'recíprocos' del presidente Trump. Las medidas arancelarias en sí mismas no eran inesperadas, pero fue la severidad y el alcance de las mismas lo que sorprendió a los mercados. La lógica económica sugería que unos aranceles más elevados por parte de EEUU serían alcistas para el dólar, sobre todo porque la moneda refugio tiende a repuntar en períodos de turbulencias en los mercados.
Sin embargo, esta vez no ha sido así, sino todo lo contrario, y los expertos de Ebury lo atribuyen en a los siguientes factores:
La suspensión durante 90 días de los aranceles superiores al 10% ha supuesto un gran alivio para los mercados bursátiles estadounidenses, provocando la mayor subida en un solo día del índice Nasdaq Composite desde 2001. "En cierta medida, creemos que era previsible que se suavizaran los aranceles, dado el inevitable y profundo impacto que tendrían en la economía estadounidense. Sin embargo, este giro de 180 grados se ha producido mucho antes de lo que esperábamos, ya que Trump parece haberse asustado por la reacción de los mercados, en particular por la fuerte caída de los bonos del Tesoro, que registró una de las mayores caídas semanales en más de cuatro décadas". señala Ryan.
A pesar del repentino cambio de opinión de Trump, la economía estadounidense parece que se verá muy afectada por los aranceles, ya que los flujos comerciales se contraen, la inflación repunta, las empresas retrasan sus decisiones de inversión y contratación, y los consumidores se ajustan el cinturón debido a la gran incertidumbre y las caídas bursátiles. "Será difícil evitar una recesión en la segunda mitad de 2025", añade el experto de Ebury, que destaca cómo las empresas han adelantado sus pedidos para anticiparse a la entrada en vigor de los aranceles.
"Hemos cambiado nuestra opinión sobre el dólar, pasando de una postura moderadamente alcista a una bajista ahora. Los indicios de que se está recuperando algo de cordura e nla Casa Blanca, gracias a Bessent y Lutnick, son alentadores para el dólar. Los avances en las negociaciones comerciales deberían ser positivas para el dólar, y esperamos que recupere parte del terreno perdido si se reducen los aranceles. Esto limitaría el impacto en la economía estadounidense y aliviaría la presión sobre la Fed para recortar tipos de forma agresiva", subraya Ryan.
No obstante, la confianza en los activos estadounidenses se ha visto sacudida, y se ha puesto en tela de juicio la opinión generalizada de que EEUU es un mercado seguro y fiable para los inversores. El hecho de que no se vislumbre un final para la manera incoherente y caótica en la que se están tomando decisiones en la Casa Blanca es alarmante y podría acelerar el proceso de desdolarización, por el cual los inversores de todo el mundo aplican una mayor prima de riesgo a los activos estadounidenses y buscan refugio en activos de otros mercados. "En consecuencia, revisamos a la baja nuestras previsiones para el dólar de forma generalizada", insisten en Ebury.
El euro se ha convertido en un refugio seguro de facto
"El euro se ha convertido en un refugio seguro de facto y en la mejor alternativa al dólar estadounidense desde que el Día de la Liberación de Trump sacudió los mercados financieros", resalta el director de Estrategia de Mercado de Ebury.
En lo que tradicionalmente se consideraría un movimiento contraintuitivo, el tipo de cambio del euro frente al dólar estadounidense superó a principios de este mes el nivel de 1,15, alcanzando su cotización más alta desde finales de 2021. La pérdida de confianza en los activos estadounidenses desde el anuncio de los aranceles ha supuesto un impulso alcista para el euro, ya que los inversores buscan sustitutos de bajo riesgo, estables y líquidos.
El histórico paquete fiscal alemán, que permitirá una relajación del freno a la deuda y una inyección de 500.000 millones€ en proyectos de infraestructura, ha impulsado aún más la moneda única europea.
Las perspectivas de crecimiento en la zona euro siguen siendo frágiles, sobre todo debido a la amenaza de los aranceles, y el Banco Central Europeo parece dispuesto a seguir recortando los tipos de interés a un ritmo agresivo. "Sin embargo, hemos revisado al alza nuestros pronósticos para el euro desde nuestra última actualización y ahora prevemos sólidas ganancias para la moneda común frente al dólar en nuestro horizonte de predicción. Creemos que el euro sigue estando bien posicionado para beneficiarse de la errática toma de decisiones en la Casa Blanca y de una convergencia del rendimiento económico entre EEUU y la zona euro, que podría verse acentuada por las medidas de estímulo fiscal europeas", concluye Ryan.