El derrumbe del puente de Baltimore ampliará el ya abultado déficit fiscal de EEUU

Miguel Ángel Valero

El derrumbe del puente ha provocado el cierre del puerto de Baltimore, afectando a unos 15.300 empleos directos y a cerca de 140.000 empleos relacionados con las actividades portuarias. La interrupción en uno de los puertos más transitados en la parte atlántica de EEUU no solo afecta a los conductores locales, sino que está generando trastornos en las cadenas de suministros, perjudicando a las industrias que dependen del Puerto de Baltimore para sus importaciones y exportaciones.

El puerto de Baltimore es el 17º del país en tonelaje total anual de carga (en 2023 pasaron por allí 52,3 millones de toneladas, y 850.000 coches), por lo que su cierre tendrá repercusiones más amplias en la economía. Maneja una cantidad sustancial de carga extranjera, incluyendo automóviles, camiones y otras mercancías, por lo que es un componente crítico en la cadena de suministro estadounidense. Esta interrupción provoca retrasos, aumento de costes y escasez potencial para las empresas y los consumidores.

Wallenius Wilhelmsen, una de las mayores empresas de transporte marítimo de automóviles del mundo, avisa perderá hasta 10 millones$. El tráfico de camiones por la zona ha pasado de 2.896 diarios a 427. Y las autoridades locales estiman que cada día de bloqueo del puerto se pierden 200 millones$.

La reconstrucción del puente será un reto enorme que requerirá importantes fuentes de financiación, incluidos bonos municipales y dinero de la Ley Bipartidista de Infraestructuras. El presidente Biden asegura que el Gobierno federal, con el apoyo del Congreso, cubrirá todo el coste de la reconstrucción del puente.

Althea Spinozzi, directora de Renta Fija de Saxo Bank, destaca que esto significa que se necesita más financiación del Congreso, que se suma al dinero ya destinado a Ucrania, Israel y la frontera suroeste, así como la necesidad de que el Tesoro de EE.UU. aumente sus ventas de deuda para gestionar los pagos de intereses. "Esto podría ampliar el déficit fiscal, afectando potencialmente a los bonos del Tesoro de EE.UU., a pesar de los recortes de tipos previstos por la Fed y la reducción de su balance, que podrían haber sido positivos. El riesgo de inflación por el colapso del puente es otra preocupación para los tenedores de bonos, que podrían querer una prima de plazo más alta para los bonos a más largo plazo. Por lo tanto, podría ser prudente ser cauteloso con los bonos del Tesoro de EE.UU. a largo plazo, mientras que el extremo corto de la curva de rendimiento podría ofrecer un mejor equilibrio riesgo-recompensa", advierte.

Una factura de 4.000 millones$ para el seguro

El derrumbe del puente Francis Scott Key en Baltimore pasará al seguro una factura de entre 2.000 millones y 4.000 millones$, por lo que se convertirá en el mayor siniestro de seguros marítimos de la historia, superando los 1.500 millones de impacto del naufragio del Costa Concordia en el Mediterráneo en 2012.

Pero son cálculos preliminares, ya que la pérdida asegurada final dependerá de la duración del bloqueo del puerto y de la naturaleza de la cobertura de interrupción de la actividad.

S&P Global Ratings explica que la mayoría de los seguros marítimos del mundo los proporciona el International Group of P&I Clubs (IG), que ha cedido la mayor parte del riesgo por el siniestro del puente de Baltimore al mercado mundial del reaseguro. Si se activa el programa del IG, el sector mundial del reaseguro podría afrontar una pérdida máxima de 3.000 millones$. 

Pese a que puede llegar a ser uno de los mayores siniestros marítimos de la historia, "las reaseguradoras mundiales serán capaces de gestionar un evento de esta magnitud, sin impacto alguno en las calificaciones por el momento”, insiste el análisis de la agencia de rating. “Es un acontecimiento manejable para el sector del reaseguro. Ya ha habido grandes siniestros similares. El naufragio del Costa Concordia en 2012 muestra cómo el sector del reaseguro ha gestionado pérdidas netas de una magnitud similar en el pasado”, subraya, al tiempo que destaca "los buenos resultados de suscripción del sector del reaseguro en 2023”, la tendencia de precios “favorable”, que sugiere que los resultados de suscripción seguirán siendo buenos en 2024.

Analistas de Barclays Bank estiman que las aseguradoras se enfrentarán a reclamaciones por 3.000 millones$ (2.780 millones€). Pero queda un largo proceso para determinar las responsabilidades por el accidente y calcular las indemnizaciones. El consejero delegado de Lloyd’s of London, John Neal, reconoce que este siniestro “tiene el potencial de ser una de las pérdidas marítimas más grandes de la historia, se trata de pérdidas de miles de millones de dólares, pero es un poco pronto para decir lo que realmente va a costar”.

La agencia de calificación Fitch precisa que el coste final por el derrumbe del puente de Baltimore será muy elevado, pero que se repartirá ampliamente entre las compañía de seguros, y no tendrá un impacto en la nota de los grandes reaseguradores, incluidos AXA XL, el principal suscriptor de la póliza de reaseguro del puente, Munich Re, Swiss Re, Scor, Hannover y Lloyds of London: “La sindicación del programa de reaseguro conlleva una participación limitada en las pérdidas brutas para los reaseguradores individuales. Se entiende que a cobertura de seguro del puente está fuertemente reasegurada, y las pérdidas estarán probablemente sujetas a la subrogación de las partes responsables”.
Las firmas que participan en el pool de reaseguro del Grupo Internacional de Clubes de Protección e Indemnización (P&I) asumirán la mayor parte de las pérdidas aseguradas de este siniestro. Son más de 80 reaseguradoras, entre ellas 20 de los 25 principales. Los P&I clubes cuentan con una cobertura de reaseguro de 3.000 millones. 

Loretta Worters, portavoz del Insurance Information Institute, aporta más datos. Dalí, el buque de carga que ha provocado el siniestro es propiedad de Grace Ocean, gestionado por Synergy Marine, y está cubierto por The Britannia Steam Ship Insurance Association (Britannia P&I Club). El valor del puente se estima en los 1.200 millones$, pero aún no se sabe si el límite asegurado en la colocación de la propiedad cubrirá totalmente la sustitución. Chubb es la aseguradora principal del puente, pero lo habitual es que cualquier reclamación se subrogue al seguro del armador. Los puentes suelen estar cubiertos por el mercado de seguros de navegación interior. El seguro de Responsabilidad Civil también protege a los propietarios de puentes de las reclamaciones legales derivadas de accidentes y lesiones.

El seguro de interrupción del negocio jugará un papel relevante, ya que deberá compensar la pérdida de ingresos o los costes incurridos durante la reparación o reconstrucción del puente. "Es probable que este derrumbe provoque enormes trastornos tanto en el transporte marítimo... como en las carreteras, por lo que podría haber problemas en la cadena de suministro. También hay que tener en cuenta la limpieza de los escombros y los costes de reconstrucción, que serán enormes", insiste Loretta Worters.

Al menos, se descarta que sea un siniestro para el medio ambiente. Britannia P&I Club afirma en un comunicado que no se había producido contaminación alguna asociada al derrumbe del puente.