El paro bajará un 4,1% en el 2º semestre, y el 4,6% en el tercero

Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, precisa que "el escenario internacional introduce una elevada dosis de incertidumbre en las perspectivas económicas. La intensificación de la guerra comercial entre las grandes potencias económicas, el repunte del proteccionismo y la volatilidad de los mercados financieros suponen un riesgo significativo para una economía tan abierta como la española. Las tensiones arancelarias, especialmente con Estados Unidos, podrían tener efectos indirectos sobre las exportaciones, la inversión empresarial y el ánimo inversor. A ello se suma el impacto potencial de la inestabilidad política en algunos socios clave de la Unión Europea, la persistencia de conflictos armados en varias regiones del mundo y la incertidumbre sobre la evolución de los tipos de interés y de la inflación".

"A pesar de estas amenazas externas, el consumo interno se mantiene como el principal soporte del crecimiento, apoyado en una mejora de la renta disponible de los hogares, una tasa de ahorro elevada y una progresiva recuperación de la confianza de los consumidores. El repunte de la inflación observado en 2024 ha comenzado a moderarse, con previsiones en torno al 2,3% en media anual para 2025, lo que podría aliviar la presión sobre los tipos de interés y favorecer el acceso al crédito tanto para hogares como para empresas. No obstante, los costes laborales unitarios siguen creciendo por encima del ritmo de mejora de la productividad, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad de la competitividad a medio plazo", añade.

El director del Adecco Group Institute destaca que "uno de los factores más relevantes para la evolución del mercado de trabajo es la incorporación de población extranjera a la fuerza laboral. El incremento de la población activa en los últimos años se ha debido, en buena medida, al crecimiento de la inmigración, que ha aportado dinamismo y ha permitido cubrir vacantes en sectores como la agricultura, la hostelería, los cuidados y la construcción. Esta tendencia continuará en 2025, en un contexto de envejecimiento poblacional y necesidad de mano de obra en sectores clave para la transición ecológica y digital".

"Al mismo tiempo, la transformación digital de la economía española sigue avanzando, impulsando cambios profundos en el modelo de negocio de muchas empresas, en la organización del trabajo y en las habilidades demandadas por el mercado. Esta transición exige una adaptación ágil del sistema educativo y de formación profesional, así como de las políticas activas de empleo, para evitar que amplios colectivos de trabajadores queden rezagados", subraya.

Sobre el mercado laboral,  Javier Blasco  subraya que "mantiene una evolución positiva, aunque con matices. La ocupación continúa creciendo en términos absolutos, y la afiliación a la Seguridad Social se mantiene por encima de los 21´5 millones de trabajadores, según los datos conocidos hoy. No obstante, se observa una cierta desaceleración en el ritmo de creación de empleo, especialmente en algunos sectores como la industria y la construcción, mientras que el sector servicios sigue liderando la generación de puestos de trabajo. La tasa de paro, aunque en descenso progresivo, se mantiene en cifras elevadas en comparación con el entorno europeo, con una previsión media del 10,5% para 2025. Además, persisten problemas de fondo como la inestabilidad de los contratos, el desajuste entre oferta y demanda de cualificaciones, y los bajos niveles de productividad en determinados segmentos del tejido empresarial".

Respecto a las perspectivas para el segundo semestre de 2025, el director del Adecco Group Institute augura que "se espera que el crecimiento del PIB mantenga una senda moderada, apoyado en el buen comportamiento del empleo, el dinamismo del sector servicios y una posible mejora de la inversión, si se consolida la estabilidad económica global. Las previsiones apuntan a un cierre de ejercicio en torno al 2,3% de crecimiento anual, con una inflación contenida y un consumo privado que podría recuperar parte de su impulso gracias a la evolución positiva de los salarios reales".

"El turismo volverá a desempeñar un papel destacado, especialmente en los meses de verano, con una demanda sostenida por parte de visitantes europeos y americanos. Este sector, junto con la recuperación parcial de la construcción residencial en ciertas zonas urbanas, podría aportar un refuerzo adicional al empleo en el tercer trimestre. No obstante, habrá que estar atentos a posibles tensiones en los precios de la energía y su impacto sobre la competitividad de la industria", recalca.

"En materia de empleo, el reto principal será consolidar las mejoras observadas y extenderlas a los colectivos más vulnerables, incluyendo jóvenes, mayores de 55 años y personas con baja cualificación. También será clave avanzar en la calidad del empleo generado, favoreciendo la contratación estable. La ejecución efectiva de los fondos europeos, especialmente en proyectos vinculados a sostenibilidad, digitalización y formación, podría marcar una diferencia en la configuración del mercado de trabajo del futuro", apunta.

El número de parados bajará hasta los  2.643.600 para el segundo trimestre de 2025  (-5,2% intertrimestral; -4,1% interanual). Hasta los  2.627.600 para el tercer trimestre  (-0,6% intertrimestral; -4,6% interanual). De cumplirse las proyecciones previstas, la tasa de paro será de un  10,6% para el segundo trimestre de 2025  (-0,7 p.p. intertrimestral; -0,7 p.p. interanual) y de un  10,5% para el tercer trimestre  (-0,1 p.p. intertrimestral; -0,7 p.p. interanual).

En lo que respecta a la afiliación media a la Seguridad Social, la estimación para mayo de 2025 es de 21.808.218  (+1% intermensual; +2,2% interanual), en  junio ascendería hasta los 21.875.652  (+0,3% intermensual; +2,3% interanual)   y en julio descendería levemente hasta los 21.871.106  (+0,0% intermensual; +2,3% interanual).

La previsión para el PIB español registra una  variación del +0,2% en el segundo trimestre de 2025  respecto al trimestre anterior medido en términos de volumen encadenado con referencia en el año 2015. Esta tasa de variación es 0,4 puntos inferior a la del primer trimestre de 2025.  A nivel interanual, la variación prevista es del  +2,2%, tasa que es 0,7 puntos inferior a la del primer trimestre de 2025.

Natixis: más temporales que la media de la Eurozona

El mercado laboral cerró un mes de récord en mayo en lo que a empleo se refiere, con un nuevo máximo histórico de 21,8 millones de personas trabajando afiliadas de media a la Seguridad Social. El paro también descendió de los 2,5 millones de personas desempleadas. En este contexto, el equipo de análisis de Natixis CIB, dirigido por el español Jesús Castillo, ha elaborado el informe ‘España: Una mirada crítica al mercado laboral: “El dinamismo del mercado laboral se explica, en parte, por los flujos migratorios entrantes, que apoyan el empleo y contribuyen a mitigar el envejecimiento de la población activa. Sin embargo, persisten problemas estructurales, en particular el desempleo juvenil, el trabajo a tiempo parcial involuntario y el desempleo de larga duración”. La productividad está estancada, lo que indica que el modelo de crecimiento sigue mostrando debilidades.

En 2024, el número de parados disminuyó por cuarto año consecutivo (-5,6% interanual en 2024). El índice de desempleo se situó en el 10,6% en el cuarto trimestre de 2024, su nivel más bajo desde la crisis financiera, con un descenso de 1,2 puntos con respecto al cuarto trimestre de 2023. El descenso del número de desempleados estuvo acompañado por un aumento del empleo del 2,2% interanual en 2020. Además, la proporción de contratos temporales en el empleo de las personas de 15 a 64 años sigue disminuyendo, con una media del 13,7% en 2024 frente al 21,7% en el cuarto trimestre de 2021. Sin embargo, la proporción de contratos temporales en España se mantiene 1,8 puntos por encima de la media de la zona euro. 

Por otro lado, el dinamismo del mercado laboral español puede atribuirse, en parte, a la importancia de los flujos migratorios, que contribuyen a atenuar el envejecimiento de la población. Los extranjeros representaron, por término medio, el 15% del empleo total en 2024, frente al 10,7% en 2015. En 2024, de los 468.200 empleos creados, cerca del 40% correspondieron a extranjeros. 

Infojobs: la tasa de paro juvenil más alta de la UE

España terminó mayo con 2.454.883 personas en situación de desempleo, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo. Es la primera vez que baja de los 2,5 millones desde julio de 2008. En comparación con abril, el paro registrado ha caído un 2,3% (57.835 personas menos). Por su parte, la variación interanual arroja un descenso del 5,9 %, lo que supone que hay 152.967 personas desempleadas menos que en mayo de 2024. Hay en España 21.570.929 afiliados/as. Esto supone un crecimiento de 20.790 personas con respecto al mes pasado. En términos interanuales, la afiliación ha aumentado un 2,2 % (455.232 personas más).

En los últimos tres años, la tendencia general de los indicadores de empleo ha sido alcista. No obstante, el mercado laboral tiene todavía grandes retos por delante y, entre ellos, uno de los puntos más críticos es el desempleo juvenil. De hecho, según Eurostat, la tasa de paro entre los jóvenes menores de 25 años es la más elevada de la Unión Europea. En marzo (dato más reciente disponible) esta se situaba en el 26,6 %, frente al 14,5 % del conjunto de la Unión Europea.

En España hay 171.003 menores de 25 años en paro. Esta cifra es un 4,5% más baja que la de hace justo un año. Por su parte, mayo cerró con 1.476.581 personas afiliadas en esta franja de edad, un 5,8 % más que durante el mismo mes de 2024 (datos no desestacionalizados).

Un mayor nivel formativo repercute en una menor tasa de paro. Por eso, las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) son relevantes para el mercado laboral, puesto que más de 300.000 jóvenes van a enfrentarse al último paso antes de dar el salto a la formación universitaria.

Actualmente, según los datos de la EPA correspondiente al primer trimestre de 2025, casi la mitad de los más de 21,7 millones de ocupados/as en España cuentan con estudios superiores. Son 10.294.100 los que han alcanzado este nivel formativo, frente a los 7,4 millones de hace justo una década. Además, tanto este grupo como el que se encuentra en el nivel inmediatamente inferior (segunda etapa de educación secundaria con orientación profesional) son los que más han crecido en términos relativos en los últimos diez años, con un incremento en torno al 40 % en ambos casos, frente al 25 % del conjunto de la población activa.

La mayor presencia de personas que han alcanzado esta formación representa una evolución positiva dentro del mercado laboral, que dispone de trabajadores/as más cualificados y especializados. Se trata de grupos de población con una menor tasa de desempleo. Especialmente notable es el caso de los que cuentan con educación superior, donde este indicador cae hasta el 6,8 %, frente al 11,4 % del conjunto de la población. Por su parte, entre quienes tienen estudios de educación secundaria con orientación profesional la tasa de paro es del 12,1 %, algo superior a la media pero inferior a la del resto de niveles de estudios.

No obstante, cuando estos datos se analizan exclusivamente entre los más jóvenes, pese a que esta tendencia favorable en los segmentos formativos más altos se mantiene, las tasas de desempleo aumentan de manera significativa. Por ejemplo, la tasa de paro entre las personas que comprenden los 20 y 24 años con educación superior se sitúa en el 20 %, trece puntos por encima del total de la población activa con este nivel formativo.

Todos estos datos inciden en el hecho de que uno de los grandes desafíos del mercado laboral español es la inserción de los más jóvenes. Un reto donde lo que sí parece claro es que la formación puede marcar la diferencia. Para Mónica Pérez, directora de comunicación, estudios y relaciones institucionales de InfoJobs, "disponer de trabajadores cualificados es clave para el mercado de trabajo, especialmente en un momento de transformación tecnológica como el actual. Aunque, para impulsar la productividad y la competitividad, la formación debe llegar más allá. Y para ello es indispensable fomentar la recapacitación de quienes ya trabajan y el aprendizaje continuado, sobre todo, adaptado a las necesidades de las empresas".