Miguel Ángel Valero
En un año marcado por las 'guerras' comerciales y en el que no hay que descartar sorpresas vinculadas a la agenda económica de Donald Trump, como se analiza en La 'guerra' de los aranceles costará 1,5 puntos de PIB a la Eurozona, en dineroseguro,info, el estratega macroeconómico jefe de Inversis, Ignacio Muñoz-Alonso, recomienda estar atentos al impacto de toda esta situación en el crecimiento y por tanto en las decisiones de los bancos centrales, a las dudas de cómo abordar la fiscalidad en un entorno de bajada de tipos de interés, a las consecuencias del impulso desregulador en sectores como el energético, el tecnológico o los criptoactivos, a la evolución de la inflación, que aún no consigue situarse en el objetivo del 2%, y a si en 2025 veremos a Europa despegar económicamente.
También hay que la volatilidad de las curvas de tipos, los múltiplos en el caso de las acciones, y el futuro del sector tecnológico tras la irrupción de la IA china DeepSeek.
Con este contexto y con perspectivas de alzas inflacionistas, las previsiones de crecimiento global están en el entorno del 3,3%, muy parecido al 2024. En EEUU, un crecimiento entre el 1,9% y el 2,7% (la Fed vaticina un 2,1%), precios en el 2,5%, una tasa de paro contenida y tipos federales en el 3-4%. "Esperamos un repunte de las rentabilidades en EE.UU., impulsada por el consumo y un mercado de trabajo robusto", señala. Al mismo tiempo, reconoce que el déficit fiscal seguirá al alza, con una ratio de deuda sobre PIB lejos de reducirse. La inflación, tras crecer en diciembre por tercer mes consecutivo, se mantiene resistente a bajar a pesar de que la subyacente da un respiro y comienza a corregirse, aunque de forma muy lenta. Con este panorama la Reserva Federal ha decidido poner el freno y, tras la pausa de esta semana pasada, "nos inclinamos por solo dos bajadas en 2025 para dejar los fondos federales en el 3,9%".
Europa es el contrapunto de lo que ocurre en EEUU, que crece por encima de lo esperado con tensiones generándose en precios y en salarios. En la Eurozona "posiblemente hayamos tocado fondo en cuanto a las bajas cifras de crecimiento". El consenso apunta a un 1%-1,1% en 2025, muy en línea con los augurios del BCE. La inflación estará en cifras cercanas al objetivo del 2%, con el paro contenido y un déficit fiscal que debería empezar a contenerse. Todos los componentes de la inflación se comportarán bien menos el sector servicios, más obstinado y que lastra la inflación subyacente del índice general. El crecimiento europeo se verá empujado por el consumo privado gracias al mercado de trabajo y los salarios, además de por el consumo público, que justifican dos tercios del crecimiento europeo. Los escenarios del BCE pasan por unos tipos de depósito entre el 1,2 y el 2% con hasta 4 bajadas en 2025. Con lo peor de la crisis superada, los retos de la Eurozona se centran en la consolidación fiscal y las tensiones comerciales con EE.UU., con mayor impacto en Alemania.
China mantiene los problemas estructurales que se han visto tras la reapertura tras la pandemia, especialmente el consumo. En los últimos meses parece que se ha registrado algo más de actividad que podría anticipar cierta recuperación, pero las ventas minoristas aún siguen bajas y se mantienen las dudas en el sector inmobiliario. Hay factores que invitan a pensar que el consumo va a seguir contraído durante algunos meses. Las palancas de China para salir adelante serán por un lado el estímulo fiscal y de otro el comercio exterior, con políticas comerciales más agresivas.
Muy positivos en renta fija
Tras un 2024 con donde no se ha materializado la recesión, comienza una recuperación con repunte en rentabilidades asociadas a la victoria de Trump, pero también a las consecuencias de sus desregulaciones y medidas fiscales. "Este contexto nos hace ser muy positivos en todos los segmentos de renta fija. En soberanos vemos que las curvas empiezan a recuperar la pendiente positiva, con las primas a corto plazo escorándose por debajo de las rentabilidades a 10 años. Nos mostramos positivos a mantener una posición parecida infra ponderando sectores más volátiles", señala el estratega de Inversis.
"En la Eurozona también vemos normalización de la curva de tipos, no veremos decisiones del BCE disruptivas en un entorno de crecimiento normalizado. Nos inclinamos hacia el crédito de calidad europeo", añade.
En cuanto a renta variable, siendo consciente de la situación de agotamiento tras dos años muy buenos para los mercados bursátiles, "vemos que al menos en EE.UU. aún le queda recorrido de retornos positivos tras las medidas prometidas por Trump, especialmente en lo relativo a la fiscalidad de las empresas, como ya vimos en su anterior mandato".
En definitiva, apuesta por la renta variable americana y por los sectores: tecnológico, relativizando por tanto la irrupción de las IA chinas, el consumo discrecional, energía, salud y defensa, tras el aumento de inversión militar con la llegada de Trump.