Un estudio de Pictet Alternative Advisors (Pictet AA), división de inversiones alternativas del grupo suizo, muestra que el 68% de los socios gestores de fondos de capital privado espera que la inteligencia artificial (IA) les ayude a reducir sus costes. Más del 60% declara que gracias a esta tecnología sus empresas participadas ya han incrementado los ingresos- en algún caso se señala más de 25% del crecimiento de éstos-.
El 60% considera que el entusiasmo en torno a la IA está justificado. Casi un 40% dispone de una estrategia para aplicar la IA a su negocio, el 25% ya la utiliza, y el 54% realiza pruebas o explora activamente su uso.
En cuanto a barreras que dificultan la adopción de IA, citan la calidad de los datos y del resultado obtenido, la privacidad y la ciberseguridad. El 36% indica que la calidad de los datos y del resultado son problemas críticos. Los problemas de privacidad y ciberseguridad plantean importantes desafíos. Lo que menos preocupa es encontrar personal con las habilidades para implementar sistemas de IA o el coste de adoptarla. Incluso más de la mitad ofrece experiencia o consultoría IA a las empresas participadas.
No obstante, reconocen que la integración de la IA en sus empresas participadas es un hecho: el 36% declara que más de una cuarta parte de ellas la utiliza en varios procesos y el 25% afirma que la mayoría de sus participadas realizan test o pruebas. Las funciones que se benefician más de la adopción de IA son codificación; generación, edición y traducción de contenidos; análisis de datos, automatización de procesos, experiencia del cliente, ciberseguridad, I+D; ventas y marketing; cadenas de suministro y logística; legal y recursos humanos.
Pierre Stadler, director de capital privado temático en Pictet AA, observa: “Las empresas privadas se han situado a la vanguardia en lo que a avance en IA se refiere. Nos complace ver que muchos de los socios gestores de capital privado con los que invertimos apuestan por su potencial, tanto como herramienta para sus propios negocios de inversión como para crear valor en las empresas participadas”.
Stanislas Chanavat, gestor de capital privado temático en Pictet AA, añade: “Las empresas de IA están empezando a conseguir excelentes resultados con menores requisitos de computación. Esperamos que más empresas se beneficien de la adopción de esta tecnología. Es una transición hacia usuarios, que abona el terreno para la próxima ola de crecimiento con IA en un abanico más diverso de oportunidades de inversión”.
Mercer: baja adopción entre los propietarios de activos
El Large Asset Owner Barometer 2025 de Mercer (grupo Marsh MacLennan) ofrece otra visión sobre la IA en la gestión de activos. Los propietarios de activos creen que la inteligencia artificial impactará en los mercados, pero su adopción sigue siendo baja. El 43% creen que la inteligencia artificial será un factor altamente influyente en la configuración del entorno macroeconómico en los próximos cinco a diez años, por delante de la geopolítica (34%) y la transición energética/cambio climático (34%). A pesar de este sentimiento, el 69% afirma que no han implementado ni comenzado a desarrollar una política de IA/GenAI.
Eimear Walsh, directora europea de Inversiones de Mercer, afirma que: “Los mercados de renta variable, renta fija y divisas están experimentando una volatilidad extrema debido a las tensiones comerciales, pero, según nuestros datos, podemos observar que los principales asset owners están posicionados a largo plazo y parecen, en general, tranquilos respecto a los movimientos del mercado a corto plazo. Dicho esto, en el próximo año plantean realizar algunos ajustes estratégicos en sus carteras, tal y como hicieron el año pasado, para mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades que identifican”.
Los principales asset owners (LAOs, por sus siglas en inglés) mantienen su confianza en que sus carteras están sólidamente posicionadas para afrontar una variedad de choques en el próximo año. Sin embargo, los LAOs perciben una mayor vulnerabilidad en comparación con el año anterior frente a varios riesgos clave en los próximos 12 meses, incluidos los riesgos geopolíticos (35% frente a 31% en 2024), la inflación (31% frente a 22%) y el endurecimiento monetario (30% frente a 23%). En un horizonte de tres a cinco años, la percepción de vulnerabilidad frente a la mayoría de los riesgos ha mostrado un leve incremento. En particular, los riesgos regulatorios durante este periodo fueron señalados por el 32% de los LAOs, lo que representa un aumento significativo respecto al 20% registrado en la encuesta anterior. Esto refleja la incertidumbre de los propietarios de activos sobre la evolución futura de la regulación tras un año marcado por importantes cambios políticos y su posible impacto en las carteras.
Durante el último año, los LAOs han tomado diversas medidas para proteger sus carteras frente a los riesgos, incluyendo el ajuste de la duración de las asignaciones de renta fija (53%) y la modificación de la exposición geográfica de los activos (47%). El 45% aumentó su asignación a mercados privados, una tendencia que se espera que continúe en 2025.
De cara a los próximos 12 meses, el 47% de los LAOs espera aumentar la asignación de sus carteras a deuda/crédito privado, mientras que el 46% espera incrementar sus asignaciones a infraestructuras. Esta tendencia es especialmente pronunciada entre los mayores propietarios de activos; el 70% de aquellos con más de 20.000 millones$ bajo gestión tiene la intención de aumentar las asignaciones a deuda/crédito privado en los próximos 12 meses, y el 63% planea invertir más en infraestructuras.
“Solo el 5%, uno de cada veinte, de los propietarios de activos gestionan sus inversiones completamente internamente”, declara Rich Nuzum, director ejecutivo de Inversiones de Mercer y Estratega jefe Global de Inversiones. “En un entorno de inversión cada vez más complejo, observamos un gran apetito entre los principales asset owners por externalizar la gestión de inversiones, siendo las clases de activos más complejas, a menudo, gestionadas por equipos externos”, añade.
Los principales asset owners europeos son más optimistas acerca de invertir en su mercado doméstico que sus homólogos en el Reino Unido y EEUU. Aunque en general muestran confianza sobre su resiliencia, los principales asset owners europeos exhiben un mayor grado de preocupación por los riesgos que sus homólogos en EEUU; el 43% de los LAOs europeos creen que sus carteras son vulnerables a las amenazas geopolíticas en los próximos tres a cinco años, frente al 18% en EEUU.
A diferencia de los principales asset owners en Estados Unidos y el Reino Unido, los propietarios de activos europeos parecen ser más positivos acerca de invertir en las acciones de su mercado doméstico. El 34% de los LAOs con sede en Europa esperan aumentar sus asignaciones a acciones europeas en los próximos 12 meses. En promedio, los LAOs en Estados Unidos y el Reino Unido son más propensos a reducir sus asignaciones a los mercados de acciones domésticas.
También hay algunas pruebas de que los LAOs europeos, que podrían haber tenido una asignación menor a los mercados privados en comparación con sus homólogos estadounidenses, ahora están buscando cerrar esta brecha. El 48% de los LAOs europeos asignaron inversiones a mercados privados en los últimos 12 meses, frente al 27% de los basados en Estados Unidos.
Cada vez más asset owners incorporan objetivos de inversión sostenible, pero los objetivos de transición climática disminuyen. Los LAOs más grandes (con activos bajo gestión superiores a 20.000 millones$) son más propensos a incorporar objetivos de sostenibilidad en sus metas de inversión, con el 81% incluyendo estos objetivos en sus políticas, en comparación con el 64% de los propietarios de activos más pequeños. Además, en los próximos 12 meses, el 24% de los LAOs tienen la intención de aumentar su asignación a fondos ESG/sostenibles, y el 29% espera aumentar su exposición a estrategias de impacto.
A pesar de esto, el número de LAOs que planean establecer objetivos de transición climática y de emisiones netas cero está disminuyendo. El 39% no planea establecer objetivos de emisiones netas cero (frente al 29% del año pasado), y el 39% no planean establecer objetivos de transición climática (frente al 8% del año pasado).
The Valley: las empresas deben preparar a su talento para los nuevos roles de la IA
El auge de la IA y las nuevas tecnologías ha generado entusiasmo, pero también incertidumbre en el entorno empresarial. Muchas compañías y profesionales siguen viendo estas herramientas como amenazas a la estabilidad laboral, la privacidad o incluso a la ética corporativa. El temor a que la IA reemplace empleos, genere desigualdades o deshumanice el trabajo se ha instalado en la opinión pública y en la agenda de muchas organizaciones.
Sin embargo, los datos actuales cuentan una historia diferente. Según el informe Future of Jobs Report 2023 del World Economic Forum, se espera que para 2027 la IA y la automatización creen 69 millones de empleos nuevos. El resultado es una reducción menor del empleo, acompañada de una transformación profunda en las competencias requeridas. Además, el 75% de las empresas planea adoptar IA en los próximos cinco años, priorizando la mejora de la productividad y el apoyo a la toma de decisiones.
"El debate no está en si la IA va a sustituir empleos, sino en cuáles son los nuevos roles que ya está generando y cómo las compañías deben preparar a su talento para asumirlos. Desde The Valley llevamos años viendo cómo las organizaciones que apuestan por la formación en negocio y tecnología están mejor posicionadas para adaptarse a esta transición. La IA no reemplaza a las personas, pero sí a aquellas que no saben usarla. Por eso, más que una amenaza, es una oportunidad de crecimiento para quienes sepan interpretar el cambio y liderarlo. Y en ese camino, la formación continua juega un papel decisivo: las universidades corporativas y los programas de lifelong learning son ya piezas clave en las estrategias de las compañías que quieren mantenerse competitivas. No se trata sólo de adquirir habilidades técnicas, sino de fomentar una cultura de aprendizaje constante que permita adaptarse a un entorno cambiante y liderar desde el conocimiento", afirma Juan Luis Moreno, Partner & Managing Director de The Valley Business & Tech School.
En este contexto, los expertos de la escuela de negocios y tecnología han identificado y desmontado algunos de los mitos más frecuentes sobre el impacto de la IA en las empresas:
DoubleTrade: IA para facilitar el acceso de las pymes a las licitaciones públicas
El proceso de licitación pública es sumamente competitivo y complejo, pero el desarrollo de una IA aplicada a este sector está revolucionando el día a día de las empresas partícipes al permitir la elaboración de ofertas más precisas, competitivas y adaptadas a las verdaderas necesidades de la Administración. Gracias al análisis masivo de datos y la identificación de patrones de comportamiento, la IA facilita a las empresas comprender mejor los requisitos de cada concurso y ajustar sus propuestas para maximizar sus posibilidades de éxito.
"La implementación de la IA en el ámbito de la contratación pública mejora sustancialmente la calidad y adecuación de las ofertas", señala Xavier Piccinini, director general de DoubleTrade España, firma tecnológica especializada en soluciones analíticas. Según explica, mediante la automatización del análisis de pliegos, antecedentes de adjudicaciones y otros datos públicos, las empresas pueden afinar sus propuestas, ajustándolas a las expectativas reales de cada organismo y optimizando los recursos destinados a cada proceso de licitación. Además, la IA contribuye a dinamizar la competencia, facilitando que un mayor número de empresas, así como compañías de menor tamaño, pueda participar en igualdad de condiciones, al disponer de información estructurada y relevante que de otro modo sería difícil de procesar de forma manual. Así, se promueve un mercado más justo y eficiente, pero también permite generar ventajas competitivas frente a otras empresas.
Sin embargo, la IA también se presenta como un baluarte en la lucha contra la corrupción al ser una valiosa herramienta clave para aportar mayor transparencia y prevenir comportamientos indebidos. Gracias a su capacidad para detectar anomalías, como adjudicaciones recurrentes a un mismo proveedor o incrementos de coste injustificados, la tecnología actúa como un escudo adicional que protege la integridad del proceso. Según los últimos informes de la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación, el 32,5% de las denuncias registradas a lo largo del año estuvieron relacionadas con irregularidades en la adjudicación de contratos públicos. Además, un 19,4% de los casos apuntaban directamente a la existencia de supuestas prácticas corruptas en estos procesos.
"La transparencia en los datos es fundamental para que los algoritmos puedan operar con eficacia", insiste Piccinini, quien recalca la necesidad de apostar por bases de datos abiertas y sistemas interoperables.
Ejemplos como la plataforma Integrity Watch en la Unión Europea demuestran el potencial de la IA para monitorizar licitaciones a gran escala y detectar prácticas de colusión que, de otro modo, pasarían desapercibidas. La implementación de IA en la contratación pública ofrece múltiples beneficios que fortalecen la integridad del sistema. Entre ellos destaca la transparencia, ya que la automatización del análisis minimiza la posibilidad de manipulación humana. También mejora la eficiencia, permitiendo revisar miles de contratos en cuestión de minutos, algo inviable para los métodos tradicionales de auditoría. Además, como explican los expertos de DoubleTrade, la IA contribuye a la prevención del fraude, al identificar patrones sospechosos de manera temprana, lo que facilita la toma de medidas correctivas antes de que se materialicen conductas indebidas.La adopción de la inteligencia artificial en la contratación pública no está exenta de retos, como la necesidad de garantizar la calidad de los datos o superar resistencias burocráticas. Sin embargo, como concluye Piccinini, "estamos en un momento decisivo en el que la tecnología, si se aplica correctamente, puede transformar radicalmente la forma en que licitamos, adjudicamos y gestionamos los recursos públicos".