Las empresas se muestran muy optimistas sobre el segundo trimestre

Miguel Ángel Valero

La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) muestra que en el primer trimestre la facturación ha descendido, lo que supone el tercer trimestre consecutivo de retrocesos. El porcentaje de empresas encuestadas cuyas ventas han caído en este período es del 28,8%, 4,4 puntos más que en el trimestre anterior, mientras que el porcentaje de las que perciben aumentos en su facturación ha bajado al 22,2%, 6 puntos menos que hace tres meses. 

"Sin embargo, para el segundo trimestre de 2024, las perspectivas de los encuestados apuntan a una notable recuperación de la facturación", subrayan los autores del análisis, Alejandro Fernández Cerezo, y Mario Izquierdo, de Análisis de la Situación Económica del Banco de España.

Por ramas de actividad, la evolución de la facturación empresarial mantiene una notable heterogeneidad. Entre los sectores que perciben mayores caídas de las ventas en este trimestre, destacan la agricultura, que encadena ocho trimestres consecutivos de retrocesos, y las ramas de construcción y transporte. Por el contrario, los servicios de información y comunicaciones, que enlazan doce trimestres consecutivos de subidas, continúan exhibiendo un comportamiento muy favorable. 

En términos de empleo, las empresas declaran un descenso por segundo trimestre consecutivo. La proporción de las que indican que ha aumentado su nivel de empleo es del 14,3%, 4 puntos menos que en el trimestre anterior. No obstante, para el segundo trimestre de 2024, las perspectivas son más optimistas y apuntan a una mejora de la ocupación. 

Destaca la mejora experimentada por el empleo en los servicios de información y comunicación, en contraste con los retrocesos observados en el transporte y la hostelería. En el caso del sector agrícola, el indicador de empleo acumula ocho trimestres consecutivos de descensos, en línea con los descensos declarados en la facturación. 

El EBAE también muestra una evolución más negativa de la actividad inversora en el primer trimestre del año tanto respecto al trimestre anterior como respecto a lo que esperaban las empresas hace tres meses para este trimestre. De hecho, solo un 15,1% de las empresas aumentaron su inversión en el primer trimestre, 5 puntos menos que en el trimestre anterior. Invierten menos las empresas del sector primario, transporte, y las de actividades con problemas de acceso a la financiación externa, como la construcción. 

Se registra un ligero aumento de las presiones inflacionistas en el primer trimestre, aunque el incremento ha sido de una magnitud menor de lo esperado hace tres meses. La proporción de empresas que dicen haber experimentado un incremento adicional de los precios de sus materias primas en el primer trimestre del año ha aumentado 10 puntos, hasta el 61,6%. No obstante, las empresa anticipan un ligero alivio de las presiones de costes de cara al segundo trimestre.

Sobre los precios de venta, se observa un ascenso, aunque algo menor de lo esperado hace tres meses. Un 36,8% de las empresas declaran haber subido sus precios en el trimestre, 11,3 puntos más que en el trimestre anterior. Los expertos del Banco de España aluden al efecto calendario, "ya que, en muchas actividades, los ajustes de precios suelen concentrarse en los primeros meses del año". Este aumento de los precios de venta se observa con más intensidad en ramas de servicios, como los servicios de información y comunicación, transporte, actividades administrativas y de ocio. Sin embargo, las perspectivas para el segundo trimestre apuntan a una ligera moderación de las subidas de precios. 

Mantenimiento de las presiones inflacionistas en la industria

Cuando se pregunta a las empresas por sus perspectivas a un año vista, esperan un mantenimiento de las presiones inflacionistas, pero con diferencias entre sectores. El 69,8% esperan que, dentro de un año, sus costes sean superiores a los actuales. Pero los aumentos de las expectativas de costes se concentran en el sector industrial, mientras que en el sector servicios las empresas esperan una cierta moderación. De forma algo más atenuada, también se detecta una divergencia en la evolución prevista de los precios de venta entre el sector terciario y la industria. Finalmente, en el caso de los costes laborales, se observa un mantenimiento de las presiones alcistas a un año vista, tanto en la industria como en los servicios. Así, el 74,1% de ellas esperan, en la actualidad, que se produzcan crecimientos de los costes laborales, unos 3 puntos más que en el cuarto trimestre de 2023. 

Existe una fuerte correlación entre los salarios y la inflación, ya que solo el 16,6% de las empresas afirman que no hay relación entre estas dos variables, porcentaje algo más bajo que hace un año (19,1%). No obstante, solo el 8% de las empresas afirman que los salarios están muy vinculados a la inflación pasada (-1 punto), mientras que el 18,2% afirman que esta vinculación es parcial (-8,5 puntos). Ha aumentado el porcentaje de empresas para las cuales la inflación prevista sería un referente para la determinación de los salarios, con un 37% que indican una fuerte vinculación (+17 puntos), y un 20%, una vinculación parcial (-3 puntos). El nivel de indexación salarial es un factor clave en las expectativas salariales de las empresas. En los sectores en los que se observa una mayor proporción de empresas con una vinculación directa entre los salarios y la inflación prevista para 2024, tienden a reportarse mayores expectativas de incrementos en los costes laborales a un año vista.

Problemas de disponibilidad de mano de obra

Continúan los elevados problemas de disponibilidad de mano de obra. La existencia de dificultades en este ámbito es una percepción compartida por el 43,8% de las compañías, 1,2 puntos más que hace tres meses. Estos problemas siguen siendo especialmente pronunciados en la hostelería, la agricultura y la construcción, donde más del 50% de las empresas declaran estar viéndose afectadas. Las actividades en que se aprecia una mayor incidencia de estos problemas de mano de obra tienden a coincidir con las que esperan mayores aumentos de sus costes laborales.

Por lo que respecta al resto de los factores de oferta, la incidencia negativa de las dificultades para recibir suministros de los proveedores habituales se ha mantenido estable en el primer trimestre. Este elemento es mencionado como un factor adverso por el 15% de las empresas, porcentaje similar al del trimestre anterior y casi 20 puntos inferior al máximo alcanzado en el primer trimestre de 2022. El porcentaje de empresas que perciben un aumento del coste energético ha disminuido en 6 puntos, si bien este factor continúa afectando negativamente al 53%.

Se observa una estabilización en la incidencia de la incertidumbre sobre la política económica, tras dos trimestres de fuerte repunte. Así, el porcentaje de compañías afectadas negativamente asciende hasta el 58%, aunque se mantiene como el principal factor condicionante de la actividad. Hostelería (68%) y agricultura (65%) señalan una mayor afectación, en contraste con el menor porcentaje de compañías afectadas en los servicios de información y comunicación (46%). 

En el primer trimestre se ha mantenido sin cambios la incidencia de la escasez de demanda como factor limitativo de la facturación. Un 17% de las compañías declaran que esta circunstancia está afectando negativamente a su actividad, pero este porcentaje se eleva hasta casi el 25% en el sector industrial. 

Tras el repunte observado en el trimestre anterior, en el arranque de 2024 se observa una preocupación ligeramente menor por los problemas relacionados con el endurecimiento de la política monetaria. Un 19% de las empresas declaran un impacto negativo derivado de problemas de acceso a la financiación, 3 puntos menos que hace tres meses, pero 8 puntos más que antes del inicio del ciclo de subidas de tipos de interés iniciado por el Banco Central Europeo en julio de 2022. Por su parte, un 36% de las empresas han visto incrementados sus gastos financieros. Estas condiciones financieras restrictivas están incidiendo de manera más intensa en la construcción, la agricultura y el transporte, mientras que las compañías de las ramas de información y comunicación y de actividades administrativas declaran un menor impacto. 

La crisis del mar Rojo afecta a la industria y el comercio

Las tensiones geopolíticas en el mar Rojo, que están afectando al transporte marítimo en la zona cercana al canal de Suez, afectan al 25% de las empresas españolas. De éstas, más de la mitad apuntan al aumento del coste del transporte como la principal vía de impacto, y un tercio señala los retrasos en las entregas de mercancías. Este impacto negativo está concentrado fundamentalmente en la industria y el comercio, y afecta al 45% de las empresas. La hostelería, la información y comunicación y las actividades inmobiliarias, muestran un menor grado de preocupación.