El 66% de las compras de viviendas de lujo son latinas

España se afianza como uno de los destinos inmobiliarios de lujo más atractivos de Europa. Así lo demuestra el último estudio de The Simple Rent, la red de agencias especializadas en este nicho, que revela un crecimiento del 28% en las ventas de propiedades de alto standing respecto al año anterior. La demanda, lejos de frenarse, se ha disparado, con precios récord y operaciones que, en algunos casos, se cierran incluso antes de publicarse oficialmente.

El auge se concentra en enclaves donde la oferta es escasa, exclusiva y altamente codiciada. En Madrid, los barrios de Salamanca, El Viso y La Moraleja han sido escenario de operaciones millonarias. En la costa, Marbella y Sotogrande siguen siendo imanes para fortunas europeas y latinoamericanas, e Ibiza y Mallorca han alcanzado precios nunca vistos.

"Todas las semanas aparece una nueva propiedad que supera el precio de la anterior. Lo extraordinario es que apenas duran en el mercado”, señala Sonia Campuzano, CEO de The Simple Rent. “En zonas prime, hay compradores que esperan meses para acceder a un inmueble concreto. Estamos viviendo una auténtica euforia en el lujo".

El perfil del comprador también ha evolucionado. El 41% de las operaciones están protagonizadas por latinoamericanos —especialmente mexicanos, colombianos y venezolanos— atraídos por la estabilidad, la calidad de vida y el acceso europeo. El 26% proviene de Europa Occidental (Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos), y el 33% restante corresponde a compradores nacionales, sobre todo empresarios y profesionales del sector tecnológico y financiero."España se ha convertido en un refugio de valor para grandes patrimonios", explica Campuzano. "Ya no compran solo para vivir, sino como estrategia: buscan activos únicos, irrepetibles, que combinan estilo de vida y visión patrimonial ".Lujo 3.0: privacidad, tecnología y exclusividad como estandartesEl nuevo lujo ya no se mide en mármol ni metros cuadrados. Hoy, los compradores buscan privacidad, eficiencia energética, tecnología avanzada y experiencias personalizadas. Se demandan propiedades con domótica, arquitectura de autor, vistas únicas y servicios de seguridad 24/7. “El lujo ya no es ostentación, es identidad”, afirma Campuzano. “Buscan vivir experiencias irrepetibles en espacios que hablen de ellos, de sus valores y su forma de ver el mundo”.8.000 viviendas premium… y subiendoActualmente, existen más de 8.000 viviendas de lujo en venta en España, entendidas como aquellas por encima de los 1,5 millones de euros. El precio medio ronda los 2,6 millones, pero en zonas como La Moraleja, Puerta de Hierro, Ibiza o La Zagaleta, la media supera los 5,4 millones.Entre las operaciones más destacadas del último año figura la venta de una villa de 3.000 metros cuadrados en Marbella por 38 millones de euros, adquirida por un empresario estadounidense del sector tecnológico. La propiedad incluía helipuerto, spa, cine privado, bodega y acceso directo al campo de golf.Impacto económico y… desafíosEl boom del sector luxury dinamiza el empleo en arquitectura, interiorismo, gestión patrimonial y construcción de alta gama. También atrae capital extranjero que se reinvierte en la economía nacional.Sin embargo, también plantea retos: la fuerte presión en zonas turísticas deprime la oferta para los residentes locales y dispara los precios colindantes.“Es un fenómeno que convive con una crisis de acceso a la vivienda. El reto está en regular sin frenar la inversión. El lujo no es el enemigo, pero debe integrarse en una planificación urbana sostenible”, advierte Sonia.Lo que viene: lujo sin frenoA pesar de la incertidumbre económica global, desde The Simple Rent no prevén una desaceleración a corto plazo. La escasez de producto exclusivo, junto al creciente interés de compradores estadounidenses, canadienses y singapurenses, augura un 2025 todavía más dinámico.“El lujo en España ha dejado de ser una rareza. Es un segmento consolidado y con futuro. Quien no se haya posicionado, probablemente ya llegue tarde”, concluye Campuzano.