El vino genera el 2,2% del PIB pero aspira a más

Miguel Ángel Valero

Cajamar presenta el libro 'El vino de alta gama en España. En el camino de la excelencia', coordinado por Carlos Moro, presidente de Bodegas Familiares Matarromera; Raúl Compés, director del Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza, y Vicente Sotés, catedrático emérito de viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid. Un trabajo que "pone en valor el saber hacer del vino español", como destaca Eduardo Baamonde, presidente del mayor grupo de banca cooperativa de España.

Porque el propio sector reconoce, aunque a regañadientes, que el modelo productivo se ha basado más en la cantidad que en la calidad, en el precio, y en las gamas bajas y en los graneles, con "una atención insuficiente a la construcción de marcas y a las estrategias de distribución, internacionalización, publicidad y comunicación".

El resultado de esa estrategia es que "los precios medios son bajos y no permiten retribuir adecuadamente a todos los actores de la cadena, en particular a los viticultores; las bodegas que ya se sitúan en los segmentos de alta gama tienen que hacer un esfuerzo comercial suplementario para demostrar la calidad de sus vinos; y para los nuevos proyectos vitivinícolas orientados a la excelencia, esta imagen constituye una barrera a la entrada".

"En España hacen falta más vinos con elevados precios y altas valoraciones, elaborados por bodegas rentables. Son necesarios para mejorar la imagen del país, aumentar la rentabilidad de la producción, atraer inversiones, y actuar como locomotoras de desarrollo de los territorios vitivinícolas", insisten los coordinadores del trabajo.

En las conclusiones, estos expertos resaltan que "España tiene que mejorar la imagen y el posicionamiento comercial de sus vinos como estrategia para incrementar su valor", pero también para que "se mantenga la viticultura extensiva, que es más respetuosa con el medioambiente y genera rentabilidades capaces de garantizar el relevo generacional". Eso exige "elaborar vinos que enamoren a los paladares más exigentes".

Raúl Compés propone un decálogo sobre los vinos de alta gama:

  1. reputación de marca y de la imagen personal del creador
  2. gestión de la exclusividad
  3. mantenimiento de la autenticidad y de la singularidad
  4. respeto y adaptación al 'terroir'
  5. control estricto de la distribución
  6. comunicación y marketing específicos
  7. altas prestaciones de los prescriptores
  8. valor y ejemplaridad social y ambiental
  9. liderazgo innovador
  10. presencia significativa en los principales mercados internacionales

Por su parte, Carlos Moro (Matarromera) pone el foco en aumentar el conocimiento de los mejores vinos y marcas; mejorar el marketing y la comunicación; la consolidación  de la alta gama, que supone un conocimiento objetivo de su situación; estrategias de internacionalización.

“No nos conformamos con ser el viñedo del mundo. Queremos que se nos reconozca también por nuestra capacidad para elaborar algunos de los mejores vinos del planeta”, insisten los coordinadores de la obra editada por Cajamar.

En la misma línea, el debate ‘El vino español en los mercados internacionales: cómo captar mayor valor añadido’, moderado por el director general del Observatorio Español del Mercado del Vino, Rafael del Rey, y en el que han participado la directora de Internacionalización de la Federación Española del Vino, Elena Cifuentes; el presidente de la Interprofesional del Vino de España, Fernando Ezquerro, y el coordinador general de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas, Jesús Mora, subraya que España tiene una gran oportunidad de mercado, ya que concentra el 13 % de la superficie mundial de viñedo, tan solo por detrás de Italia y Francia.

El 2,4% del empleo

La cadena de valor en torno al vino genera anualmente 427.000 empleos (el 2,4% del total en España)  y más de 23.700 millones€ de valor añadido, el 2,2 % del Producto Interior Bruto nacional. Además, España cuenta con más de 100 denominaciones de origen protegidas y 40 indicaciones geográficas protegidas, y más de 140 variedades autóctonas. Las más de 4.300 bodegas que existen exportan anualmente 2,1 millones de toneladas por un valor que supera los 3.400 millones€ a 189 países. Sin contar a los tres millones de personas que visitan cada año las rutas del vino de España. 

Los 17 autores reflexionan, a lo largo de más de 300 páginas, sobre cómo aprovechar, en un mercado tan maduro como el vitivinícola, el músculo de la capacidad productiva y las décadas de experiencia en innovación y modernización para captar mayor valor añadido, favoreciendo así la rentabilidad de bodegas y viticultores y el desarrollo sostenible de los territorios productores, y seguir ganando posiciones en el mercado mundial de la excelencia. 

De esta forma, la Biblioteca Cajamar del vino va creciendo: La economía del vino en España y en el mundo (2014), El sector vitivinícola frente al desafío del cambio climático (2019) y ‘Enoturismo sostenible e innovador. Modelos de éxito alrededor el mundo (2020).