Miguel Ángel Valero
Natalia Luna, analista senior de investigación temática de Columbia Threadneedle Investments, destaca que el lunes, 28 de abril, España y Portugal sufrieron un importante apagón que dejó a ambos países sin electricidad durante unas 12 horas. El apagón afectó al transporte público, los servicios de red y los hospitales, aunque algunos servicios críticos pudieron, afortunadamente, soportar el corte gracias a generadores de emergencia. Es el peor apagón registrado en Europa. "Los apagones de este tipo en todo el país son muy inusuales en cualquier país occidental", subraya.
El apagón del día 28 de abril ilustran la importancia de la estabilidad de la red para la seguridad energética. A medida que las energías renovables, que tienen una gran magnitud en el mix energético de España, penetran en las redes de toda Europa y del mundo, aumenta el riesgo de inestabilidad de la red. Por ello, "este tipo de incidentes podrían ser más frecuentes en el futuro", avisa.
Tras el apagón, cabe esperar que los países, especialmente los de la Unión Europea, se centren más en sus redes y sistemas energéticos, con una probable intensificación del gasto en estas áreas. "Esto respalda nuestra tesis de inversión en infraestructuras de red impulsada por una mayor adopción de las energías renovables y la necesidad de los países de modernizar y mejorar las infraestructuras", resalta.
Las infraestructuras cada vez se enfrentan a más retos debido a:
"El apagón en España también refuerza la tesis de inversión en energía/almacenamiento de electricidad y generadores de respaldo, así como apoya la tesis de inversión en nuclear. La nuclear es una fuente fiable de energía que proporciona estabilidad a la red, seguridad energética y puede utilizarse para satisfacer la creciente demanda de los centros de datos de IA", añade.
Redeia, el operador de la red eléctrica nacional, ha confirmado que el apagón no fue causado por un ciberataque. Las investigaciones, que siguen en curso, indican que la causa fue un movimiento en la frecuencia de la red, que produjo cambios bruscos de potencia en la red, lo que se conoce como "oscilaciones", que pueden provocar reacciones en cadena y dar lugar a un fallo en toda la red.
España genera el 80% de su electricidad a partir de energías renovables. El país tiene poca capacidad de almacenamiento que pueda ayudar a equilibrar la red almacenando el exceso de oferta de energía y España carece de líneas de interconexión con otras redes de la UE que también podrían ayudar a compensar incidentes como estos conectándose a ellas.
El tráfico de internet se desplomó un 90% en Portugal y un 80% en España en comparación con los niveles de la semana anterior, según Cloudflare Radar, que monitorea el tráfico global de internet. La demanda eléctrica cayó en 11.000 MW, una variación del -44% entre el dato de las 12:30 y las 12:35.
El Gobierno español ha informado de la desaparición súbita de 15.000 MW en cinco segundos, el equivalente al 60% de la energía que se estaba consumiendo en ese momento. Los líderes de ambos países se han pronunciado: por un lado, el presidente español Pedro Sánchez ha señalado que se están investigando las causas, mientras que el primer ministro portugués afirmó que no hay indicios de que un ciberataque haya causado el apagón.
El operador de la red española (Redeia) culpó a una falla en la conexión con Francia por desencadenar un efecto en cadena. El suministro eléctrico se reestableció en primer lugar en el norte y sur de España, partes que pueden ser abastecidas más fácilmente por Francia y Marruecos, respectivamente.
Se trata uno de los principales apagones en la historia europea reciente. En 2003, un problema con una línea de energía hidroeléctrica entre Italia y Suiza provocó un apagón en toda la península italiana durante aproximadamente 12 horas.