Terry Ewing, Director de Renta Variable de MIFL (Mediolanum International Funds)
No parece haber un final a la vista para la guerra en Ucrania y Rusia, que sigue representando una amenaza para Occidente. En respuesta, Europa se está uniendo cada vez más y tanto Suecia como Finlandia se han unido a la OTAN, lo que probablemente endurecerá aún más las posturas. Casi todos los miembros de la OTAN quieren destinar el 5% de su producto interior bruto a defensa para 2030, además de aumentar el gasto militar a corto plazo para disuadir a Rusia de nuevas agresiones y subrayar su determinación.
En respuesta, las acciones europeas del sector de la defensa han generado fuertes rendimientos en los últimos doce meses. Las empresas de defensa tienen las agendas de pedidos completas, con un aumento también en la confianza en el atractivo a largo plazo de estas empresas, al igual que sus valoraciones.
Algunos inversores se preguntan ahora si este tipo de inversiones son moralmente justificables después de todo. Los gestores incluyen cada vez más activos de defensa en sus fondos sostenibles, e incluso los reguladores permiten desde mayo inversiones sin restricciones de sostenibilidad para el 20% del capital en fondos que incluyen los términos "sostenible" o "ASG" en su nombre. No es de extrañar que el tema esté cobrando relevancia ahora: la defensa no ha sido una prioridad social para los gobiernos europeos desde el colapso de la Unión Soviética y también ha sido un tema tabú para la mayoría gestoras con vehículos ASG.
Sin embargo, para Kaja Kallas, exprimera ministra de Estonia, país fronterizo con Rusia, y actual alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la situación es clara: dada la actual coyuntura geopolítica, las inversiones en el sector de la defensa deben considerarse inversiones responsables y necesarias. Son esenciales para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos y, por lo tanto, contribuyen al aspecto social de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Su razonamiento: la paz y la seguridad son requisitos básicos para alcanzar todos los demás objetivos sociales. En otras palabras: si Europa no es segura, los esfuerzos por proteger el medio ambiente o lograr la justicia social no tienen sentido.
Aunque esperemos que una Europa decidida sea suficiente para prevenir posibles agresiones en el futuro, en Mediolanum creemos que aumentar el gasto en defensa es una necesidad en este momento, no solo desde el punto de vista económico, sino también social, dada la situación actual de amenaza.
Por ello, hemos aumentado nuestra exposición al sector de la defensa. Si bien, las inversiones en acciones de defensa requieren un enfoque diferenciado y pragmático que tenga en cuenta las necesidades de seguridad existentes, pero que deje margen para diversos requisitos sostenibles.