Miguel Ángel Valero
Diego Barnuevo, Analista de Mercados de Ebury, aounta que el Euribor a 12 meses caerá en julio ligeramente frente a junio, cuya media fue de 2,081%, al igual que mayo. "Observamos, por tanto, que el indicador se ha asentado sobre una meseta de la que probablemente no salga al haberse acabado el ciclo actual de recortes de tipos o, por lo menos, estar cerca de hacerlo", explica.
En la reunión de la semana pasada, el Banco Central Europeo "no sólo mantuvo los tipos de interés sin cambios, sino que además proporcionó un tono ligeramente más 'hawkish' de lo que esperábamos. Lagarde se mostró optimista, ya que los pronósticos a medio plazo apuntan a una inflación del 2 % y la economía sigue mostrando cierta resiliencia, tal y como hemos observado con la publicación de los datos del PIB del segundo trimestre. La insistencia de la presidenta con respecto a la evolución positiva de la inflación ha provocado que los mercados de swaps dejen de descontar plenamente un recorte de tipos tanto para este año, como el siguiente", añade.
Por ello, el margen para que el Euribor continúe bajando es escaso, "pero todavía no podemos afirmar con plena seguridad que sea inexistente. Se podría producir un último recorte a finales de año si el crecimiento continúa siendo débil o la inflación sorprende a la baja", concluye el experto de Ebury.
UCI: el español, dispuesto a pagar el 7% más por una vivienda sostenible
Por otra parte, la sostenibilidad se consolida como un factor cada vez más relevante en la compra de vivienda en España. Según el III Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad de Unión de Créditos Inmobiliarios, el 76,5% de los compradores españoles asegura que estaría dispuesto a pagar más por una vivienda energéticamente eficiente, con un sobrecoste medio asumible del 7%. Esto equivale a unos 14.234,80€ adicionales en el caso de una vivienda tipo de 100 m2, tomando como referencia el valor tasado medio del metro cuadrado (2.033,4€ según el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana).
Sin embargo, esta predisposición económica de los compradores todavía se sitúa por debajo delo que marca el mercado real, pues según un informe del Banco de España, la eficiencia energética incrementa el precio de la vivienda en hasta un 9,7%. El informe del Banco de España demuestra que las viviendas con certificación energética A o B se venden, en promedio, por casi un 10% más que las calificadas con F o G, dentro de la misma área geográfica y temporal. Esta “prima verde” se ha intensificado con el tiempo: del 5,8% en 2018 al 11,5% en 2021, y hasta el 18,3% en 2022.
“Este desajuste tiene entre la percepción del comprador y la realidad del mercado tiene que ver con la subida de precios de las viviendas de obra nueva - la mayoría con una certificación A o B- como consecuencia de las subidas de los materiales y los precios de la energía” advierte Lorena A. Zenklussen, directora comercial de Unión de Créditos Inmobiliarios.
El III Observatorio también señala que el 60,3% de los ciudadanos ya considera la eficiencia energética como un criterio relevante, y que un 18,6% la califica como requisito en su búsqueda de vivienda. La conciencia sobre la sostenibilidad varía según la edad. Así, entre los jóvenes de 25 a 34 años el 66% valora la sostenibilidad como factor clave, mientras que el 27% de los mayores de 55 años declara que no lo tiene en cuenta en absoluto. Por comunidades, los compradores de Madrid (86%), Asturias, Cantabria y Aragón (83%) son los más sensibilizados. En contraste, Canarias (71%) y Castilla y León (74%) muestran menor atención al aspecto sostenible en sus decisiones de compra.
Aunque todavía existe una diferencia entre lo que el comprador está dispuesto a pagar y el valor que el mercado ya asigna a la eficiencia energética, los datos de UCI apuntan hacia una tendencia al alza en la integración de criterios sostenibles, especialmente en las nuevas generaciones. La sostenibilidad comienza a consolidarse como un atributo de calidad y valor añadido, que influye no solo en la decisión de compra, sino también en la percepción del precio justo.
“Cada vez más compradores valoran positivamente la eficiencia y están dispuestos a asumir una mayor inversión. Aunque queda mucho camino, la tendencia es clara: la sostenibilidad ya no es un lujo, sino una exigencia creciente, que debe complementarse con la renovación del parque edificado existente”, concluye Zenklussen.