Pese a las críticas recibidas durante la pandemia por esperar demasiado para ajustar la política monetaria, que vuelven ahora con fuerza, la estrategia dominante, la frase más repetida en la Reserva Federal, es 'wait and see'.
Aunque no estén todos todavía plenamente vigentes, ya comienzan a notarse sus efectos. Los datos de EEUU son más débiles de lo esperado, con el desplome de la confianza del consumidor, y los de la Eurozona, tibios.
Las crecientes presiones sobre los precios, por las guerras comerciales iniciadas por la Casa Blanca. y el aumento del paro van a dificultar que la Reserva Federal relaje su política monetaria.
Hay un área de inversión y política pública que necesita un mayor reconocimiento por su papel en el apoyo a la seguridad, la competitividad económica y la resiliencia: un uso más inteligente y menos derrochador de la energía.
La confianza de los consumidores de Estados Unidos baja con fuerza en marzo y acumula tres meses consecutivos a la baja, situándose en 57,9 puntos, su peor dato desde noviembre de 2022.
Empresas de diferentes sectores pueden tener que afrontar costos más altos, lo que se trasladará a los consumidores vía mayores precios, generando inflación. Y la posibilidad de represalias comerciales por parte de los países afectados va generar un clima de inestabilidad económica global que no beneficia a nadie.
En un año en el que la inflación sigue siendo "el elefante en la cacharrería", Trump es "un factor positivo para la economía y una buena noticia para los mercados, las relaciones internacionales y la geopolítica", para Daniel Lacalle,
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, recuerda que los Gobiernos de la UE deben centrarse en cumplir plenamente y sin retrasos sus compromisos de consolidación fiscal.
El escenario que mayor incertidumbre puede generar y que no está totalmente descartado se produciría en caso de no conocerse el ganador de los comicios en las 48 horas posteriores a la votación.