“Previsibilidad para nuestras empresas y consumidores. Estabilidad en la mayor relación comercial del mundo y seguridad para los empleos europeos y el crecimiento económico a largo plazo”, remarca la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
China, aliado estratégico de Irán, sería el país más perjudicado por un cierre del estrecho por el que pasa el 30% del petróleo y el 20% del gas natural licuado del mundo. Eso explica que, hasta ahora, los futuros del petróleo no se hayan disparado y se encuentran en niveles asumibles para las economías mundiales.