El impacto será especialmente grave en varios sectores clave para la economía europea, como la industria siderúrgica, que sigue sujeta a aranceles del 50%, y la automoción, la química y la maquinaria, que se enfrentan ahora a un 15%.
Un tipo del 14.75% contribuye a a atraer capital extranjero, pero encarecer el crédito impacta directamente en la actividad económica.