No obstante, la vuelta atrás en la guerra comercial no será total: el arancel promedio se sitúa actualmente en torno al 14%, multiplicándose por casi 6 veces, lo que sin duda acabará impactando en la economía en los próximos meses.
Una energía más barata, aunque se dispare la volatilidad, ayudará a reducir las presiones inflacionistas en un momento clave, ya la guerra de los aranceles provocará un repunte de los precios de bienes y servicios.