La inflación, el empleo, la Bolsa, y el aislacionismo votan en las elecciones de EEUU

Miguel Ángel Valero

Las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos serán una fuente de incertidumbre para los mercados mundiales en 2024, lo que dificultará la planificación estratégica a largo plazo de las empresas internacionalizadas. Los dos probables candidatos, el actual presidente (Joe Biden) y su antecesor en el cargo (Donald Trump), tienen opiniones opuestas sobre el comercio, la presión fiscal y el papel de Estados Unidos en la escena mundial.

Crédito y Caución vaticina que las elecciones se desarrollen en un contexto de desafíos geopolíticos, bajo crecimiento y confianza inestable. Estados Unidos ha resistido el entorno inflacionista mejor que otros países, manteniendo la solidez del crecimiento y el empleo. El gasto de los consumidores ha sido especialmente resistente, pero las previsiones apuntan a un giro motivado por el apalancamiento, la disminución de la inversión fija y la resistencia de la inflación, que retrasa el recorte de tipos de interés. Es previsible que el impacto acumulado del endurecimiento monetario, las condiciones crediticias menos acomodaticias, la política fiscal restrictiva y la incertidumbre política lastren el crecimiento en los próximos meses, provocando un aterrizaje suave de la economía estadounidense.

Las elecciones presidenciales también definirán el papel que Estados Unidos desempeñará más allá de sus fronteras y particularmente en conflictos geopolíticos como los de Ucrania y Oriente Medio. La actual Administración se ha mostrado cada vez más reacia a compartir conocimientos tecnológicos con China y ha apoyado las sanciones occidentales a Rusia. Si se produjese un cambio de Administración, Crédito y Caución augura que esta reorientación del comercio mundial cobre velocidad.

El probable candidato republicano ha planteado la idea de un arancel del 10% a todos los bienes importados para impulsar la producción nacional, lo que desencadenaría medidas similares contra las exportaciones estadounidenses y afectaría significativamente a las cadenas mundiales de suministro. Por contra, la agenda de la actual Administración durante un segundo mandato se centraría en el fortalecimiento de la clase media, la expansión de la sanidad y el desarrollo de infraestructuras de energía verde.

El desarrollo futuro de las actuales tensiones geopolíticas, que vendrá en buena parte marcado por el resultado electoral, tendrá un impacto muy relevante en la economía global. Se calcula que el cierre efectivo del Mar Rojo a los buques mercantes podría reducir la capacidad de transporte marítimo internacional en torno a un 20%. La guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania, por su parte, ha avivado la inflación y sigue siendo un obstáculo para el crecimiento global. Una guerra comercial total entre China y Occidente tendría un enorme impacto en las cadenas de suministro mundiales y en la capacidad de fabricación. 

Federated: los años electorales favorecen a las empresas de pequeña y mediana capitalización

Charlotte Daughtrey, especialista en Inversión de Renta Variable de Federated Hermes Limited, destaca que lo importante para los mercados es que se trata de una campaña electoral relativamente poco arriesgada, ya que ambos candidatos han ocupado el cargo con anterioridad. "Lo que es seguro es que ambos querrán una economía fuerte y eso también suele ser bueno para los mercados", argumenta. 

El S&P ha registrado una rentabilidad media anualizada del +6,2% en todos los años electorales desde la administración Hoover. Además, las empresas estadounidenses de pequeña y mediana capitalización han obtenido mejores resultados que sus homólogas de gran capitalización en todos los años electorales desde que existen datos. 

"No adaptamos nuestra cartera al resultado de las elecciones presidenciales, ya que no lo vemos necesario. Creemos que las empresas de alta calidad con fuertes barreras de entrada obtendrán mejores resultados independientemente del presidente o del ciclo económico", explica.

J. Safra Sarasin Sustainable AM: el repunte del beneficio por acción se acaba

Wolf von Rotberg, estratega de renta variable en J. Safra Sarasin Sustainable AM, avisa: el crecimiento del beneficio por acción (BPA) ha sido mayor de lo esperado al principio de la temporada, con un 8,5% interanual para todo el índice S&P 500. Pero los beneficios no pudieron mejorar secuencialmente con respecto al trimestre anterior, sino que cayeron un 1,5% frente al tercer trimestre de 2023. Los Siete Magníficos (M7) añadieron alrededor de un 12% de crecimiento anual del BPA, lo que significa que el crecimiento del éste "habría sido negativo sin ellos".

"Mientras que la cifra interanual sugeriría que la recuperación de los beneficios está en pleno apogeo, las comparaciones intertrimestrales ofrecen una imagen más matizada. El repunte de los beneficios por acción que había comenzado en el segundo trimestre del año pasado ya ha llegado a su fin, puesto que los beneficios por acción del cuarto trimestre han vuelto a caer por debajo de su nivel del tercer trimestre de 2023, arrastrados por los sectores dependientes de las materias primas, como la energía y los materiales", argumenta.

"La obtención de beneficios en el cuarto trimestre ha estado impulsada por unos pocos nombres, de forma similar al comportamiento del mercado de renta variable. Los "M7" han aportado la inmensa mayoría del crecimiento de los beneficios no sólo en el cuarto trimestre, sino a lo largo de todo el año. Si se eliminan estas siete empresas del total, el crecimiento interanual del beneficio por acción cae más de un 10% y se vuelve negativo, hasta el -4%. Lo mismo ocurre con las cifras intertrimestrales, con la diferencia de que el sector tecnológico es el único que ha registrado un crecimiento positivo de los beneficios intertrimestrales en el cuarto trimestre, mientras que todos los demás sectores han registrado un descenso de los beneficios por acción con respecto al tercer trimestre", apunta.

El descenso interanual del BPA del S&P500 sin contar los M7 "se produjo a pesar del sólido crecimiento de las ventas, lo que es un reflejo de las crecientes presiones sobre los márgenes en el cuarto trimestre". El margen de beneficio neto sin los M7 cae por debajo del 10%, el nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2020.

"El impulso del ISM manufacturero ha pasado a ser positivo y debería proporcionar una subida más sostenida de los beneficios por acción del S&P 500 a medida que el ISM siga subiendo. En consecuencia, los beneficios por acción de 2025 podrían aumentar entre un 2% y un 3% en los próximos meses, lo que proporcionaría una sólida trayectoria de beneficios para que el mercado suba hasta finales de año, ya que implicaría una subida del 13% de los beneficios por acción a 12 meses vista para el 31 de diciembre", vaticina. 

"A más corto plazo, quizá sea aconsejable cierta cautela. Tras cuatro meses de subida, en los que el S&P500 ha ganado un 23%, parece probable un retroceso en las próximas semanas. Esto estaría en línea con el patrón de mercado que hemos visto en los últimos tres años. Las valoraciones también parecen mucho más vulnerables que hace unas semanas. El PER a 12 meses del S&P500 ha vuelto a niveles que tocó por última vez en febrero de 2022, incluso si se excluyen los M7. Así pues, parece bastante probable que el mercado estadounidense atraviese un periodo de enfriamiento antes de recuperar el ritmo en los próximos trimestres", concluye este experto.

Lombard Odier: alta probabilidad de un Congreso dividido

Samy Chaar, Economista Jefe, y Christian Abuide, Responsable de Asignación de Activos, de Lombard Odier, señalan que solo cuatro elecciones presidenciales han tenido repetición de segundas vueltas, pero solo una vez, en 1892, un expresidente ganó un segundo mandato no consecutivo. "Sin embargo, la posibilidad de una segunda administración de Trump está en aumento. La probabilidad de que uno de los cuatro casos penales de Trump resulte en una condena antes de las elecciones es cada vez menor después de que la Corte Suprema dictaminara esta semana que puede postularse para presidente", apuntan.

Para los demócratas no hay una carrera para reemplazar al presidente Joe Biden, pero con índices de aprobación por debajo del 40% y reacciones dentro del partido al conflicto entre Israel y Hamas, algunos lo consideran un pasivo electoral. En las primarias estatales de Míchigan de la semana pasada, casi un sexto de los demócratas votó 'sin compromiso'. 

"Aún así, tres quintos de los votantes a nivel nacional les han dicho a los encuestadores que ambos candidatos son demasiado mayores. En el día de las elecciones, los votantes indecisos o desilusionados que no favorecen a ninguno de los candidatos en solo seis estados disputados (Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin) probablemente determinarán el resultado", avisan. 

El equilibrio en las ramas legislativas del Senado y la Cámara de Representantes será igual de importante para la política estadounidense a partir de 2025: "Vemos una alta probabilidad de un Congreso dividido en caso de reelección de Biden, y una posible barrida total en caso de victoria de Trump. Para ganar una mayoría en la Cámara, los demócratas necesitan obtener cinco escaños en la cámara de 435 escaños. En el Senado, los demócratas enfrentan una carrera desafiante; para mantener su mayoría en la cámara de 100 miembros, no pueden perder ningún escaño".
El primer problema que enfrentará quien asuma el cargo en enero de 2025 será el "precipicio fiscal", el déficit presupuestario federal que regularmente paraliza al Gobierno debido al techo de deuda del país. Ningún lado del espectro político ha mostrado disposición para resolver el déficit del país. Si los demócratas ganan la presidencia, pero el Congreso permanece dividido, una solución al déficit sin duda se enfrentará a retrasos y tácticas de acercamiento al borde del abismo, socavando las posibilidades de decisiones presupuestarias significativas. 

"Sin embargo, sea quien sea que ostente la presidencia, el problema no es nuevo; los fundamentos de la deuda de EEUU. permanecerán sin cambios junto con la amenaza regular de un incumplimiento técnico. El debate sí tiene implicaciones a corto plazo para la calificación crediticia de EEUU, además de muchos créditos fiscales para energía limpia, producción e inversiones que caen bajo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), así como el presupuesto de salud. Para finales de 2025, se acercan otros plazos. Bajo una segunda administración de Biden, es probable que los recortes de impuestos corporativos de Trump de 2017 expiren, al menos parcialmente, mientras que una Administración de Trump probablemente los extendería y buscaría reducir las tasas impositivas individuales. La extensión de los créditos fiscales de la IRA o los recortes de impuestos de Trump empeorarían las proyecciones actuales para la deuda y el déficit. Aunque esto puede generar cierta volatilidad, consideramos que la posibilidad de un incumplimiento de EEUU es muy improbable, dado que la tasa de interés de la deuda estadounidense probablemente permanecerá por debajo de la tasa de crecimiento de la economía, y los niveles de impuestos en relación con el PIB son los más bajos entre los países del G7", explican los dos experto. 

La campaña de Trump también ha planteado un amplio impuesto del 10% sobre las importaciones de bienes, y un 60% adicional sobre las importaciones chinas. Eso lleva el potencial de interrumpir aún más el comercio global y socavar la competitividad de EEUU. Si bien la mayor parte de la atención de la política comercial se centra en las posibles políticas de Trump, la competencia estratégica con China está cerca de ser un consenso entre los legisladores, y la administración Biden no ha eliminado los aranceles impuestos por su predecesor. 

A nivel de política exterior, hay opiniones muy diferentes sobre una mayor ayuda para Ucrania. La perspectiva de una segunda administración de Trump ya ha catalizado conversaciones entre otros miembros de la OTAN sobre reformas radicales para aumentar el gasto en defensa ante la perspectiva de que EEUU vuelva al aislacionismo previo a 1941. 

La política de inmigración sigue siendo un tema partidista con implicaciones para la economía de EE. UU. Trump se ha comprometido a detener la inmigración y repatriar a los inmigrantes ilegales. El peligro para la economía de EEUU es que cualquier reducción en la oferta laboral amenaza con estrechar un mercado laboral que ya tiene escasez de trabajadores, ejerciendo presión al alza sobre la inflación.