El Informe sobre Crimen Financiero 2025, de Kroll, proveedor independiente de soluciones globales de asesoría financiera y de riesgos, revela que más del 71% de los ejecutivos vaticinan más delitos de este tipo por el cibercrimen, la inteligencia artificial (IA), la complejidad regulatoria, las tensiones geopolíticas y las sanciones internacionales.
El cibercrimen se consolida como el mayor riesgo, con un 59% de los ejecutivos reconociendo que sus programas actuales no están plenamente preparados para detectar y mitigar este tipo de ataques. La actividad maliciosa a nivel global incluye desde ataques de ransomware vinculados a Irán dirigidos a bancos israelíes y organizaciones estadounidenses, hasta ataques DDoS respaldados por actores rusosen el contexto de la guerra provocada por la invasión de Ucrania. Estas amenazas se ven potenciadas por la proliferación de herramientas de inteligencia artificial, que han democratizado el acceso a ciberataques sofisticados.
El 77% considera el crimen vinculado a activos digitales como una de sus principales preocupaciones para este año, en un entorno donde el uso de criptoactivos para el blanqueo de capitales y otros delitos financieros sigue en aumento.
Las sanciones económicas y financieras son percibidas como el principal desafío geopolítico por el 45% de los ejecutivos. Solo un 35% de las organizaciones en Europa Occidental expresa alta confianza en sus capacidades para cumplir con los marcos regulatorios de sanciones. Los dos obstáculos más señalados son:
El 61% de los ejecutivos que prevén un aumento del crimen financiero lo atribuyen directamente al uso creciente de la IA por parte de los delincuentes. Los métodos más preocupantes incluyen la creación de cuentas falsas para el lavado de dinero, la suplantación de directivos mediante técnicas de deep fake, la emisión de órdenes fraudulentas para transferencias bancarias. En respuesta, el 49% de las organizaciones planea invertir en soluciones de IA para reforzar sus sistemas de cumplimiento y detección de fraudes.