Josep Ginesta
Profesor de OBS Business School y secretario general de PIMEC
El gasto en pensiones este mes de mayo se ha incrementado un 6,3% fruto de las reformas que se han llevado a cabo en los últimos años: el incremento de las pensiones en relación con el IPC para adaptar el poder adquisitivo. Esas reformas se van reflejando también en otros aspectos que también hemos conocido hoy: por un lado, el incremento de la pensión media del sistema por encima de la de jubilación debido al aumento de algunas pensiones mínimas, en caso de incapacidad permanente, etc; por otro lado se refleja en la progresiva demora de la entrada en las pensiones de jubilación. Hemos tenido altas en jubilación ordinaria mayoritarias (69%) pero también es cierto que vemos cómo se han doblado las entradas por jubilación demorada (del 4,8% en 2019 al 10,5% en este año). Y también vemos que a la vez se han reducido en casi 10 puntos las jubilaciones anticipadas, pasando al 30% cuando hace tan solo un año eran del 41%.
En definitiva, vamos viendo cómo se va equiparando el gasto en pensiones a las reformas. Pero también es cierto que se están mejorando los ingresos del sistema fundamentalmente por dos razones: tenemos un número de cotizantes récord y además hay un mayor esfuerzo por parte de los cotizantes en cuanto al importe de sus cotizaciones.
Sin embargo, tenemos una asignatura pendiente: lograr un equilibrio entre las personas que trabajan y aquellas que solo reciben prestaciones, es decir entre el número de personas que cotizan y aquellas que reciben pensiones. Para ello es necesario mejorar nuestra tasa de desempleo para equipararnos al resto de los países europeos.