Vivir en un entorno laboral de presión y cambios constantes puede llevar a confundir la capacidad de adaptación continua con la idea de un trabajo sin descanso, basado en la exigencia y no en el autocuidado. Sin embargo, mantener un alto rendimiento sin tener en cuenta el bienestar emocional puede terminar debilitando tanto la productividad, así como desgastar la salud mental a largo plazo si no va acompañada de estrategias saludables.
La resiliencia, un concepto que comenzó a popularizarse especialmente durante la pandemia del COVID-19 es una habilidad clave para adaptarse a cambios en situaciones adversas. Dentro del entorno laboral, esta no solo mejora el rendimiento, sino que también refuerza la colaboración, la confianza y el compromiso dentro de los equipos, generando un entorno de trabajo más positivo y colaborativo. Y es que, según el Cigna International Health Study 2024, España presume de ser uno de los países más resilientes, con un 69% de la población que afirma sentirse capaz de adaptarse a cambios e imprevistos con facilidad.
Sin embargo, la resiliencia no solo se trata de reaccionar ante las nuevas circunstancias, sino de hacerlo de manera saludable y sin caer en mecanismos de afrontamiento que puedan llegar a ser perjudiciales para la salud. Cuando esto ocurre y se ignoran las señales de agotamiento o se reprimen las emociones, puede llegar a convertirse en un mecanismo destructivo, generando un falso sentido de fortaleza y estabilidad y debilitando la salud mental. Interpretarla como una necesidad de tener que adaptarse a todo puede derivar en lo que se conoce como resiliencia tóxica o la idea de "resistir a toda costa".
“Cuando la resiliencia se confunde con la exigencia y el resistir a toda costa, se pierde el verdadero sentido de adaptabilidad”, comenta Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España. “No es una cualidad con la que se nace, sino una habilidad que se puede desarrollar y fortalecer con el tiempo, aprendiendo de los errores y de la experimentación. Es una inversión en la salud emocional y el bienestar general, ya que permite afrontar problemas sin comprometer el equilibrio personal ni el rendimiento a largo plazo.”
Para ello, los expertos de Cigna Healthcare España recomiendan aplicar las siguientes estrategias que impulsan el desarrollo de una resiliencia saludable: