07 May
07May

La inteligencia artificial (IA) tiene un gran potencial transformador de las economías y los mercados laborales. Por ello, Alejandro Fernández Cerezo, Ignacio Hidalgo, y Mario Izquierdo, del departamento de Análisis Económico del Banco de España, investigan, a partir de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), la adopción de sistemas de IA por parte de las empresas españolas. 

La tasa de adopción de herramientas de IA en las empresas españolas es más reducida que la correspondiente a otras tecnologías digitales más maduras, como la computación en la nube (cloud computing en inglés). Un 19,9% de las empresas utilizan actualmente algún sistema de IA. La tasa de adopción de IA generativa (18,1%) es algo más elevada que la de IA predictiva1(14,6%).

No obstante, en relación con la intensidad de su uso, un 60% de las empresas usuarias de la IA (en torno a un 12% del total de la muestra) declaran que la utilizan de manera experimental o en forma de programa piloto, mientras que un 34% (7 % del total de la muestra) hacen un uso moderado y solo un 6% la emplean de manera intensa (1% del total de la muestra). 

En cambio, la computación en la nube muestra una mayor penetración en el tejido empresarial español, hasta el 44 % de los usuarios, con un porcentaje más elevado de compañías que hacen un uso moderado o intenso, lo que es indicativo de que esta tecnología se encuentra en un estado de desarrollo más avanzado que la IA, en línea con la evidencia existente en los indicadores de transformación digital del Índice de Economía y Sociedad Digitales (DESI, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea.

La adopción de la IA en las empresas españolas (30,9%) es superior a la observada entre las empresas italianas (13%), pero se sitúa sensiblemente por debajo de la observada en las alemanas (46%), si bien la mayoría de los usuarios de la IA declaran un uso experimental en los tres países.

Por sectores, la tasa de adopción de la IA en España muestra una elevada heterogeneidad. Según la EBAE, el uso de la IA está más extendido en las ramas de servicios a empresas, como los de información y comunicaciones, con un 31,6% y un 45,7% de empresas usuarias de IA predictiva e IA generativa, respectivamente, y en las actividades profesionales, científicas y técnicas, con una tasa de adopción respectiva del 26,6% y el 30,4%, en contraste con las tasas de adopción de la IA observadas en la agricultura y la construcción, que se sitúan por debajo del 10%. En otras ramas de servicios, como la hostelería y las actividades inmobiliarias, la adopción también es reducida (algo inferior al 15%). 

Por el contrario, la penetración de los servicios de computación en la nube es algo más homogénea sectorialmente: oscila entre el 75 % en información y comunicaciones y el 43 % en el sector inmobiliario.

Los resultados muestran que, entre las empresas que operan en una misma rama de actividad, el uso de la IA está positivamente vinculado con la productividad y el tamaño de la empresa, y se observa una adopción notablemente más elevada en el grupo de empresas con más de 250 empleados. Además, la adopción de la IA está asociada con la presencia de activos complementarios, aproximados a través del porcentaje de activos intangibles en el capital total de la empresa. 

El uso de la IA es más probable en aquellas empresas con mayores infraestructuras y capacidades digitales y con mayor presencia de personal ligado a las nuevas tecnologías. Por su parte, las empresas más jóvenes tienden a mostrar una mayor tasa de adopción de la IA, ya que son más propensas a experimentar con soluciones innovadoras, al disponer de menos sistemas y procesos heredados que pueden obstaculizar la adopción de nuevas tecnologías.

Optimismo sobre el impacto en el empleo

Por ramas de actividad, la percepción del impacto de la IA sobre el nivel de empleo muestra una elevada dispersión. En todos los sectores, el porcentaje de empresas pesimistas sobre el impacto de la IA en el empleo supera al de optimistas, salvo en el sector de información y comunicaciones, que podría verse particularmente beneficiado por ser una rama de actividad involucrada directamente en el desarrollo de soluciones de IA para el resto de los sectores productivos.

El empleo ha aumentado más en las ocupaciones más expuestas a la IA. Y las empresas que ya utilizan IA tienden a ser más optimistas en su percepción del impacto de la IA sobre el empleo que las que aún no la usan.

Así, entre las empresas usuarias de la IA, la proporción de empresas optimistas —que esperan un impacto positivo sobre el empleo— es superior a la de pesimistas en todos los sectores de actividad, salvo en hostelería y ocio. En cambio, entre las compañías que no usan la IA (que suponen la mayoría de las empresas), las que tienen una visión pesimista superan notablemente a las optimistas, especialmente en los sectores de comercio y transporte. 

Estos resultados son coherentes con otras encuestas acerca del impacto de la IA sobre las perspectivas laborales. Los trabajadores que han usado herramientas de IA (en su mayoría, jóvenes y con educación universitaria) tienden a tener opiniones más favorables que los que no las usan- Una visión positiva de la IA tiende a favorecer su utilización, y el uso de estas herramientas ha contribuido a descubrir sus beneficios potenciales.

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