20 May
20May

De acuerdo con el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, los plazos de pago de 2025 apenas registran cambios respecto a 2024. En marzo de 2020, coincidiendo con la declaración de la pandemia, las medidas de distanciamiento social y el cierre temporal de la actividad productiva, los plazos de pago mostraron el peor comportamiento de toda la serie histórica del Estudio. 

Un 7% del tejido productivo trabaja con sus clientes por encima de los 90 días, el mínimo de la serie histórica desde que se realiza este estudio. Sin embargo, sólo el 50% de las empresas opera con plazos por debajo de los 60 días que trató de impulsar la Ley 15/2010 de Medidas de Lucha contra la Morosidad, un punto por encima de los niveles prepandemicos de 2019. Apenas un 10% ha logrado reducir ese plazo a los 30 días que trató de impulsar la Comisión Europea. 

El 76% de las empresas, cuatro puntos más que hace un año, tiene que aceptar plazos de pago superiores a los deseados para poder mantener su cartera de clientes en sus operaciones B2B (empresa a empresa). La capacidad de los autónomos para imponer plazos de pago se reduce al 12%. En el caso de la pyme este valor alcanza el 40%, y escala al 48% en la gran empresa. 

La pandemia, correspondiente a las oleadas de 2020 y 2021, mostró un cambio en el comportamiento de los dos principales segmentos empresariales en los que se apoya la economía española. En el caso de las pymes se observó un claro incremento de su imposición de plazos de pago más largos, un síntoma del intento de diluir a través la cadena de valor sus problemas de tesorería. Por contra, esas dos oleadas reflejaron entre las grandes empresas, especialmente en 2021, una estrategia de protección de la salud financiera de sus proveedores. Sin embargo, los datos de 2025 muestran ya un comportamiento en línea con los valores históricos de la serie. 

Aunque en menor medida, las Administraciones también forman parte del problema de la extensión indeseada de los plazos de pago: el 46% de las empresas que trabaja con el sector público tiene que aceptar plazos superiores a los deseados. El peor comportamiento, que afecta al 32% de las empresas, se da entre las Administraciones locales. Este porcentaje se reduce en las Administraciones autonómicas (19%) y en las estatales (11%).

Un 58% de las empresas percibe problemas financieros en sus clientes, dos puntos porcentuales menos que hace un año. La falta de liquidez vuelve a ser la razón más citada para explicar la morosidad empresarial, por delante del retraso intencionado (54%), la complejidad del procedimiento de pagos (17%), las disputas sobre la calidad de los bienes y servicios suministrados (8%) o la emisión de facturas incorrectas (7%).

Hatta Energy ofrece a sus clientes un crédito a 30 días

Hatta Energy ha puesto a disposición de sus clientes más consolidados una línea de crédito para darles su apoyo y dinamizar así su actividad comercial. Con esta línea de crédito, que de momento es de 20 millones€, los clientes de esta empresa dispondrán de hasta 30 días para abonar los importes correspondientes, aportando un balón de oxígeno a aquellos que necesiten reducir su estrés financiero.

La nueva línea de crédito está dirigida a clientes habituales con una trayectoria y niveles de compra valorados por Hatta Energy. Para optar a esta financiación una vez solicitada, los clientes tendrán que pasar por un proceso de evaluación de riesgo realizado por una entidad financiera especializada y, una vez aprobado,  podrán financiar sus compras hasta un máximo de 30 días.

Este importe inicial de 20 millones podría ampliarse en función “de las necesidades de los clientes, del éxito de este servicio y del comportamiento del mercado”, asegura el CEO de la compañía, Javier Alonso

Con este acuerdo, Hatta Energy asumirá gran parte del coste financiero mensual como parte del compromiso que la empresa afronta para seguir fortaleciendo su red de relaciones comerciales y apoyar la actividad de sus socios más estratégicos. Este acuerdo, asegura Alonso, “refuerza nuestro propósito de ir más allá del suministro energético, acompañando al cliente en su crecimiento y apostando por relaciones de confianza con él”.Con esta iniciativa, la compañía, comprometida con la innovación y la sostenibilidad en el sector energético, facilita a sus clientes el acceso a la financiación e impulsa las relaciones comerciales en un momento en el que la salida de varios operadores ha abierto nuevas oportunidades a empresas como Hatta, muy cercanas al cliente final y comprometidas con la competitividad. De esta manera, Javier Alonso asegura que es importante “que los clientes se centren en hacer crecer sus negocios, sabiendo que cuentan con un respaldo financiero sólido”.

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