Las crecientes presiones sobre los precios, por las guerras comerciales iniciadas por la Casa Blanca. y el aumento del paro van a dificultar que la Reserva Federal relaje su política monetaria.
Del miércoles 19 al jueves 20 de marzo habrá decisiones sobre los tipos de interés de la Reserva Federal, el Banco de Japón, el Banco Nacional Suizo, el Riksbank y el Banco de Inglaterra.
La confianza de los consumidores de Estados Unidos baja con fuerza en marzo y acumula tres meses consecutivos a la baja, situándose en 57,9 puntos, su peor dato desde noviembre de 2022.
Los aranceles establecidos desde la toma de posesión de Trump el 20 de enero pueden aumentar la inflación del PCE subyacente de EEUU entre 40 y 60 pb. Y los datos macroeconómicos de EEUU son peores de lo esperado.
En enero el saldo comercial estadounidense registró un retroceso hasta -131.400 millones$ con un incremento del +34% del déficit, situándose en su peor registro de la serie histórica.
El oro sigue beneficiándose de su estatus como refugio seguro, en un contexto donde la incertidumbre económica y política global sigue en aumento.
"Los inversores pueden estar en una travesía alocada durante los próximos meses, si no años, con un flujo constante y ruidoso de noticias relacionadas con los aranceles. Esto aumentará la volatilidad de los mercados de valores", avisan el Deutsche Bank.
Los precios del gas natural licuado pueden bajar en caso de que se reanuden los flujos a través de Ucrania, pero el impacto en el petróleo es limitado. El posible levantamiento de las sanciones a Rusia puede reducir los costes de los insumos.
DWS vaticina que las políticas económicas y comerciales del presidente Trump provoquen nerviosismo en el mercado, lo que debería ayudar a generar un interés continuo por el oro.
Nvidia y Amazon son las empresas que pueden resultar más favorecidas por las decisiones del 47º presidente de EEUU. Mientras, el Club de Exportadores rechaza los posibles aranceles a España.
Aplicará a partir de enero un ritmo de recortes más gradual, ya que las políticas de Trump son “proinflacionistas”.