Miguel Ángel Valero
De acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, la deuda soberana de los países en desarrollo ha incrementado de forma significativa su riesgo de impago. Los problemas de endeudamiento de los países más vulnerables se han visto afectados por la pandemia global, la invasión rusa de Ucrania, las interrupciones de las cadenas mundiales de suministro, la inflación global o la subida de los tipos de interés.
En los últimos tres años se han registrado 18 impagos de deuda soberana, lo que supera el total registrado en las dos décadas anteriores. De acuerdo con las estimaciones de la aseguradora de Crédito cerca de 20 países que reúnen los requisitos para obtener préstamos del Banco Mundial se encuentran en alto riesgo de crédito.
Antes de la pandemia, los Estados elegibles para la Asociación Internacional de Fomento del organismo internacional se beneficiaron de las favorables condiciones monetarias mundiales. Debido a los bajos tipos de interés, muchos emitieron bonos por primera vez. En comparación con los tipos de interés nacionales, los de los eurobonos eran más bajos, pero el cambio a estos bonos internacionales también hizo a estos países más vulnerables a las variaciones en la confianza del mercado, aumentando el riesgo de refinanciación y de tipo de cambio. Este cambio de sentimiento del mercado se produjo con la pandemia y, posteriormente, con la invasión de Ucrania. La mayoría de los países en desarrollo perdieron su acceso al mercado internacional de capitales y tuvieron que hacer frente a un fuerte aumento de los costes de endeudamiento.
De acuerdo con las estimaciones contenidas en el informe, los costes del endeudamiento público de los países de rentas bajas aumentarán hasta un 40% entre 2023 y 2024, consumiendo una parte significativa de los ingresos públicos. Aunque se espera que la relajación monetaria se inicie este año, el entorno de tipos de interés no retornará a niveles prepandémicos. Con más de un tercio de la deuda de estos países financiada a tipos variables, el número de países que entren en una crisis de deuda puede aumentar en los próximos años.
Aunque el G20, junto al FMI y Club de París, ha adoptado un marco común para ayudar a países en vías de desarrollo ante crisis de deuda, la aparición de nuevos actores y las variaciones en la composición de la base de acreedores está provocando que los países que afrontan una crisis de deuda tengan más difícil encontrar una solución que en el pasado.
El informe analiza en detalle las últimas negociaciones de reestructuración, que se han vuelto más complejas, se alargan en el tiempo y a veces ni siquiera llegan a iniciarse por dos cambios sustanciales:
abrdn ofrece tres vías para aprovechar las oportunidades de la renta variable emergente
Por otra parte, Matt Williams, Senior Investment Director de abrdn, destaca que no todas las empresas que pagan dividendos son iguales. "El reto para los inversores consiste en encontrar una empresa que no sólo ofrezca una retribución atractiva a sus accionistas, sino que pueda hacerlo a largo plazo. Cada vez hay más pruebas de que los mercados emergentes son un terreno fértil para las rentas y el crecimiento del capital. La proporción de empresas de mercados emergentes que pagan dividendos ha crecido mucho en las dos últimas décadas, y ahora lo hace en torno al 90% (y más de un tercio ofrecen una rentabilidad superior al 3%)", explica.
Estas tres claves microeconómicas permitirán identificar las compañías con mayor capacidad de generar ingresos a largo plazo para los accionistas.
La tecnología ha contribuido a transformar los mercados emergentes, que han pasado de ser un grupo de economías dominadas por las materias primas a algo mucho más diversificado. Muchas empresas de mercados emergentes han adoptado el concepto conocido como "innovación por salto" ('leapfrog innovation'), integrando tecnologías más avanzadas, como los pagos digitales, para eludir vías más convencionales para aumentar el crecimiento empresarial. Esto les ha permitido alcanzar -o incluso superar- a sus competidores de los mercados desarrollados.
"Hemos entrado en una nueva era digital, impulsada por la inteligencia artificial (IA), que afecta a todo, desde cómo viajamos hasta la forma en que gastamos nuestro dinero. Lo que hace que el crecimiento de la era digital sea una tendencia de inversión tan poderosa que muchas tecnologías clave se están uniendo al mismo tiempo. Esta nueva economía digital requiere hardware tecnológico para satisfacer sus demandas. Por ejemplo, se espera que los modelos de IA generativa, como ChatGPT, aporten 4,4 billones$ a la economía mundial. Sin embargo, esta innovación transformadora requiere grandes cantidades de potencia de procesamiento.". destaca.
"Por su parte, los vehículos eléctricos necesitan chips más sofisticados y en mayor número que los coches más convencionales con motor de combustión interna. Los vehículos autónomos necesitan aún más. Funciones esenciales como determinar la posición en la carretera y tomar decisiones de seguridad en fracciones de segundo requieren grandes conjuntos tecnológicos, como GPS, radar y LIDAR .El hardware tecnológico forma los bloques de construcción de la nueva economía digital, y gran parte procede de los mercados emergentes. La mayor fundición de semiconductores del mundo es la taiwanesa TSMC, que suministra chips de alto rendimiento a grandes marcas mundiales, como Apple, NVIDIA e Intel. Los países emergentes de Asia también albergan empresas de ámbito mundial, como Samsung Electronics, Mediatek, semiconductores sin fábrica, y Sporton International, pruebas de equipos de telecomunicaciones", añade.
2) Transición verde
Aunque las naciones, las empresas y los activistas discrepan sobre el ritmo del cambio necesario para reducir las emisiones nocivas de CO2, se apunta hacia fuentes de energía más ecológicas y bajas en carbono. Otros factores, como la invasión rusa de Ucrania, han obligado a los responsables políticos a replantearse su dependencia energética de un puñado de exportadores.
En los mercados emergentes ya existe una escala y un desarrollo bien establecidos de las energías renovables. Estos mercados son también el centro de atención a medida que se acelera la transición energética. Los avances incluyen la ampliación de las redes eléctricas, la exploración de nuevas tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono, o la adopción de nuevas fuentes de combustible como el hidrógeno.
Un ejemplo destacado es la tecnología de las baterías eléctricas, esencial para muchos aspectos de la transición energética.Muchos de los materiales esenciales necesarios para una tecnología más ecológica, como el cobre y el platino, se extraen en los países emergentes, especialmente en América Latina. Se espera que la demanda de cobre, utilizado en la energía solar fotovoltaica, la energía eólica y el almacenamiento de baterías en red, entre otros, aumente de unas 25.000 kilotoneladas en 2022 a casi 40.000 kilotoneladas en 2050. Hasta ahora, los niveles de inversión están muy por debajo de lo necesario para alcanzar los ambiciosos objetivos de emisiones netas cero. Según las estimaciones más recientes, el déficit de inversión acumulado para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5°C en 2050 es de 150 billones$ Teniendo esto en cuenta, "esperamos ver una aceleración continua de los proyectos en los próximos años, lo que ofrecerá a las empresas de mercados emergentes una plataforma para prosperar", subraya este experto.
3) Una nueva generación de consumidores
El poder adquisitivo de los mercados emergentes está aumentando de manera exponencial. Países como India e Indonesia han experimentado un gran aumento de su población en edad de trabajar. Esto, unido al menor número de personas dependientes, es una receta para un crecimiento económico potencialmente mayor.La renta media ha aumentado sustancialmente en muchos países emergentes en los últimos años. En 2024, 113 millones de personas pasarán a formar parte de la clase consumidora mundial, el 57% de las cuales vivirá en China e India.
Este contexto de crecimiento del consumo es favorable para las empresas que pagan dividendos. Abarca varios sectores, como la alimentación y las bebidas, la ropa deportiva, los electrodomésticos, los vehículos de motor, los aeropuertos y los productos financieros como los seguros o la banca. Uno de los aspectos más importantes es que los consumidores están expresando su preferencia por las marcas nacionales frente a los nombres mundiales. Esto beneficia a algunas empresas líderes de los mercados emergentes que ya han establecido una cuota de mercado significativa en sus respectivos sectores.En conjunto, estos tres temas, que a menudo se solapan, ayudan a establecer el telón de fondo para que las empresas bien gestionadas con clientes establecidos y leales mantengan y hagan crecer sus negocios.La combinación de altos niveles de rentas y una reinversión de capital suficiente debería traducirse en una rentabilidad por dividendo atractiva y creciente para los accionistas a medida que estas empresas sigan expandiéndose con el tiempo.