La seguridad de un país y la sensación de seguridad son a menudo criterios esenciales para los viajeros internacionales. El índice HelloSafe se calcula sobre la base de un conjunto de 35 criterios repartidos en las siguientes categorías: ocurrencia de catástrofes naturales, violencia en la sociedad, implicación en conflictos armados (internos o externos), infraestructuras de salud y militarización (ver la metodología completa al final de esta página). El índice final es, por tanto, el resultado de la ponderación del conjunto de estos criterios. Además, es importante precisar que este índice no tiene como objetivo reflejar el atractivo turístico de un país, sino un índice global de seguridad y protección basado en el mayor número de criterios objetivos posibles.
Según ese índice, Islandia es actualmente el país más seguro del mundo, con una puntuación de 18,23 puntos sobre 100, por delante de Singapur (19,99 puntos) y Dinamarca (20,05 puntos). Además, 12 de los 15 países más seguros del mundo se encuentran en Europa, incluida Suiza (el 5º país más seguro del mundo con 20,51 puntos). En este top 15 aparecen Bután (22,98 puntos) y Qatar (23,33 puntos), que se erigen como destinos muy seguros para los viajeros.
Entre los 15 países menos seguros del planeta, encontramos muchos escenarios de conflicto, tanto antiguos como recientes, que a menudo se combinan con altos riesgos naturales. Filipinas encabeza esta clasificación con un índice de 82,32 sobre 100, seguida de Colombia (79,21 puntos) y México (78,42 puntos), tres países que experimentan una fuerte violencia dentro de la sociedad. Yemen y Siria también están lidiando con graves conflictos internos que comprometen la seguridad allí. Rusia está envuelta en un conflicto provocado por la invasión de Ucrania en 2022 y que "parece que va a durar", según HelloSafe.
Francia, penalizada por la amenaza terrorista
En general, Europa es el continente más seguro para los viajeros de todo el mundo. De hecho, los países europeos ocupan 30 puestos entre los 50 países más seguros del mundo, entre ellos Suiza (5º a nivel mundial y 4º a nivel europeo con un índice de 20,51), los Países Bajos (20º y 17º, índice de 26,22) o Bélgica (31º y 24º, índice de 28,31).
Llama la atención la mala posición de Francia, solo la 80ª a nivel mundial y la 34ª a nivel europeo con una puntuación de 36 puntos, y que se explica en particular por la amenaza terrorista, que sigue muy presente en el país.
América Latina constituye tradicionalmente un destino de viaje exótico para los viajeros de Europa y América del Norte. Sin embargo, los países que la componen experimentan situaciones de seguridad muy contrastadas. Así, Paraguay, Uruguay, Trinidad y Tobago o incluso Bolivia gozan de un índice de seguridad bastante elevado para los viajeros. Por el contrario, Colombia, México y Venezuela figuran entre los países latinoamericanos más peligrosos. La elevada tasa de homicidios, la militarización y los desplazados internos son algunas de las causas que justifican esta mala clasificación para estos países, a pesar de su innegable potencial turístico.
Singapur se distingue a la cabeza de la clasificación con un índice notable de 19,99 puntos, lo que lo convierte en el segundo país más seguro del mundo. En cambio, las Filipinas cierran la marcha con un índice de 82,32, poniendo en evidencia los desafíos persistentes en materia de seguridad en la región. Este contraste subraya las disparidades de seguridad existentes en Asia, donde algunos países se benefician de situaciones de seguridad apacibles, mientras que otros se enfrentan a desafíos más complejos en materia de seguridad.
HBX: cinco tendencias clave para el verano
Con el verano a la vuelta de la esquina, el sector del turismo se prepara para una temporada marcada por nuevas prioridades y comportamientos de los viajeros.Ya no se trata solo de “a dónde vamos”, sino también de “por qué viajamos” y “cómo lo hacemos”. En este sentido, HBX Group, marketplace B2B independiente especializado en tecnología de viajes, ha identificado cinco tendencias clave que definirán el verano 2025. Éstas revelan un cambio claro en la forma en que las personas conciben sus vacaciones: más emocionales, conectadas con la naturaleza, orientadas al bienestar y socialmente conscientes.