Miguel Ángel Valero
PayPal lanza Pay with Cripto, en lo que ya se ha considerado como un paso audaz en su estrategia digital. Se trata de un nuevo servicio que permite a pequeños negocios en EEUU aceptar pagos en decenas de criptoactivos, desde las más conocidas hasta tokens con nombres que parecen más bien una broma, como Trump y Fartcoin.
Todos los pagos se convierten automáticamente en su stablecoin PYUSD, gestionada por Paxos, que ya alcanza una capitalización de 900 millones$ y sigue creciendo con fuerza.
La estructura de comisiones está pensada para ser competitiva: durante el primer año, se limitarán al 0,99%, y luego subirán al 1,5%. Según su CEO, Alex Chriss, es más barato que procesar pagos con tarjetas internacionales como Visa o MasterCard, con el aliciente de disponer de los fondos de forma casi instantánea. Además, quienes decidan mantener su dinero en PYUSD podrán obtener hasta un 4% de interés.
Frente a este tipo de movimientos, Visa y Mastercard también están reaccionando. Ambas han empezado a probar sistemas que usan tecnología de criptomonedas para facilitar pagos más rápidos y baratos. Aun así, sus propuestas están todavía en fase de prueba y enfocadas principalmente a grandes empresas o bancos.
Este movimiento sitúa a PayPal en una posición clave dentro del ecosistema cripto, no solo como pasarela de pagos, sino como actor que empieza a ofrecer servicios con incentivos financieros sobre su propia stablecoin.
La apuesta es clara: captar usuarios minoristas y comerciantes que quieran una alternativa más rápida y eficiente que la banca tradicional, sin renunciar a la seguridad ni a la liquidez.
PayPal ha entendido que el futuro de los pagos no está solo en la digitalización, sino en la descentralización. Con esta iniciativa, pyede abrir la puerta a una nueva ola de adopción cripto desde el terreno más pragmático: facilitar que las transacciones del día a día se hagan sin fricciones, sin fronteras y con recompensas.
"Lo que antes era un experimento, ahora empieza a parecerse peligrosamente a una revolución. El sistema financiero está entrando en una nueva etapa. La irrupción de las fintech, las monedas digitales estables y los servicios financieros descentralizados están cuestionando el papel de la banca tradicional como intermediario imprescindible. Y lo que viene no es menor: la llegada del euro digital, impulsado por el Banco Central Europeo, también supone un riesgo directo para la banca comercial, al ofrecer una alternativa pública, digital y segura para guardar y mover dinero. La transformación está en marcha, y cada nuevo paso acelera el cambio de paradigma", advierte el analista Pablo Gil en The Trader.