06 Sep
06Sep

Miguel Ángel Valero

Invertir en oro hoy: ¿cómo, cuándo, y a través de qué vehículo?, se pregunta José Manuel Marín, fundador de Fortuna SFP. El diagnóstico del último informe del FMI sobre la estabilidad financiera mundial evidencia el aumento de los riesgos que amenazan la solidez y resiliencia de los mercados e instituciones financieras: condiciones más restrictivas, elevadas incertidumbres y vulnerabilidades estructurales convergen para generar un entorno tenso.

Ante esta señal de alarma, es imperativo una gestión proactiva del riesgo, especialmente en marcos donde la deuda soberana es alta o las valoraciones de activos están infladas (como ocurre con ciertos sectores tecnológicos). Así, se podrán mitigar posibles impactos adversos y promover una recuperación más estable y sostenible.

El oro sigue subiendo, junto a los ETF respaldados por metales preciosos, impulsado por las expectativas de recortes de tipos de la Fed para septiembre. El dólar ya no es percibido como refugio universal. Si la Fed baja tipos o compra deuda, aumentará la inflación y la presión sobre el dólar, cuyo papel como moneda de reserva se debilita. En su lugar, los inversores institucionales están aumentando exposición en activos denominados en euros y en oro, que sigue alcanzando máximos históricos. 

Después de años de imprimir dinero como si no hubiera un mañana, ahora los bancos centrales compran oro para blindarse contra las consecuencias de su propia borrachera monetaria. Mientras tanto, los BRIC (bloque fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que ahora cuenta con una veintena de países, que suman el 40,4% del PIB mundial), siguen acaparando oro como si supieran algo que no nos cuentan. Están empeñados en crear un orden mundial desdolarizado, y el dólar y la deuda americana empiezan a sudar la gota gorda.

En este escenario, ¿es momento para incrementar la exposición a activos refugio, y particular en oro? La respuesta es sí, pero con matices importantes. El oro ha demostrado históricamente un rol protector frente a una inflación elevada, crisis financieras y tensiones geopolíticas. Su naturaleza de activo no correlacionado con renta variable ni fija lo convierte en un diversificador eficaz en carteras sometidas a volatilidad. En un contexto de tipos de interés altos y endeudamiento global creciente, el oro tiende a preservar valor cuando otros activos sufren ajustes.

Formas de invertir en oro: oportunidades y limitaciones

  • Acciones de compañías mineras: Aunque ofrecen exposición indirecta al oro, su comportamiento está condicionado por variables ajenas al precio del metal que generan un gap notable respecto a la evolución real de su precio: 
    • Costes de producción y energía.
    • Endeudamiento de la empresa.
    • Riesgo geopolítico en países productores.
    • Política de dividendos.
  • ETF sobre oro:
    • Ventajas: alta liquidez, facilidad de acceso y bajo coste operativo
    • Inconvenientes: 
      • El inversor no posee físicamente el oro, sino participaciones en un vehículofinanciero.
      • Existe riesgo de contrapartida, ya que la valoración depende de las entidadesfinancieras que lo gestionan y custodian.
      • No todos los ETF están completamente respaldados por oro físico; algunosrecurren a derivados, lo que puede acabar en un desacoplamiento respecto al precioreal en situaciones de estrés de mercado.
  • Oro físico (lingotes, monedas): Es la única modalidad que elimina el riesgo de contrapartida y garantiza la posesión directadel activo. Sin embargo, presenta limitaciones:
    • Costes de custodia y seguridad
    •  Menor liquidez inmediata frente a ETF

"En conclusión, para quienes priorizan máxima seguridad patrimonial, el oro físico es la opción más coherente. Las acciones mineras no deben considerarse un sustituto directo del oro, sino un activo distinto con mayor riesgo y volatilidad. El momento actual favorece una exposición al oro como elemento de diversificación, siempre que se entienda que la clave no está tanto en el 'sí o no' a invertir, sino en el 'cómo' hacerlo para que cumpla realmente su función de refugio", subraya el fundador de Fortuna SFP.

DWS: La ratio oro-petróleo alcanza su máximo en cinco años

Por su parte, un análisis de DWS destaca que la ratio oro-petróleo alcanza su máximo en cinco años, y se plantea si "indica una vez más un cambio macroeconómico importante". La relación entre el oro y el petróleo —cuántos barriles de petróleo se pueden comprar con una onza de oro— ofrece una lectura rápida de la salud económica y el estado de ánimo del mercado. La ratio se disparó a más de 50 barriles por onza de oro a principios de agosto, muy por encima de su media de alrededor de 18 veces desde el año 2000. ¿Qué ha provocado esta divergencia? ¿Y hacia dónde se dirige ahora la ratio?

La divergencia entre dos de las materias primas más importantes del mundo refleja la creciente incertidumbre económica. El oro tiende a mantener su valor durante las recesiones económicas y algunos lo consideran un activo refugio y una cobertura contra la inflación. Los precios del petróleo reflejan el equilibrio entre la oferta y la demanda y los riesgos para el suministro. Tienden a subir cuando aumentan la producción industrial y el consumo.

Históricamente, los extremos en la ratio han reflejado el inicio de importantes cambios macroeconómicos. La última vez que la ratio superó su nivel actual, se estaba desatando la pandemia de 2020. Ahora, el oro ha subido más de un 90 % en tres años, hasta situarse en torno a los 3.400$por onza, mientras que el Brent ha caído a 66$por barril desde principios de este año, tras mantenerse cerca de los 80$ tras la pandemia. 

Las razones parecen claras. En los últimos tres años, el oro ha experimentado una demanda sin precedentes por parte de los bancos centrales, en particular de países como China y la India, que buscan alternativas a las tenencias del Tesoro de EEUU y la desdolarización. Además, la percepción de que el oro es un refugio seguro ha llevado a los inversores a acudir en masa a este metal, especialmente ante la preocupación de que el dólar ya no ofrezca las mismas ventajas de diversificación que antes. Y aunque la inflación ha remitido desde la pandemia, sigue siendo elevada en EEUU, lo que refuerza aún más el atractivo del oro como posible cobertura.

Por otro lado, el precio del petróleo ha sido víctima de la economía básica: menor demanda y mayor oferta. La producción mundial de crudo ha aumentado significativamente debido al aumento de la producción de la OPEP+. Además, con su auge del petróleo de esquisto, EEUU se ha convertido en un actor importante en la producción de petróleo. Las preocupaciones sobre la demanda se suman al sentimiento bajista de los precios. Las políticas arancelarias han ensombrecido considerablemente las perspectivas económicas para 2025. Los recientes esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania también han ejercido presión sobre los precios. El éxito de las conversaciones de paz podría suponer un aumento de la oferta rusa, lo que ejercería una mayor presión sobre los precios del crudo.

“Aunque sigue habiendo volatilidad a corto plazo, creemos que las razones estructurales que impulsan el oro y el petróleo se normalizarán poco a poco, reduciendo el extremo actual en la ratio”, dice Darwei Kung, Head of Commodities and Natural Resources de DWS. Los mercados ya han descontado en gran medida los aumentos de producción previstos por la OPEP+, y los recientes acuerdos arancelarios han reducido un poco la amenaza que suponen para el crecimiento. "También es poco probable que el oro siga subiendo de forma pronunciada en los próximos años. Esto se debe principalmente a la disminución de la demanda de joyas, que en el pasado se veía compensada por la demanda de inversión. Por otro lado, sigue habiendo una considerable incertidumbre, ya que la imposición de aranceles más altos de lo que esperamos podría aumentar de nuevo las dudas sobre la economía mundial, afectando al precio del petróleo y favoreciendo potencialmente al oro", añade.

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