La novena edición del Barómetro sobre clima y perspectivas de la inversión del Reino Unido en España, elaborado por la Cámara de Comercio Británica en España conjuntamente con Analistas Financieros Internacionales (Afi), vuelve a poner de manifiesto el interés que España sigue despertando en el Reino Unido ya que suma el mayor volumen de flujos acumulados de Inversión Extranjera Directa (IED) desde el inicio de la serie histórica, en 1993, con 92.000 millones€.
De éstos, más de 2.500 millones han llegado en los primeros seis meses de 2024, lo que supone el 65% del total que llegó el pasado año 2023.
Por Comunidades Autónomas, destacan la Comunidad de Madrid con 1.640 millones. Le sigue el Principado de Asturias, con 486 millones, y Cataluña con 111 millones. Castilla-La-Mancha recibió 92 millones, la Comunidad Valenciana recibió 50 millones, y Aragón recibió 35 millones.
Por sectores, la inversión británica destaca por ser eminentemente productiva y se reparte principalmente entre el comercio al por mayor – con 18.000 millones desde que se tiene registro (1993)- y en el sector de las telecomunicaciones -con 17.500 millones. Estos dos sectores acumulan el 40% de los flujos de inversión británica entre 1993 y 2024.
Por Comunidades Autónomas, destaca el crecimiento de la inversión en el sector de servicios técnicos de arquitectura e ingeniería, comercio al por mayor y construcción de edificios en la Comunidad de Madrid; especial foco en actividades inmobiliarias en Cataluña; apuesta por suministros de energía en el Principado de Asturias y reparación e instalación de maquinaria y equipo en Castilla-La Mancha.
En cuanto al stock de inversión, la que llegó y sigue presente en España, el Reino Unido se sitúa en tercera posición a nivel global en 2022, solo por detrás de Estados Unidos y Francia. El país británico tiene en España invertidos 57.652 millones, lo que supone el 13,8% del total de la IED. Estas cifras fueron las responsables del mantenimiento de 260.000 empleos en España de manera directa e indirecta.
Amparo López Senovilla, secretaria de Estado de Comercio, destaca que “España tiene una larga tradición como receptor de inversión extranjera, siendo la inversión británica pionera. Este Barómetro refleja esta relevancia de nuestra relación bilateral en términos de inversión. Además, los datos nos respaldan: en los últimos seis años, España es el cuarto país del mundo que más proyectos nuevos de inversión recibe”.
Alex Ellis, embajador británico en España, remarca: “Me alegra observar cómo las empresas británicas están generando oportunidades y creando miles de puestos de trabajo en España. Con su inversión, viene innovación, talento, colaboración y, también, conexiones entre personas entre nuestros países. Compartimos el mismo entusiasmo hacia la inversión española, que elige al Reino Unido como su principal destino en Europa. La embajada británica, junto con el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa y la Cámara de Comercio Británica, queremos fortalecer la relación comercial para lograr prosperidad y seguridad para ambos países”.
Isabel Perea, presidenta de la British Chamber, señala que la relación bilateral entre los dos países “es una de las más estrechas en el Viejo continente, no solo a nivel empresarial, económico y de inversión, sino que los lazos entre España y Reino Unido van más allá, como en educación, cultura, turismo, ciencia o innovación”. “Desde la British Chamber trabajamos para que las relaciones comerciales y de inversión aumenten, para lo que creemos que es fundamental lacolaboración y el diálogo público-privado”, destaca.
Buenas perspectivas
Las perspectivas de crecimiento anunciadas para España, junto con el descenso de la inflación, contribuyen a un entorno favorable para la recuperación de las inversiones extranjeras en España. Así lo creen también el 40% de las empresas británicas que aparecen en el IX Barómetro. Además, dos de cada tres empresas británicas en España afirman que pretenden aumentar sus inversiones en nuestro país entre un 5% y un 10% en 2025.
Esta llegada de capital desde las matrices británicas estaría destinada, casi en un 40% a ampliaciones de negocio en España, seguida por la digitalización de las empresas en casi un 21,7%.
Por otro lado, las empresas británicas han expresado que el Brexit ha dificultado el desplazamiento de trabajadores entre España y Reino Unido, además de aumentar los costes en procedimientos jurídicos y burocráticos. Las empresas británicas coinciden en que un marco regulatorio simplificado, consistente y predecible tendría un impacto positivo sobre la decisión de invertir en España.